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Así fue la semana salvaje de Kodak que regaló millones y destrozó ahorros
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Así fue la semana salvaje de Kodak que regaló millones y destrozó ahorros

En apenas seis días de negociación las volátiles acciones de la compañía de fotografía le regalaron millones de dólares a algunos y destrozaron los ahorros de otros

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En seis días de negociación las volátiles acciones de Kodakle regalaron millones a algunos y destrozaron los ahorros de otros.

El precio de los títulos el lunes 27 de julio empezó a subir y pasó de los dos a los 60 dólares en apenas dos sesiones, gracias sobre todo a la concesión de un préstamo estatal de 765 millones de dólares para que Kodak hiciera fármacos en sus factorías estadounidenses. Entonces, de repente, el valor se hundió.

Hubo una serie de acontecimientos que provocaron esa inestabilidad: primero los rumores iniciales de la concesión de la subvención en redes sociales, luego la rueda de prensa de la Casa Blanca deslizando el préstamo, después las opciones de compra de acciones que ejercieron los directivos y miembros de la junta y, por último, la confusión una vez cerrado el asunto. Kodak está ahora mismo bajo investigación de la SEC y de varios comités del Congreso.

Foto: Un establecimiento de Kodak en Las Vegas (Estados Unidos). (Reuters)

Un portavoz de la firma ha explicado que no estaban al tanto de las pesquisas del regulador y que van a cooperar tanto con la SEC como con el Congreso.

Esa volatilidad se convirtió en el contexto perfecto para una ola de inversores ocasionales que se convirtieron en 'traders'. Estos han impulsado las acciones de otras empresas, por ejemplo Tesla, bajo la creencia de que son valores que pueden capear la pandemia mejor que sus competidores, y que ellos pueden aprovecharlo y sacar tajada.

Kodak es uno de los ejemplos más extremos de esta tendencia. Su repentina subida y desplome sirven como advertencia para inversores que ignoran los fundamentales de las empresas y que se centran en cómo pueden sobrevivir a la pandemia.

"Cuando los inversores ven algo relacionado con el covid, actúan como tiburones y provocan la locura", explica James Angel, profesor de finanzas de la Universidad de Georgetown. "Los inversores siempre tienen en mente las modas, que son las que les llevan a operaciones que luego acaban mal. Aquellos que persiguen el valor de moda suelen quedarse con los bolsillos vacíos", dice.

La semana salvaje de Kodak comenzó con una noticia en medios locales y con una serie de tuits que disparó el valor de la compañía un 25%.

Para Jason Bulinski, jefe de inversión de First Midwest Bank, esa enorme subida supuso una ganancia inmediata. En mayo había comprado 162.000 acciones. Para cuando arrancó la sesión del martes 28 de julio, el valor se había triplicado. "Debería ser un buen día", le dijo Bulinski a sus compañeros esa misma mañana.

Para entonces ya había duplicado su inversión inicial, pero todavía quería aguantar un poco más antes de vender. Estaba esperando el repunte que iban a provocar los inversores individuales al subirse al carro. Y tenía razón. Durante la sesión, los títulos alcanzaron los 7,94 dólares tras arrancar en 2,62 dólares el día anterior.

Foto: Cámaras de Kodak en el CES de Las Vegas. (Reuters)

Esa noche, Alex Olsen, un trabajador de la industria aeronáutica, estaba viendo las noticias cuando el presidente, Donald Trump, anunció el préstamo de 765 millones a Kodak para lanzar Kodak Pharmaceuticals. Para él, era el momento perfecto para comprar acciones. "Inviertes por cosas como esta. Tenía la posibilidad de ayudar a una empresa a salvarnos y además ganar algo de rentabilidad", explica.

La mañana siguiente, cuando Olsen se hizo con los títulos, estos ya estaban disparados de nuevo. Compró a 17 dólares por acción, más a 24 y un tercer paquete a 52,50. En total, 2.710 acciones a una media de 35 dólares la unidad. Olsen había invertido 95.000 dólares. Y no era el único.

Más de 100.000 usuarios de la popular aplicación Robinhood habían añadido el valor a su cartera, impulsando el precio de las acciones, según los datos de Robintrack. Para algunos 'traders' profesionales, ese repunte era la señal de que había que huir.

placeholder Espacio de Kodak en una feria en Las Vegas. (Reuters)
Espacio de Kodak en una feria en Las Vegas. (Reuters)

"Date prisa. ¡Kodak sube un 550%! Vende todo!", dijo Bulinski a compañeros de trabajo en un email esa misma mañana. Bulinski lo preparó todo y colocó las acciones a 48 dólares la unidad por un total de 7,8 millones de dólares. Los inversores estaban comprando a ciegas, empujando la valoración mucho más allá de cualquier proyección, le decía a su equipo este jefe de inversión.

Según avanzaba la semana, el valor sufrió un repentino hundimiento según se publicaban más detalles del acuerdo.

Algunos dijeron que fue en la tarde de miércoles cuando se dieron cuenta de que ese préstamo estaba muy lejos de ser una realidad. El dinero tenía que estar avalado por activos de Kodak e incluido en contratos de rendimiento. Es más, el acuerdo no había ni pasado la pertinente auditoría.

El repunte del valor desapareció y las ventas se convirtieron en la tónica el jueves y el viernes, llevando el precio de los títulos al entorno de los 22 dólares. El viernes por la tarde Olsen decidió que no quería saber nada más de Kodak.

Foto: Foto: iStock.
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Se sentía engañado y enfadado tras enterarse de que el préstamo no era ninguna realidad. Olsen lleva poco tiempo invirtiendo, usando una cuenta en TD Ameritrade. Tras la venta comprobó que la operación le había costado 30.000 dólares. "Supongo que aprendí que la inversión no es simple azar. Es un hecho", dice.

Este lunes, las acciones de Kodak se tambalearon después de que uno de sus mayores accionistas convirtiera bonos en acciones. En una operación así, los títulos ya emitidos se diluyen.

Cuando comenzó el 'rally' alcista la SEC abrió una investigación a la compañía y miró con lupa cuando hizo efectivas sus opciones sobre acciones el presidente ejecutivo, Jim Continenza.

De momento, ningún alto ejecutivo ha vendido sus participaciones. Pero personas cercanas a la firma sí que movieron títulos durante la racha alcista. George Karfunkel, que tiene asiento en la junta, donó tres millones de acciones a su nombre a una institución religiosa el 29 de julio, según los datos de la SEC. Una portavoz de Kodak ha preferido no comentar esas transacciones.

placeholder Cámaras de Kodak. (Reuters)
Cámaras de Kodak. (Reuters)

Moses Marx, uno de los accionistas mayoritarios además de socio y yerno de Philippe Katz, otro de los miembros de la junta, también vendió varios paquetes a 18,17 y 40,21 dólares la semana pasada. Las operaciones le reportaron beneficios de nueve millones de dólares, según los documentos de la SEC que presentó el 3 de agosto. No se ha podido contactar con él.

Ese conjunto de acciones que vendió a 18,17 dólares tenía el mismo tamaño que el que compró el 23 de marzo a 1,55 dólares la unidad, con lo que multiplicó por 10 su inversión sacando 900.000 dólares de esos títulos.

En seis días de negociación las volátiles acciones de Kodakle regalaron millones a algunos y destrozaron los ahorros de otros.

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