El petróleo, la única turbulencia en el horizonte bursátil de IAG
La aerolínea está en racha y ha despegado con fuerza en el mercado, bastante por encima de sus competidoras. No obstante, su vuelo puede verse amenazado
Hace unos años, cuando se hablaba de IAG (el holding resultante de la fusión entre Iberia y British Airways) era para referirse al expediente de regulación de empleo (ERE) que había llevado a cabo para reconducir su maltrecho negocio. Los despidos y las huelgas se mezclaban en un ambiente económico deprimido en España, el cual poco a poco va dejándose atrás.
Ahora, en 2015, todo es diferente. La economía española remonta y la aerolínea se ha transformado absolutamente, tanto, que en bolsa no tiene rival. Las acciones de IAG ascienden un 31,7% en lo que va de año, lo que les ha llevado a su precio histórico más alto hace unos días, aunque después ha corregido de forma leve.
Evolución de IAG desde el año 2000. Fuente: Bloomberg.
La compañía ha superado verdaderos escollos para llegar a este nivel, pero ahora se han conjugado varios factores para que el valor esté en subida libre. Según explica el analista de IG, Daniel Pingarrón, hay tres motivos principales que sustentan este ascenso. Por un lado, la fuerte caída del precio del petróleo, pues tal y como indica el experto, "IAG es la compañía del Ibex a la que más afectan los precios del crudo, por lo tanto este descenso le favorece totalmente".
Asimismo, la compra de Aer Lingus ha sido considerada por el mercado como "una decisión estratégica muy buena" y, por último, la mejora de la gestión interna de la empresa, que está devolviéndole a la senda de resultados positivos. "La alianza con British ha beneficiado mucho a Iberia, una firma que tenía problemas de gestión, ya que estaba prácticamente dominada por los pilotos", sentencia.
De este modo, el holding británico-español ha logrado imponerse frente a sus rivales con unos servicios más competitivos y un negocio más atractivo que atrae a los inversores en manada. Iván San Félix, de Renta 4, destaca también al crecimiento del tráfico que la aerolínea está registrando, "el cual sube a buen ritmo en las principales zonas geográficas". "IAG lo está haciendo bien en Norteamérica y Latinoamérica y también en el segmento de bajo coste con Vueling, por lo que tiene bien cubiertas las principales parcelas", asegura.
No obstante, también se avistan turbulencias en este plácido vuelo. Ambos analistas coinciden al señalar un posible repunte del precio del carburante como su principal debilidad en el corto plazo. Aunque los dos esperan que los precios del crudo se mantengan estables, avisan de que este es el principal obstáculo que se le puede presentar.
Cabe destacar que, a pesar del buen inicio de año que la aerolínea está registrando, los expertos le dan aún mucho margen de mejora. El consenso del mercado recogido por Bloomberg le estima un potencial superior al 9%, mientras que Renta 4 sitúa su precio objetivo en 9,20 euros, lo que supone un potencial del 12,8%.
Las competidoras se quedan lejos
A pesar de que la mejora económica y, por tanto, del turismo, está impulsando el tráfico aéreo, en el resto de aerolíneas la situación bursátil no es tan cómoda como en el caso de IAG.
Las de bajo coste son las que más se aproximan a la firma británico-española. Ryanair se anota un 21% desde enero, mientras que Easyjet repunta un 10,5%. Peor les va a los grupos grandes. Lufthansa se deja un 10,5%, mientras que Air France avanza un 4,2%.
San Félix explica que a la cotización de aerolínea alemana le está afectando los problemas que está teniendo con las huelgas de pilotos, "además su negocio es diferente al de IAG". En el caso de la francesa, señala que tiene una estructura de costes más alta "que le hace más difícil competir con el holding formado por Iberia y British".
Hace unos años, cuando se hablaba de IAG (el holding resultante de la fusión entre Iberia y British Airways) era para referirse al expediente de regulación de empleo (ERE) que había llevado a cabo para reconducir su maltrecho negocio. Los despidos y las huelgas se mezclaban en un ambiente económico deprimido en España, el cual poco a poco va dejándose atrás.