Iberdrola y Enel vs. RWE y EDF: las estrategias de las energéticas ante el 'boom' verde
Los productores de energía europeos quieren deshacerse de sus activos ‘sucios’ atrayendo a inversores con conciencia medioambiental
El clamor en Wall Street por todo lo ecológico ha vuelto a poner a las segregaciones de negocios ('spin-off') en la agenda de los productores de energía. En esta ocasión, es probable que las empresas de servicios europeas se deshagan de activos ‘sucios’ a cambio de limpios.
Las valoraciones de la energía renovable aumentaron drásticamente el año pasado, impulsadas por las promesas de las compañías por reducir sus emisiones de carbono y los planes transitorios cada vez más ambiciosos de los gobiernos. El dinero se está desviando hacia la inversión en ESG (por sus siglas en inglés), que prioriza criterios ambientales, sociales y de gobernanza, lo que conduce al llamado ‘greenium’ de los títulos que tienen un tono ecológico.
Si bien las ‘utilities’ con visión de futuro como NextEra Energy, Iberdrola y Enel se han convertido en gigantes de la energía verde, varios de sus rivales europeos medianos desean disfrutar también del ‘greenium’. Una forma de ofrecer a los inversores un mensaje claro es otorgar identidades diferenciadas en bolsa a las distintas partes de su negocio.
Ya han pasado por esto: a finales de los 2000, muchos productores energéticos europeos sacaron a bolsa sus empresas renovables, vendiendo participaciones minoritarias a inversores externos para aprovechar la ola de entusiasmo alrededor de las energías solar y eólica. Cuando el mercado empezó a experimentar altibajos, la mayoría volvió finalmente a fusionarse con su matriz.
La mayoría de empresas de servicios está centrando su actividad principal en renovables
Ahora, la diferencia es que la mayoría de empresas de servicios está centrando su actividad principal directamente en renovables y pensando en deshacerse de sus activos ‘tradicionales’ que generan carbono. Se espera que la energía solar y la eólica crezcan considerablemente en las próximas décadas, mientras que las fábricas alimentadas por carbón, energía nuclear y en algunos casos hasta gas relativamente limpio se están desmantelando gradualmente. Hasta un pequeño porcentaje de producción eléctrica con carbón puede mantener alejados a los compradores de ESG.
RWE, empresa alemana que cotiza en bolsa, es un ejemplo. Tiene divisiones eólicas y solares considerables, y planes ambiciosos para expandirlas y ayudar a cumplir la promesa de que su producción global alcanzará las cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2040. Pero también obtuvo cerca del 25% de sus ingresos de 2020 de carbón y lignito. RWE está considerando separar sus activos de carbón y lignito —el grupo tiene un acuerdo en fase preliminar—, lo que incrementaría su atractivo para los inversores verdes.
Dos gigantes energéticos que cotizan en la bolsa de París también buscan mejorar su componente de energía limpia. La empresa estatal Électricité de France, o EDF, está planeando dividirse en una EDF azul, centrada en energía nuclear, y una EDF verde, centrada en energías renovables. Su rival vecina Engie también está reestructurando su negocio para centrarse en energía limpia, aunque es probable que lo haga a través de desinversiones y no de cotizaciones separadas.
Las segregaciones normalmente han recompensado a los primeros inversores. Desde el año 2000, las empresas europeas que han sacado filiales a bolsa obtuvieron mejores resultados superiores a los del mercado desde el año anterior al anuncio hasta su realización, tras la cual obtuvieron peores resultados, según un análisis de Morgan Stanley. Cerca de dos tercios de las propias filiales también obtuvieron mejores resultados que el mercado en su primer año.
Que el patrón se mantenga con la siguiente cosecha de filiales de ‘utilities’ depende en parte de cómo las empresas cierren sus operaciones de 'legacy'. Los activos en declive a largo plazo, especialmente los que tienen un estigma medioambiental, probablemente tengan que ser orientados hacia valoraciones bajas con estrategias bien desarrolladas para atraer interés. Puede que los inversores estén ante la mejor opción para beneficiarse de la última tendencia de segregación si siguen un viejo dicho en bolsa: “Compra con el rumor, vende con la noticia”.
El clamor en Wall Street por todo lo ecológico ha vuelto a poner a las segregaciones de negocios ('spin-off') en la agenda de los productores de energía. En esta ocasión, es probable que las empresas de servicios europeas se deshagan de activos ‘sucios’ a cambio de limpios.