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Suiza quita las ataduras a su divisa y el dinero mundial vuelve al refugio del franco
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Suiza quita las ataduras a su divisa y el dinero mundial vuelve al refugio del franco

Bombazo de Suiza. El banco central helvético ha quitado el tope al franco suizo, que se dispara contra el euro y el dólar, ha rebajar los tipos de interés hasta el -0,75%

Foto: Euros y francos suizos en el Banco de Suiza (Efe)
Euros y francos suizos en el Banco de Suiza (Efe)

Hubo un tiempo en el que los bancos centrales eran aburridos. Y hasta anhelaban serlo. Justo lo contrario de lo que ocurre ahora. Este jueves es el Banco Nacional de Suiza (BNS) el que está alterando las aguas monetarias con dos medidas de relevancia. Por un lado, ha eliminado el tope que llevaba poniendo al franco suizo desde 2011, cuando anunció que no toleraría que el euro comprara menos de 1,20 francos con la pretensión de frenar la apreciación que estaba registrando entonces la moneda helvética. Y por otro, ha rebajado los tipos de interés oficiales del -0,25% al -0,75%, para lo cual ha ampliado su banda de fluctuación hasta el -0,25 y el -1,25%. Sí, eso es, ha metido el precio del dinero en un terreno aún más negativo, con lo que ha reforzado la medida que ya adoptó a mediados de diciembre.

La entidad presidida por Thomas Jordan argumenta que el limite puesto en 2011 respondió a una "sobrevaloración excepcional" del franco y a un "extremadamente alto nivel de incertidumbre en los mercados". Ahora, casi cuatro años después, entiende que la situación se ha calmado lo suficiente como para conceder una libertad absoluta a su moneda. "Aunque el franco suizo está todavía alto, la sobrevaloriación se ha rebajado en su conjunto desde [2011]", sostiene la entidad en su comunicado.

En consecuencia, y como no se esperaba una decisión así, la reacción en los mercados está siendo monumental. El franco siempre ha tenido una condición de activo refugio que habia quedado aparcada por ese límite. Ahora que el SNB ha levantado la libertad condicional al franco, la divisa vuelve a recibir el dinero mundial que busca refugio... pese a lo intereses negativos impuestos por el BNS.

Tras años retenido, el franco se ha liberado con una revalorización del 15,6%, hasta los 0,963 euros, aunque ha llegado a dispararse casi un 30%. Nunca antes el franco había estado tan alto contra la moneda única. Visto desde el otro lado, el euro se deprecia un 13,5%, hasta los 1,039 francos.

Pero su furia alcista no se limita al euro. También se dispara un 13,2% contra el dólar, hasta los 1,161 dólares, y un 14% contra la libra esterlina, hasta las 0,733 libras. Y también firma avances diarios superiores al 15% contra el yen japonés, dólar canadiense, la corona sueca o la corona noruega. A la secuencia se suma el oro, que se revaloriza un 2,2%, hasta los 1.262 dólares por onza al contado.

De este modo, el BNS se encuentra con una furibunda respuesta que anula el objetivo pretendido con su segunda medida. "El BNS reduce los tipos significativamente para asegurar que la interrupción del tipo de cambio mínimo [del franco] no provoca un inapropiado endurecimiento de las condiciones monetarias", asegura la institución.

Si a Thomas Jordan le preocupa que se endurezcan las condiciones monetarias se debe a que Suiza no es ajena a las presiones deflacionistas que padecen otras regiones, como la Eurozona. De hecho, lleva lidiando con tasas negativas de inflación o con precios por debajo del 0,5% desde 2012. Sin embargo, la extraordinaria apreciación del franco suizo complica ese panorama porque la revalorización de una divisa equivale a un endurecimiento de las condiciones monetarias y a un incremento de las fuerzas deflacionistas.

Sin embargo, y pese al terremoto que está causando su decisión y los impactos que puede provocar en la economía suiza, el BNS ha adoptado esta medida porque quiere recuperar su independencia monetaria y dejar de sostener su economia sobre un tipo de cambio intervenido. Al anclar el cambio del franco a una divisa ajena -en este caso, el euro-, para mantener el compromiso de defender el tope de los 1,20 francos el BNS debía ligar sus pasos a los del Banco Central Europeo (BCE). Y claro, todo indica que el BCE camina hacia una inminente descarga de estímulos cuantitativos (QE) que hubiera obligado a la entidad helvética a reaccionar o bien de manera parecida o actuando con mayor fuerza en el mercado -imprimiendo y vendiendo francos- para sostener ese tipo de cambio. Todo ello sin olvidar otros efectos secundarios, como el hecho de que como el euro ha caido con fuerza en los últimos meses, el franco suizo también lo estaba haciendo.

Anticipándose a lo que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciará con toda probabilidad el 22 de enero, Jordan ha levado el ancla del franco. Sacrifica así una de las tres piezas de la trinidad imposible, la de un tipo de cambio de fijo, pero lo hace para recuperar otra, la de la autonomía monetaria, perdida en los últimos años precisamente para pasar a contar un cambio estable para el franco contra el euro.

"Tenía opción de fijar un tipo de cambio más bajo, pero ha decidido cortar por lo sano con la anterior política y abrazar la libre cotización". asegura Simon Ward, jefe de Henderson Global Investors. Y añade: "La capacidad del BNS de usar la intervención en los tipos de cambio para depreciar el franco se ha visto limitada por las críticas a la drástica expansión de su balance, actualmente en el 85% del Producto Interior Bruto (PIB) suizo". "El BNS está efectivamente aceptando que el ciclo económico necesita seguir su camino, y un franco artificialmente débil tenía la consecuencia indirecta de inflar un ya de por sí fuerte mercado inmobiliario y de ejecutar la política monetaria en Suiza en función del BCE", argumenta Steen Jakobsen, jefe economista de Saxo Bank.

Hubo un tiempo en el que los bancos centrales eran aburridos. Y hasta anhelaban serlo. Justo lo contrario de lo que ocurre ahora. Este jueves es el Banco Nacional de Suiza (BNS) el que está alterando las aguas monetarias con dos medidas de relevancia. Por un lado, ha eliminado el tope que llevaba poniendo al franco suizo desde 2011, cuando anunció que no toleraría que el euro comprara menos de 1,20 francos con la pretensión de frenar la apreciación que estaba registrando entonces la moneda helvética. Y por otro, ha rebajado los tipos de interés oficiales del -0,25% al -0,75%, para lo cual ha ampliado su banda de fluctuación hasta el -0,25 y el -1,25%. Sí, eso es, ha metido el precio del dinero en un terreno aún más negativo, con lo que ha reforzado la medida que ya adoptó a mediados de diciembre.

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