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El lento progreso de Italia contra el Covid-19 es una advertencia para Occidente
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El lento progreso de Italia contra el Covid-19 es una advertencia para Occidente

Los médicos en Brescia, una ciudad al norte de Italia situada en el centro de la pandemia del coronavirus en el país, vislumbran señales de esperanza en su batalla contra la enfermedad

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El crecimiento en el número de nuevos contagios en Italia está en desaceleración, pero el progreso es lento, lo que suscita temores de que el confinamiento draconiano en Occidente no consiga finalmente erradicar completamente el virus. Los médicos en Brescia, una ciudad al norte de Italia situada en el centro de la pandemia del coronavirus en el país, vislumbran señales de esperanza en su batalla contra la enfermedad durante los últimos días.

El virus ha matado allí a unas 1.000 personas y el número de contagiados que ha ingresado en su gran hospital está comenzando a disminuir hasta los 50 nuevos ingresos al día, siendo la mitad que antes, lo que sugiere que el confinamiento extremo impuesto a la población podría estar funcionando.

Pero las autoridades locales creen que el verdadero número de personas contagiadas con el virus puede ser seis veces mayor que la cifra oficial de 7.000. Por ello, están tomando nuevas medidas: las personas que son dadas de alta en el hospital pero siguen siendo positivos en el virus son enviados a instalaciones temporales de cuarentena durante dos semanas antes de regresar a sus casas, una medida que se está introduciendo gradualmente en otras zonas del país.

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Más de dos semanas después de que Italia aprobara una cuarentena a nivel nacional, la más drástica en Occidente, donde las personas tienen prohibido en gran medida abandonar sus hogares, el crecimiento de nuevas infecciones se está desacelerando a incrementos porcentuales de un solo dígito cada día. Esto es más bajo, en promedio, que hace una semana. Sin embargo, el progreso es desigual y lento, ya que otras 712 personas murieron el jueves, lo que nos lleva a un total de 8.215 muertos en Italia por la enfermedad, la mayor cantidad en todo el mundo.

Algo más de 80.000 personas en Italia han dado positivo en el test del virus hasta ahora. Pero el jefe de los servicios de emergencia en Italia declaró que hasta 650.000 italianos podrían estar infectados, muchos de ellos asintomáticos, lo que significa que medidas de cuarentena aún más estrictas podrían fallar a la hora de detener la propagación del virus.

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La experiencia del país, que ha servido como modelo de confinamiento para gran parte de Occidente y que siguió varias semanas de cuarentenas más limitadas en el norte del país, muestra que tales medidas son muy lentas para la obtención de resultados y, en última instancia, puede que no consigan erradicar el virus por completo. Esto puede resultar instructivo para otros países que deben decidir con qué dureza aplicar medidas drásticas a su población, y cómo calcular el consiguiente daño económico. Por el momento, EEUU ha puesto en marcha un conglomerado de medidas, mientras que la mayor parte de Europa está bajo algún tipo de confinamiento.

"Las restricciones tuvieron un gran impacto. Es lo único que nos ha permitido sobrevivir", afirmó Alessandro Triboldi, jefe del Hospital de Brescia. "Pero tenemos que mentalizarnos de que continuaremos así durante mucho tiempo", añadió. "En China, necesitaron dos meses de cierre completo para conseguir reducir los contagios a cero. Lo que se ha hecho aquí hasta ahora ha ayudado a salvar (la región norte de) Lombardía, pero esto aún no se ha terminado". La provincia china de Zhejiang informó de una nueva infección local el 26 de marzo.

Italia adoptó sus primeras medidas de confinamiento el 22 de febrero, poniendo en cuarentena a 11 ciudades, núcleos de los grupos iniciales de contagiados en las regiones del norte de Lombardía y el Véneto. Pero gran parte del país continuó haciendo vida normal. Alrededor del 40% de las personas que salían de sus hogares antes de la llegada del virus continuaban haciéndolo regularmente antes del endurecimiento reciente de las normas, según los datos de ubicación de teléfonos móviles citados por las autoridades. El 10 de marzo, el gobierno extendió las restricciones a todo el país. Los residentes solo pueden salir de sus hogares para comprar alimentos o medicinas o ir en busca de atención médica. Los infractores se enfrentan a multas de hasta 3.000€ (3.900$) o a pena de cárcel. El confinamiento de Italia aún no es tan estricto como el de China y el país no ha adoptado las tácticas agresivas que ayudaron a detener el virus en Wuhan, lugar donde se cree que se originó la pandemia.

placeholder Un médico en el hospital de Brescia, Italia. (EFE)
Un médico en el hospital de Brescia, Italia. (EFE)

Allí, los casos leves o sospechosos, incluidos los familiares sanos de las personas contagiadas, fueron trasladados a improvisados centros de cuarentena en hoteles y colegios. Los médicos que trataban a pacientes con coronavirus fueron separados de sus familias. Por el contrario, en Italia, a las personas que hasta ahora tenían síntomas leves, se les ha pedido que se autoaíslen en casa, y rara vez se les realiza una prueba de detección del virus.

