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El resultado más inconcluso posible: los mercados (y el país) se quedan en vilo
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El resultado más inconcluso posible: los mercados (y el país) se quedan en vilo

Las posibilidades de un gobierno con un enfoque mucho más coordinado para la recuperación económica de la pandemia se han reducido sustancialmente

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Con los resultados electorales todavía en el aire, probablemente durante los próximos días, una de las cosas que esperaban los inversores ya se puede descartar prácticamente: una política económica coordinada y sólida desde Washington.

En el escenario general, esta vez los movimientos del mercado no han sido colosales, pero han sido reveladores, sobre todo en el mercado de obligaciones.

En 2016, una liquidación de acciones fue la respuesta generalizada a la victoria de Trump, que se revirtió en cuestión de horas cuando los inversores se dieron cuenta de que los cálculos de las elecciones permitirían recortes ambiciosos de impuestos sobre sociedades. Pero si el mercado bursátil escribió la historia de las elecciones de 2016, esta vez es el mercado del Tesoro de EEUU el que lleva la nota cantante: los intereses de los bonos a 10 años crecieron hasta el 0,94% poco después de que los colegios cerrasen en la Costa Este. Cuando empezó a ser obvio que era mucho más probable algún tipo de gobierno dividido que lo que las encuestas predecían, dichos intereses volvieron a caer hasta un 0,78%.

Foto: Imagen de la Casa Blanca. (EFE)

Los resultados más probables ahora son o un presidente demócrata con un Senado republicano o un presidente republicano con una Cámara de Representantes demócrata. Esta última no ha conseguido impulsar una segunda ronda de estímulos para ayudar a EEUU a recuperarse de la pandemia. El Senado no es mucho más prometedor.

Al igual que los mercados financieros son amorales, también son apolíticos. Se podría haber creado fácilmente una narrativa sobre una reacción positiva del mercado si cualquier partido hubiera ganado por mayoría ambas cámaras y la presidencia. Con el nivel de rencor existente entre los dos partidos, es difícil observar cualquier tipo de resultado dividido con optimismo. La delgada línea hacia unos resultados sorprendentes todavía no ha desaparecido, y la posibilidad de un gobierno unificado no se debería descartar por completo, pero unos resultados tan igualados y polémicos podrían provocar perfectamente largos litigios en los Tribunales.

Un gobierno paralizado también coloca más peso sobre los hombros de la Reserva Federal. Habiendo asumido el papel principal en la política económica durante gran parte del período posterior a la crisis financiera en 2008, la crisis política podría delegar más responsabilidad en su presidente Jerome Powell.

Foto: Donald Trump. (Reuters) Opinión
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Las grandes empresas, y especialmente las gigantes tecnológicas, se han quejado de los planes de los demócratas para los impuestos y la supervisión, pero el pequeño negocio sin duda se beneficiaría de un crecimiento impulsado por estímulos más sólido. Mientras los futuros del Nasdaq repuntaban cuando el presidente Trump superaba expectativas en los primeros recuentos, los futuros de Russell 2000 empezaban a caer.

En cualquier caso, las perspectivas no son buenas para un escenario que sacaría a los mercados de la estabilidad relativa en la que estaban desde finales de verano, tanto las acciones como las obligaciones.

Conclusión: un estímulo tardío o menos agresivo sería malas noticias para los valores cíclicos, pero los inversores que todavía no hayan adoptado posiciones agresivas deberían evitar realizar cualquier juicio desmesurado o tomar una decisión impulsiva.

Con los resultados electorales todavía en el aire, probablemente durante los próximos días, una de las cosas que esperaban los inversores ya se puede descartar prácticamente: una política económica coordinada y sólida desde Washington.

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