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El desplome del crudo agrava la crisis de Rusia y precipita el hundimiento del rublo
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el dólar roza los 50 rublos

El desplome del crudo agrava la crisis de Rusia y precipita el hundimiento del rublo

Las finanzas rusas se estremecen con el fuerte descenso crudo. El rublo y la bolsa aceleran sus caídas y la sombra de una crisis importante agiganta su figura

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin
El presidente de Rusia, Vladimir Putin

Reacción arruinada. El rublo, que durante la semana pasada y el comienzo de esta había recuperado posiciones, vuelve a sufrir un severo castigo en el mercado de divisas. Esta vez, el epicentro del terremoto se sitúa en Viena y tiene como protagonista a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a su decisión de no recortar su producción de crudo. El desplome de la cotización del oro negro que ha seguido a esa medida cuenta entre sus principales efectos colaterales el hundimiendo de la moneda rusa.

El euro, que el jueves ya se apreció un 3% contra el rublo tras el anuncio de la OPEP, da continuidad a subida este viernes con una apreciación del 2%, hasta los 61,9 rublos. Y el dólar, tras revalorizarse un 3,2% el jueves, suma otro 2,4% y escala hasta los 49,7 dólares. En ambos casos, constituyen los cambios más altos de la historia contra el rublo.

La bolsa rusa también sufre con intensidad, puesto que los inversores son conscientes de que la energía proporciona la mitad de los ingresos de Rusia. El índice RTS se deja un 3,4% y pierde los 1.000 puntos. Camina en los 971, algo que no se veía desde 2009, y en lo que va de año acumula un descenso del 33%.

Y lo mismo ocurre con la deuda pública. La rentabilidad de los bonos rusos a dos años escala al 10,8% y la de los títulos a 10 años sube al 10,5%, unos intereses desconocidos hasta la fecha en Rusia.

La fuerte depreciación del rublo, que en lo que va de año pierde casi un tercio de su valor contra el euro y el dólar, complica además el panorama de Rusia porque acentúa las presiones inflacionistas. En octubre, los precios repuntaron a una tasa interanual del 8,3%, la mayor desde 2011 y más del doble del objetivo de mantenerla en el 4% a medio plazo.

Pero las dificultades rusas no se limitan a la inflación. En paralelo, la economía se enfría por momentos. El pasado 31 de octubre, cuando el Banco de Rusia elevó los tipos de interés del 8 al 9,5%, reconoció que "la tasa de crecimiento en el último trimestre de 2014 y en el primero de 2015 será próxima a cero".

Para acrecentar las dudas que arroja Rusia, acrecentadas también por las sanciones derivadas del conflicto en Ucrania, las reservas en divisa extranjera y oro del país siguen cayendo. Han descendido en las 13 últimas semanas y han adelgazado ya hasta los 420.400 millones de euros, 90.000 millones por debajo del cierre de 2013.

Reacción arruinada. El rublo, que durante la semana pasada y el comienzo de esta había recuperado posiciones, vuelve a sufrir un severo castigo en el mercado de divisas. Esta vez, el epicentro del terremoto se sitúa en Viena y tiene como protagonista a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a su decisión de no recortar su producción de crudo. El desplome de la cotización del oro negro que ha seguido a esa medida cuenta entre sus principales efectos colaterales el hundimiendo de la moneda rusa.

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