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Draghi abre la puerta a más medidas tras un sustancial tijeretazo al crecimiento de 2015
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REUNIÓN DEL BANCO CENTRAL EUROPEO

Draghi abre la puerta a más medidas tras un sustancial tijeretazo al crecimiento de 2015

 Draghi confirma así el compromiso del BCE para adoptar más medidas heterodoxas tras haber mantenido los tipos de interés oficiales en el mínimo histórico del 0,05%

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa de hoy
El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa de hoy

Inflación más baja, menos crecimiento y débil pulso en la transmición monetaria. Con semejante diagnóstico, el Banco Central Europeo (BCE) deja el camino allanado para adoptar más medidas monetarias expansivas en el arranque de 2015. Y así lo ha dejado entrever su presidente, Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior a la última reunión del Consejo de Gobierno de 2014 y la primera en la nueva sede de la entidad.

De algún modo, la sensación que Draghi ha transmitido es que no le quedará más remedio que disparar más munición tras las nuevas previsiones que maneja la entidad. Si enseptiembre situaba el crecimiento en el 0,9% para 2014, en el 1,6% para 2015 y en el 1,9% para 2016, actualmente ha recortado todas las cifras para situarlas en el 0,8% en 2014, en el 1% en 2015 y en el 1,5% en 2016.

Y lo mismo ocurre con la inflación. Si hace tres meseslos pronósticos del BCE pasaban por una inflación del 0,6% en 2014, del 1,1% en 2015 y del 1,4% en 2016, ahora se ubican en el 0,5% para este año, en el 0,7% para 2015 y en el 1,3% para 2016. O lo que es lo mismo, la entidad asume que no cumplirá su mandato durante, al menos, dos largos años, puesto que su meta pasa por mantener los precios por debajo, pero cerca, del 2% a medio plazo.

Draghi confirma así el compromiso del BCE para adoptar más medidas heterodoxas tras haber mantenido los tipos de interés oficiales en el mínimo histórico del 0,05% en el que se encuentran desde septiembre y los tipos de la facilidad de depósito en el -0,20%. De hecho, el banquero italiano ha reiterado que existe un respaldo"unánime" en el Consejo con respecto a la adopción de nuevas medidas si resulta preciso.

Sin embargo, antes de activar más medidas, la entidad quiere esperar para comprobar el efecto de las que ya ha adoptado. En especial, prestará mucha atención al resultado de la segunda ronda de financiación condicionada a la largo plazo (TLTRO) que ofrecerá el próximo 11 de diciembre. En la primera, que tuvo lugar en septiembre, no tuvo tanto éxito como esperaba y los bancos apenas le pidieron 82.600 millones de los 400.000 millones que está dispuesto a bombear con estas dos primeras rondas del TLTRO. Si la segunda no acerca la cifra final a esos 400.000 millones, el BCE se verá empujado a adoptar más medidas para engordar de verdad su balance hasta los 3 billones mencionados por Draghi en los últimos meses.

Y quiere engordarlo hasta esa cota. De hecho, y prolongando la tradición del sutil ymatizado lenguaje de los bancos centrales, el BCE ha introducido un pequeño gran cambio al respecto. Si en noviembre había explicitado que esos 3 billones eran una "expectativa", en diciembre ha dado un paso más y ha dicho que es una "intención". Como el propio Draghi ha reconocido, constituye un cambio que manifiesta una voluntad. Eso sí, no alcanza el grado de "objetivo" explícito, algo a lo que se opone firmemente el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. En este sentido, y como muestra del debate existente, ha confesado que "no existe unanimidad" en el seno de la entidad con respecto a la evolución del balance.

El panorama dibujado por Draghi allana el terreno para actuar incluso en la primera cita monetaria de 2015, que tendrá lugar el 22 de enero. Y todas las miradas se centran en una opción: la aplicación de un programa de expansión cuantitativa (QE) completo, que incluya ya la compra de deuda pública.

De hecho, muchas de las preguntas que ha recibido el banquero italiano se han centrado en este tema. Y Draghi ha transmitido la impresión de que existe la voluntad de ponerlo en marcha... pero no el acuerdo ni el consenso preciso. Es más, el presidente del BCE ha reconocido que el debate ha estado sobre la mesa, y como muestra de la dispersión aún existente, incluso ha confesado que "se ha discutido comprar todo tipo de activos, como deuda pública y otros títulos, menos oro".

Inflación más baja, menos crecimiento y débil pulso en la transmición monetaria. Con semejante diagnóstico, el Banco Central Europeo (BCE) deja el camino allanado para adoptar más medidas monetarias expansivas en el arranque de 2015. Y así lo ha dejado entrever su presidente, Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior a la última reunión del Consejo de Gobierno de 2014 y la primera en la nueva sede de la entidad.

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