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Mal año para quien invirtió en arte, pero bueno para hipotecar la colección
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Mal año para quien invirtió en arte, pero bueno para hipotecar la colección

Los bancos se preparan para prestar dinero a los multimillonarios de todo el mundo utilizando sus colecciones de arte como aval

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No parece que vaya a ser un gran año para el mundo del arte. Sin embargo, la foto es más alentadora para los bancos que prestan dinero a los coleccionistas de arte.

Desde el comienzo de la crisis del coronavirus, las ventas de las tres casas de subastas más grandes del mundo —Sotheby's, Christie's y Phillips—han tenido que celebrarse en remoto por primera vez. Christie's declaró que 80.000 personas vieron su subasta principal este mes. Y en Sotheby's, un pujador ofreció 73 millones de dólares por una serie de trípticos de Francis Bacon, estableciendo el récord de la oferta más alta nunca hecha por un cuadro 'online' (aunque se vendió finalmente a un consumidor telefónico por una puja mayor).

Los precios se han mantenido, pero en general las ventas del mercado del arte serán probablemente escasas este año, ya que a las casas de apuestas y galerías les está costando atraer remesas y llegar a acuerdos. Por el New York Contemporary Day y sus 'evening auctions' en junio, Sotheby's vendió arte por valor de 286 millones de dólares, una caída desde los 448 millones de dólares que consiguió durante las mismas subastas el año pasado. Ferias como Art Basel han sido canceladas y ningún coleccionista experto quiere ofrecer para subasta una obra maestra en un contexto incierto. Gracias a un enorme estímulo monetario y a unos mercados bursátiles boyantes, pocos realmente lo necesitan.

Los precios se han mantenido, pero en general las ventas del mercado del arte serán probablemente escasas este año

Sin embargo, los departamentos de banca privada del Bank of America, JP Morgan Chase y Citigroup que conceden préstamos con garantía sobre arte se tenían que mantener ocupados. Cuando comenzó la crisis este año, los clientes ricos usaron hasta el límite las líneas de crédito respaldadas por sus colecciones de arte que tenían contratadas, según un banquero familiarizado con el asunto. Esos créditos han sido una práctica fuente de ingresos para magnates inmobiliarios cuyos arrendatarios han dejado de pagar el alquiler de sus locales comerciales. Los dueños de empresas no cotizadas también han utilizado estas líneas para cubrirse durante de la crisis de liquidez a corto plazo.

Cuando los tipos de interés bajan, como han hecho este año, la demanda de préstamos respaldados por arte normalmente aumenta. Los inversores utilizan dichos préstamos para liberar millones de dólares inmovilizados en sus colecciones y los invierten en activos que ofrecen un mayor rendimiento. Los dueños de los fondos de capital privado y especulativos llevan utilizando mucho tiempo los préstamos de arte como parte de sus planes de gestión de cartera, pero se están volviendo también más populares entre otros coleccionistas. Los particulares con un alto poder de inversión tienen de media el 6% de su riqueza comprometido en arte, según datos citados por la plataforma de inversión en arte Masterworks.

placeholder Cuando los tipos de interés bajan, la demanda de préstamos respaldados por arte normalmente aumenta. (Foto: EFE)
Cuando los tipos de interés bajan, la demanda de préstamos respaldados por arte normalmente aumenta. (Foto: EFE)

Utilizar la deuda para exprimir rentabilidades tiene sentido dadas las discretas perspectivas de inversión que ofrecen las obras por sí mismas. Entre 1985 y 2018, el arte ofreció unos rendimientos anuales del 5,3%, según estimaciones de Citi. La pintura contemporánea, la más en boga del momento entre dueños de fondos de cobertura como Steven Cohen y Daniel Loeb, reportó un 7,5%. Pero mientras esta categoría de arte superó considerablemente al efectivo, las materias primas y el oro, un coleccionista habría ganado más pidiendo un préstamo avalado por las obras y utilizándolo en un vehículo de capital riesgo o en valores de mercados emergentes, que reportaron un 13,9% y un 10,8% en el mismo periodo, respectivamente.

Alguien con una colección de arte de posguerra y contemporáneo puede llegar a recibir un préstamo por el 50% de su valor. Si las obras tienen algún tipo de riesgo —por ejemplo, son solo de uno o dos artistas—, la relación préstamo-valor ofrecida disminuirá. Un préstamo avalado en arte en un banco privado importante cuesta entre 1,5 y tres puntos porcentuales más que el índice de referencia del Libor, así que no es un tipo de crédito especialmente barato.

Aun así, puede que el arte sea más atractivo como garantía que otros activos este año. Utilizar acciones como colateral puede ofrecer un tipo de interés más bajo, pero puede resultar peligroso si los mercados se tornan volátiles de nuevo y provocan los temidos 'margin calls'. Los préstamos con garantía en obras de arte, que se valoran una vez al año en vez de a diario, no plantean los mismos riesgos. Y también puede que los bancos sean más cautelosos a la hora de aceptar inmuebles como colateral hasta que el impacto de la pandemia en el valor de bienes como centros comerciales o edificios de oficinas esté más claro.

Foto: Vista este jueves del interior de la Bolsa de Madrid. (EFE)

Deloitte estima que hay préstamos vigentes avalados por obras de arte valorados entre 21.000 y 24.000 millones de dólares en todo el mundo, la gran mayoría en el Bank of America en EEUU, el líder de mercado, que ha extendido su cartera de arte en 1.000 millones de dólares anuales en los últimos años. Aunque eso representa una parte muy pequeña de sus préstamos totales, ha logrado hacerse con un nicho atractivo.

Pero es posible que los bancos necesiten ser más conservadores a la hora de valorar las colecciones artísticas a finales de año, lo que podría limitar la rapidez con que aumentan su cartera crediticia respaldada por este tipo de activos. El mercado del arte es impredecible en momentos de recesión económica. Durante la crisis financiera de 2008-2009, la rentabilidad del arte fue del -24,5% —mejor que la caída del 40% de las acciones—. Pero a la industria le llevó una década recuperarse tras la recesión de principios de 1990. Esta vez, se espera que el valor de los artistas de posguerra y contemporáneos más demandados, como Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat, resista el envite, pero los artistas menos conocidos corren más riesgo.

La pintura normalmente es valorada por razones estéticas o como un símbolo de estatus. La buena noticia para Wall Street este año es que también es una fuente útil de dinero.

No parece que vaya a ser un gran año para el mundo del arte. Sin embargo, la foto es más alentadora para los bancos que prestan dinero a los coleccionistas de arte.

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