¿Es este el Warren Buffett europeo?
Los movimientos de John Elkann, gestor del vehículo de inversión detrás de Ferrari o Fiat Chrysler, están ya dando lugar a comparaciones con el legendario inversor estadounidense
Es muy habitual que Exor sea conocida como la Berkshire Hathaway europea. La comparación no es del todo precisa, pero el vehículo de inversión de la familia Agnelli es un foco de luz en la industria automovilística mundial.
Lo que más llama la atención de Exor son sus cifras: desde marzo de 2009, cuando la compañía se formó mediante la unión de varias empresas a nombre de los Agnelli, los inversores han multiplicado por nueve su dinero. Por comparar, invertir en el S&P 500 o en el MSCI World hubiera multiplicado la cantidad inicial por cinco y por cuatro respectivamente en ese mismo periodo de tiempo.
El problema de esas cifras, algo que no le ocurre a Berkshire, bajo el mando de Warren Buffett, es que el éxito no se puede atribuir únicamente al trabajo de su presidente, John Elkann. Gran parte del valor lo arrastra Fiat, la compañía fundada por Giovanni Agnelli, sobre todo gracias a la adquisición parcial en 2009 de una Chrysler en bancarrota. La separación de Ferrari en 2016 fue otro buen movimiento. Ambos fueron orquestados por Sergio Marchionne, fallecido en 2018.
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Y pese a ello, Elkann lleva camino de demostrar que su modelo funciona, incluso en medio de la pandemia provocada por el coronavirus.
A principios de marzo, acordó la venta de ParnerRE, una compañía de seguros que Exor compró en 2015 por 6.900 millones, a la compañía francesa Covéa por 9.000 millones. Cuando las bolsas empezaron a hundirse, Covéa trato de renegociar, pero Elkann se mantuvo firme y el trato se fue al traste. Exor perdió la oportunidad de hacer una operación muy rentable, pero demostró que Elkann es un vendedor firme. Su negativa a ceder ante la presión está ya dando sus frutos en otros tratos.
En diciembre, consiguió llegar a un acuerdo para que Fiat Chrysler, de la que Exor tiene un 29%, se fusionara con Peugeot. El pacto era favorable para Fiat, sobre todo por el dividendo especial de 5.500 millones que se llevarían sus accionistas antes de que se completara la operación. En medio de la pandemia, ese gasto se empezó a ver como una irresponsabilidad, sobre todo teniendo en cuenta lo mal que lo está pasando el sector. Pero una vez más, Elkann se mantuvo firme y aseguró en la junta general de Exor que el pago se iba a hacer.
El golpe financiero en las automovilísticas parece que se suaviza, aunque ha sido bastante duro. Ambas compañías veían con buenos ojos una fusión y Peugeot ya ha confirmado que tiene la intención de cumplir con su parte (excepto por los dividendos comunes de 2019, que ninguna de las dos pagará). La operación se cerrará a principios del año que viene.
Las comparaciones entre Exor y Berkshire Hathaway se sustentan en la costumbre, que ya alcanza los 11 años, de Elkann de enviar una carta reflexiva a sus accionistas, muchas de ellas con citas textuales de las que escribe Buffett. Esas similitudes se ampliaron cuando adquirió una compañía de seguros, y se refuerzan con el gusto de ambos por la inversión a largo plazo.
La gran diferencia es que Elkann siempre está preparado para vender cuando tiene una buena oferta. Antes que con Buffett, quizá sería más justo compararlo con John Malone, que ha creado su enorme fortuna gracias a operaciones complejas más que a invertir en empresas atractivas. La necesidad de vender de Elkann —y la de mantener el dividendo especial de 5.500 millones en la fusión Fiat-Peugeot— se debe a la exposición que tiene su porfolio a la industria automovilística.
De momento, Exor mantiene sus movimientos en dicho sector. Eso explica que sus acciones hayan caído un 27% este año y estén un 22% por debajo de su valor en libros, un descuento importante. Pese a ello, bajo el mando de Elkann, la compañía se está convirtiendo en una referencia en cuanto a disciplina de gasto, como lo fue Fiat en la era de Marchionne. Exor puede ser un valor que transporte a los inversores a un lugar mejor.
Es muy habitual que Exor sea conocida como la Berkshire Hathaway europea. La comparación no es del todo precisa, pero el vehículo de inversión de la familia Agnelli es un foco de luz en la industria automovilística mundial.