"Los dos peligros de España: las tensiones separatistas y la sostenibilidad de la deuda"
Léon Cornelissen, economista jefe de Robecco, no tiene ninguna duda de que al Banco Central Europeo no le temblará la mano a la hora de poner en marcha un QE
Léon Cornelissen, economista jefe de Robecco, no tiene ninguna duda de que al Banco Central Europeo (BCE) no le temblará la mano a la hora de poner en marcha un QE (programa de expansión cuantitativa, quantitive easing en inglés) en cuanto la economía de la Eurozona lo requiera, independientemente de la oposición del Bundesbank alemán. En este sentido, si los temores sobre la paralización de Alemania, surgidos a raíz de los malos datos conocidos recientemente, se materializasen, el experto adelanta que se llevarán a cabo más acciones políticas destinadas a debilitar el euro.
Así lo explicó durante su asistencia a la primera regata de la Volvo Oceans Race, que partió este fin de semana desde el puerto de Alicante y en la que la gestora Robecco se ha implicado activamente con su patrocinio del equipo Brunel.
PREGUNTA: El Banco Central Europeo (BCE) está preocupado por la ralentización de la recuperación económica… ¿Es real el riesgo de una japonización de la Eurozona?
RESPUESTA: La Eurozona tiene que reequilibrarse. La competitividad en Francia e Italia tiene que mejorar, en parte con una reforma del mercado laboral. Pero lo que podría ayudar es una desinflación en estos países frente a la inflación en Alemania. A la luz de los elevados ratios de deuda, esto sería más fácil en un entorno de mayor inflación en la Eurozona. No creo que la japonización sea un problema tan importante como la presión para que se lleven acabo acciones más eficaces si la situación no mejora. El ejemplo más reciente que tenemos en este sentido es la revuelta que se ha formado con el pacto fiscal en Francia.
P: Los últimos datos en Alemania muestran que el motor de la Eurozona se está parando. ¿Qué se puede esperar si se confirma esta tendencia?
R: En el segundo trimestre la economía de la Eurozona llegó, básicamente, a un punto muerto y las últimas cifras no presagian nada bueno para el tercer trimestre, a pesar de que persisten los problemas con la estacionalidad (las vacaciones escolares en Alemania son más tarde que la media) y que los datos en Alemania son particularmente volátiles (por lo que no se debe atender demasiado a las cifras mensuales).
Sin embargo, el crecimiento parece que está siendo mediocre. Un factor importante es la caída de la inversión como consecuencia de la incertidumbre política causada por la crisis de Ucrania. Ahora que esto parece que va a terminar en un punto muerto, es probable que se produzca un aumento. Sin embargo, si la paralización se materializase, es más que probable que viéramos más acción política para debilitar al euro.
P: ¿Cree que el Banco Central Europeo (BCE) va a poner en marcha un QE en Europa o la sola promesa de hacerlo va a hacer que los mercados lo descuenten de antemano y finalmente no sea necesario?
R: El BCE ya ha comenzado con el llamado QE a través de su programa de titulizaciones senior (ABS). Si la economía de la Eurozona se debilitara sustancialmente desde el punto en que nos encontramos, sin duda se intentará solucionarlo con un QE más amplio.
Pero con la rentabilidad de los bonos alemanes por debajo del 1%, no se puede esperar mucho de este programa: las rentabilidades no pueden bajar mucho más, aunque podría mantener las primas de riesgo dentro de la Eurozona estrictamente bajo control.
P: ¿Cree que Alemania va a permitir a Draghi actuar?
R: Los políticos alemanes van a permitir a Draghi actuar (si las necesidades apremian) y esto neutralizará la oposición del Bundesbank, principalmente de Weidmann.
P: Parece que los mercados no le están prestando especial atención a la situación económica en Francia. ¿Se debería estar preparado para otro colapso?
R: La economía francesa está yendo lenta, pero no se va a derrumbar. Tiene un problema de competitividad que disminuirá poco a poco. Al mercado no le importa realmente el diferencial entre el bono alemán y el francés. Esta es la prueba de la imposibilidad política de Alemania de dejar caer a Francia. Ambos países están condenados a entenderse. Esperamos que Francia vuelva a darse un margen de maniobra en el presupuesto.
P: ¿Qué países de la Eurozona ofrecen las oportunidades de inversión más interesantes?
R: Para la renta fija nosotros seguimos prefiriendo sobreponderar la periferia. Para la renta variable, claramente preferimos Alemania (con el actual momento de pesimismo sobre el ciclo en el mercado) y en menor grado Italia.
P: En su último informe llama la atención sobre España y los inversores de bonos, que no ven el peligro que supone el elevado nivel de deuda pública del país. ¿Cuál es el mayor peligro en este sentido?
R: El mayor peligro puede ser una repentina pérdida de la confianza por parte de los tenedores de bonos extranjeros sobre la deuda soberana de España. No se debe poner a prueba la tolerancia del mercado llevando los ratios de elevados déficits públicos al límite y las tensiones separatistas deben manejarse con cuidado.
P: Con la rentabilidad de los bonos españoles en mínimos históricos y la bolsa arriba un 70% desde de julio de 2012… ¿España sigue siendo un mercado interesante para invertir?
R: En términos relativos, España es actualmente una de las economías que mejor lo están haciendo en la Eurozona y es todavía un mercado interesante para invertir. Sin embargo, las valoraciones están relativamente altas.
P: ¿Cuáles son los mayores peligros a los que se enfrenta la economía española?
R: Las tensiones separatistas, que han aumentado hasta el punto de ebullición, y la sostenibilidad de la deuda, puesta en duda por las políticas presupuestarias irresponsables.
P: Finalmente, ¿qué sectores ofrecen las mejores oportunidades de cara a la recta final del año y el primer trimestre de 2015?
R: El sector financiero, que va a pasar sin dificultades el análisis de calidad de activos (AQR) y va a seguir contando con el apoyo del BCE; y el sector industrial, con la moderación salarial y a la espera del fortalecimiento de Latinoamérica después de las elecciones de Brasil.
Léon Cornelissen, economista jefe de Robecco, no tiene ninguna duda de que al Banco Central Europeo (BCE) no le temblará la mano a la hora de poner en marcha un QE (programa de expansión cuantitativa, quantitive easing en inglés) en cuanto la economía de la Eurozona lo requiera, independientemente de la oposición del Bundesbank alemán. En este sentido, si los temores sobre la paralización de Alemania, surgidos a raíz de los malos datos conocidos recientemente, se materializasen, el experto adelanta que se llevarán a cabo más acciones políticas destinadas a debilitar el euro.