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Yellen, Draghi, Kuroda... una generación de banqueros centrales aún aguarda su bautizo
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Yellen, Draghi, Kuroda... una generación de banqueros centrales aún aguarda su bautizo

El mundo se ha 'olvidado' de convivir con las subidas de los tipos de interés. Pero parece que llegarán en 2015. Será el bautismo para varios banqueros centrales

Foto: Mario Draghi y Jenet Yellen, durante una reunión del G-20
Mario Draghi y Jenet Yellen, durante una reunión del G-20

"Enhorabuena, ahora que has subido los tipos de interés ya eres un banquero central". Estas palabras sonaron al otro lado del teléfono. Las pronunció Paul Volcker, quien había presidido la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, entre 1979 y 1987. Y quien las escuchaba era su sucesor, Alan Greenspan, que a comienzos de septiembre de 1987 encareció el precio del dinero por primera vez desde que le relevó en el cargo.

Volcker sabía bien de lo que hablaba. Bajo su batuta, llegó a elevar los tipos hasta el 20% -algo que nunca antes había ocurrido ni ha vuelto a ocurrir- en cuatro momentos distintos, con lo que tuvo tiempo y motivos de sobra para comprobar que lo que verdaderamente curte a un banquero central es subir los intereses. Más que nada, porque resulta impopular, ya que una subida de los tipos complica la vida a las empresas y los hogares -incrementa las cargas financieras- y resta potencial de crecimiento a la economía. Y como esa decisión lleva la rúbrica de un banquero central, pues queda como el malo de la película.

De aquello, claro está, han pasado más de 30 años. Aunque en años monetarios han transcurrido muchísimos más, porque entre esos tipos a doble dígito y la situación actual hay un mundo. Y no solo porque los tipos de interés de los principales países del mundo se encuentran por debajo del 1% o como mucho en este nivel, sino por otro dato: dando por buena la premisa de Volcker, de que un banquero central solo lo es cuando ha subido los tipos, los mayores banqueros centrales del mundo, los que comandan los bancos centrales del G-7, todavía tienen pendiente su bautizo, porque niguno de ellos ha encarecido el precio del dinero. Toda una generación se encuentra aún a la espera de estrenarse, un síntoma evidente de que el mundo se ha olvidado de convivir con las subidas de los tipos de interés... aunque todo indica que deberá refrescar su memoria, porque la situación está previsto que empiece a cambiar ya en 2015.

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Janet Yellen. Preside la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, desde febrero de 2014. Heredó de su predecesor, Ben Bernanke, unos tipos de interés situados entre el 0 y el 0,25% desde diciembre de 2008. Y siguen ahí, en mínimos históricos, seis años después. Aunque la cuenta atrás hacia el bautismo de Yellen ya está en marcha. Todo indica que elevará los tipos por primera vez a mediados de 2015 -la cita marcada por ahora en rojo es la de los días 16 y 17 de junio-, una maniobra que a su vez representaría el primer incremento en EEUU desde junio de 2006.

Al igual que en el anterior ciclo de endurecimiento monetario, que fue puesto en marcha por Alan Greenspan en junio de 2004 y que se prolongó durante dos años -fue rematado ya por Bernanke, que le sucedió a comienzos de 2006-, no se espera que Yellen acometa un rápido encarecimiento del precio del dinero. Por el momento, el consenso de mercado recogido por la agencia financiera Bloomberg, elaborado a partir de los pronósticos de 80 analistas, sitúa los tipos de interés en el 1% a finales de 2015.

Mario Draghi. En noviembre de 2011 se convirtió en el tercer presidente en la historia del Banco Central Europeo (BCE) tras relevar al francés Jean-Claude Trichet. Y, desde luego, el banquero italiano está marcando su sello en la entidad. En tres años, le ha dado tiempo de sobra para imponer cambios gruesos en la institución. Ha modificado el lenguaje de la casa, va a alterar el calendario de reuniones -de 12 al año (una el mes) se pasará a 8 (una cada mes y medio) y ha puesto en marcha medidas monetarias expansivas sin precedentes en el BCE. Pero a lo que no le ha dado tiempo ha sido a elevar los tipos. Los heredó en el 1,5% y en su casillero lucen siete rebajas y ningún repunte, una secuencia que ha terminado con el precio del dinero en el mínimo histórico del 0,05%.