Las autoridades chinas proporcionaron a la ciudad de Wuhan médicos, alimentos y otros suministros para superar la cuarentena, un escenario imposible de replicar en Italia, ya que el virus se ha extendido por todo el país. La experiencia de Italia muestra que los confinamientos al estilo occidental que no involucran las medidas coercitivas de Wuhan pueden tener que mantenerse por más tiempo del que las sociedades occidentales están dispuestas a tolerar para llegar a ver resultados. "El problema es si se puede mantener el confinamiento durante el tiempo que sea necesario, ya sean tres, cuatro, cinco, seis meses o más, mientras la economía se va a pique", comentó el Dr. Gabor Kelen, director del Departamento de Medicina de Emergencia de Johns Hopkins Medicine. La frustración por el confinamiento ha hecho que las autoridades del Véneto, la región al este de Lombardía, impulsen una campaña de test masiva como forma de controlar los brotes y eventualmente poder aflojar las cuarentenas.

Foto: Pedro Sánchez y Angela Merkel hablan durante un encuentro en Bruselas. (Reuters)

De hecho, la experiencia de la pequeña ciudad de Vo’ Euganeo ha demostrado que las pruebas exhaustivas junto con el confinamiento pueden ayudar a dominar el virus más rápidamente que la simple contención. Vo’ tuvo la primera muerte en Italia atribuida al coronavirus. Lucia Menaldo, propietaria de una óptica en Vo’, se mostró incrédula cuando supo el 22 de febrero que las autoridades estaban situando a toda la ciudad de 3.400 personas bajo una cuarentena dura sin permitir a nadie salir o entrar.

"Al principio la gente estaba muy enfadada. ¿Cómo puedes no estarlo cuando militares y policías bloquean las carreteras y te impiden salir de la ciudad?", se preguntaba la Sra. Menaldo. "Ahora sabemos que esos obstáculos nos salvaron. Es algo que debería haberse implantado igualmente y de inmediato en el resto del país". Cuando Vo’ entró en cuarentena, Andrea Crisanti, profesora de microbiología y experta en enfermedades infecciosas en la cercana Universidad de Padua, vio una oportunidad. El Dr. Crisanti había desarrollado una prueba para detectar el coronavirus a mediados de enero utilizando la información sobre el virus que los médicos chinos habían hecho pública. El Dr. Crisanti supervisó las pruebas del 95% de los residentes en Vo’ en los días posteriores a la detección de la primera infección. Encontró que el 3% de la población había sido infectada y que poco menos de la mitad de los que dieron positivo eran asintomáticos.

Cuando todos fueron evaluados dos semanas después, la tasa de infección había caído al 0,1% con solo ocho infecciones nuevas, todas las cuales vivían con personas previamente contagiadas. "La principal lección de Vo’ es que cuando tienes un grupo de personas infectadas, debes hacer un confinamiento muy agresivo y después realizar la prueba a tantas personas como sea posible", afirmó el Dr. Crisanti.

Tras recibir los resultados de Vo’, el Véneto aumentó los test en el resto de la región y realizó alrededor de 80.000 pruebas en comparación con 88.000 en Lombardía, que duplica la población y tiene cinco veces más infecciones confirmadas. Lombardía está siguiendo las directrices del gobierno de evaluar solo a aquellos con síntomas. En general, Italia ha llevado a cabo más de 360.000 test, un número elevado en relación con la mayoría de los demás países europeos. Sin embargo, en la mayoría de los lugares, la enfermedad se ha extendido demasiado como para poder usar test con el fin de aislar a los enfermos. Los expertos destacan así la necesidad de moverse con rapidez y decisión cuando surgen las primeras infecciones.

El alcalde de Brescia, Emilio Del Bono, declaró que, echando la vista atrás, la ciudad debería haber sido cerrada, permitiendo de este modo a las autoridades enfocarse en las aglomeraciones de casos. "Nos dimos cuenta de esto demasiado tarde", dijo. "Quizás Brescia podría haberse salvado".

"Solo una vez que superemos la emergencia podremos realizar test de un modo más amplio y aislar a aquellos que resulten positivos", dijo Roberto Burioni, profesor de microbiología y virología en el hospital San Raffaele de Milán.

El crecimiento en el número de nuevos contagios en Italia está en desaceleración, pero el progreso es lento, lo que suscita temores de que el confinamiento draconiano en Occidente no consiga finalmente erradicar completamente el virus. Los médicos en Brescia, una ciudad al norte de Italia situada en el centro de la pandemia del coronavirus en el país, vislumbran señales de esperanza en su batalla contra la enfermedad durante los últimos días.

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