¿Desplome? Los inversores españoles que tienen acciones suizas están de enhorabuena

El Banco Nacional de Suiza (BNS) ha provocado un verdadero tsunami en el Viejo Continente. No sólo porque la decisión de eliminar el tipo de cambio máximo para el franco contra el euro ha puesto patas arribas el mercado de divisas, sino porque el resto de activos, de una manera u otra, se están viendo afectados por esta decisión. Mientras que su divisa se ha llegado a disparar más de un 30%, la Bolsa del país ha vivido una jornada para olvidar.

El índice SMI de la bolsa del país ha sufrido un desplome del 8,6%, con las grandes cotizadas cayendo a plomo. De las veinte que componen el índice y que representan alrededor del 85% de la capitalización del mercado libre de flotación de la renta variable suiza, sólo Swisscom ha cerrado con una tímida subida del 0,9%.

Cie Financiere (ver cotización) ha cerrado con un castigo superior al 15%, mientras Julius Baer (ver cotización), UBS (ver cotización) yCredit Suisse (ver cotización) se han dejado más de un 11%. La peor parte se la ha llevado Swatch (ver cotización), que ha cedido un 16,4%.

Entre las farmacéuticas, Novartis (ver cotización) se ha desplomado un 8,6% y Roche (ver cotización) un 8,2%. Entre los mejores parados se ha encontrado Nestlé (ver cotización), que a pesar de todo se ha hundido un 6,2%.

Sin embargo, en contra de lo que se pueda pensar, los inversores españoles que tienen compañías que cotizan en la Bolsa de Zurich están brindando con champagne, al menos aquellos cuyos valores en cartera caen menos de lo que se dispara la divisa y esto es, todos. La clave reside en el cambio de esas cotizaciones a euros.

Un ejemplo. El miércoles, los títulos de Nestlé cerraron a 74,15 francos, que al cambio eran 61,8 euros. Hoy, las acciones han caído hasta los 69,5 francos, pero gracias a la fuerte subida de la divisa suiza contra el euro, ese precio equivale a 66,6 euros. O lo que es lo mismo, una revalorización en euros del 8%.

Este jueves, el BNS, contra todo pronóstico, ha eliminado el tope que llevaba poniendo al franco desde 2011 para evitar que el euro superara los 1,20 francos con el fin de frenar la apreciación de la divisa helvética. Además, ha rebajado los tipos de interés oficiales del -0,25% al -0,75% y ha ampliado su banda de fluctuación hasta el -0,25% y el -1,25%.

La decisión se ha traducido en una revalorización del 16% del franco hasta los 0,97 euros, aunque ha llegado a dispararse un 30%. Se trata del cambio más alto jamás registrado contra la moneda única por lo que, aunque una compañía caiga un 8%, como es el caso de Nestlé, por el efecto divisa, al pasar los 68 francos en los que cotizan sus acciones a euros el inversor está ganando 10 euros.

Y eso ocurre con todos los valores. Así, el mayor vencedor de esta situación es el inversor que tenga en cartera Swisscom, que apenas caía a primera hora de la tarde un 0,57% hasta los 521 francos, o Swiss Re, que cae un 6% hasta los 79,95 francos.