Todo apunta a que, además, no será de los primeros en bautizarse con su primera subida de los intereses. El BCE, de hecho, todavía está pensando en cómo generar nuevos estímulos monetarios con los que intentar reanimar la economía, alejar el fantasma de la deflación -caída general de los precios- y reactivar el crédito. En resumen, un esquema que retrasa como poco hasta 2016 una hipotética subida de los tipos de interés en la Eurozona. Sería curioso que fuera así. A Trichet le costó cinco años reducir los tipos por primera vez -llegó al cargo en 2003 y no dio el primer tijeretazo hasta octubre de 2008-; a Draghi le llevaría otros cinco... subirlos.

Mark Carney. Si hay una excepción en el panorama actual, la pone Carney. Es el único de los actuales banqueros centrales que ya sabe lo que es subir los tipos. Lo hizo cuando gobernó el Banco de Canadá. En 2010, una vez pasada la época más dura la crisis, se atrevió a elevar el precio del dinero en tres ocasiones, para conducirlo del 0,25 al 1%. Pero ahora ya no encabeza esa institución. Actualmente es el gobernador del Banco de Inglaterra, tras ser fichado para el cargo en 2013, y en suelo británico los tipos llevan congelados en el 0,5% desde 2009. Es decir, aún está por llegar su primer aumento de los intereses como el mandamás de la Vieja Dama de Threadneedle Street.

Eso sí, salvo sorpresa será el primero de los actuales banqueros centrales en apretar el gatillo. Él mismo ha sugerido ya que podría incrementar los tipos durante la primavera de 2015, aunque los analistas nos descartan en que inicie las subidas en el primer trimestre de 2015.

Haruhiko Kuroda. El que no tiene pinta de subir los intereses pronto, ni siquiera tarde, es el gobernador del Banco de Japón. En el cargo desde abril de 2013, heredó los tipos en el 0,1%, siguen en ese nivel y no parece que se vayan a mover durante una larga temporada. De hecho, acaba de redoblar sus esfuerzos expansivos, mediante la impresión de más yenes, con el objetivo de reactivar la economía japonesa y derrotar de una vez por todas a la deflación, presente en Japón casi de forma constante desde hace más de una década.

En su caso, no se esperan cambios en los tipos de interés ni en 2014 ni en 2015. Como pronto, y como en el caso del BCE, Japón no encarecerá el precio del dinero hasta 2016.

Stephen Poloz. Sucedió a Carney al frente del Banco de Canadá a mediados de 2013. En ese momento, los tipos de interés se encontraban en el 1%. Y permanecen ahí, porque Poloz todavía no los ha tocado... aunque esa decisión podría no estar lejos. El consenso de mercado que recoge la agencia financiera Bloomberg contempla la posibilidad de que la entidad canadiense incremente los tipos a lo largo de 2015. De este modo, Canadá se sumaría a los países que ya tientan el terreno para acometer una progresiva normalización de las condiciones monetarias.

Aunque estos son los banqueros centrales más importantes porque manejan las palancas monetarias de los países del G-7, no son los únicos casos dentro del mundo desarrollado en los que no se ven aumentos de los tipos de interés desde hace años.

En Suiza, Thomas Jordan, gobernador de la entidad desde 2012, tampoco ha subido aún los tipos, que se encuentran entre el 0 y el 0,25% desde 2011. El gobernador del Bano de Noruega, Oystein Olsen, accedió al puesto en 2011 y en su caso le dio a tiempo a subir una vez los intereses en la primera mitad de ese mismo año, aunque desde entonces no ha vuelto a hacerlo, en tanto que los ha reducido en dos ocasiones y los mantiene en el 1,5% desde 2012. Y el más veterano de los actuales banqueros centrales, el sueco Stefan Ingves, que gobierna el Banco de Suecia desde 2006, sí ha encarecido el precio del dinero en varias ocasiones, aunque la última vez se remonta ya a 2011. Ahora lucha contra las presiones deflacionistas que también sufre Suecia y a finales de octubre recortó los tipos hasta el 0%.

"Enhorabuena, ahora que has subido los tipos de interés ya eres un banquero central". Estas palabras sonaron al otro lado del teléfono. Las pronunció Paul Volcker, quien había presidido la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, entre 1979 y 1987. Y quien las escuchaba era su sucesor, Alan Greenspan, que a comienzos de septiembre de 1987 encareció el precio del dinero por primera vez desde que le relevó en el cargo.

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