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Septiembre propina un golpe de realidad a la bolsa
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Septiembre propina un golpe de realidad a la bolsa

El noveno mes del año, que tradicionalmente es uno de los peores en los mercados, podría servir de vuelta a tierra para unos mercados con el vuelo muy alto

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Septiembre está cumpliendo con su fama de mes malo para la bolsa. Puede que los inversores lo acaben valorando positivamente.

Primero, una maraña de apuestas sobre valores tecnológicos a través de contratos de opciones. Ahora, el mercado bursátil en general entra en zona de turbulencias por el temor a un repunte en los casos de covid-19, así como a un desacuerdo persistente entre los legisladores estadounidenses sobre otra ronda de estímulos fiscales antes de las elecciones de noviembre.

A pesar de que los índices se recuperaron ligeramente el martes, el S&P 500 cayó cerca de un 3% la semana pasada, por las acciones que están directamente vinculadas al crecimiento económico y las ventas al por menor. El sector de ‘consumo discrecional’ ha caído un 4%. Puede que el mercado solo esté compensando un periodo de optimismo desmesurado.

Foto: Un hombre con mascarilla frente a la fachada de Wall Street. (Reuters)

En términos generales, los valores se han movido este año prácticamente a la par que las expectativas de beneficios, a pesar del caos sembrado por la pandemia y la evidente disparidad entre la euforia de las acciones y los problemas económicos. Según datos de FactSet, los cambios en el valor de mercado de las empresas desde el 31 de enero muestran una fuerte correlación positiva con los cambios en las estimaciones de beneficios de los analistas, que, a su vez, se basan principalmente en directrices dadas por directivos.

El vínculo es más fuerte cuando se trata de las expectativas de beneficios de 2022, dejando ver que el optimismo de los inversores se basa en la visión del futuro poscovid. Pero ese vínculo se mantiene sólido incluso si observamos las previsiones más a corto plazo, que tienden a ser más precisas.

Los avances de los valores estadounidenses han estado impulsados por una revisión al alza de las cifras de beneficio por acción, especialmente en relación con el resto del mundo. Pero este efecto puede haber llegado a su fin: las revisiones a la baja han superado hace poco las mejoras en indicadores económicos como el índice ISM, como ha señalado esta semana Mislav Matejka, analista de JP Morgan, y parece que han tocado techo por ahora.

placeholder Fachada de Wall Street. (Reuters)
Fachada de Wall Street. (Reuters)

Además, todavía existen brechas entre el valor de mercado y los beneficios en algunos sectores. Las empresas de servicios públicos (‘utilities’), por ejemplo, han vivido un año nefasto, a pesar de que los analistas solo esperan una pequeña caída en sus beneficios de explotación para 2022. Por otra parte, sectores como la tecnología y los productos de lujo han aumentado su valor, a pesar de las expectativas de que la pandemia afectaría a sus beneficios.

La mayor parte del análisis se ha centrado en evaluar si los gigantes de Silicon Valley están sobrevalorados, al haber dado alas al repunte bursátil. Pero esas empresas son, por lo menos, ganadoras estructurales a largo plazo del cambio a las compras ‘online’, lo que las protege frente a un mundo incierto.

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Las dudas sobre la valoración parecen incluso más apropiadas para las acciones de compañías de productos de consumo. Sus ganancias se pueden explicar en parte por la inclusión del gigante Amazon en la categoría, pero Nike, L Brands y McDonald’s también parecen estar sobrevaloradas. Notablemente, este sector está totalmente expuesto a la incertidumbre económica actual, lo que significa que las expectativas de beneficios corren riesgo de caer.

En general, los inversores pueden encontrar consuelo en un mercado que, salvo alguna que otra excepción importante, ha estado al día de las novedades corporativas. Pero un aumento del 1,7% en el índice S&P 500 durante la peor crisis económica extraordinaria de la historia reciente exige hacer un examen de conciencia y preguntarse si el repunte ha ido demasiado lejos, dado el riesgo excepcional al que se someten las estimaciones de beneficios de algunos sectores ahora mismo.

El revés de este mes podría ser un precio muy barato para mantener el mercado con los pies en el suelo.

Septiembre está cumpliendo con su fama de mes malo para la bolsa. Puede que los inversores lo acaben valorando positivamente.

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