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Del castigo a IAG a la especulación en Chimerix: el ébola cotiza en los mercados
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Del castigo a IAG a la especulación en Chimerix: el ébola cotiza en los mercados

El primero caso del ébola en España tiene su particular impacto en la bolsa. Sufrió el sector turístico, aunque también hubo compras en las empresas farmacéuticas

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El dinero no huele. Pero sí tiene miedo. Por eso, cuando la incertidumbre o una amenaza de consecuencias impredecibles emerge, por muy incipiente que sea, genera un repliegue inmediato. Ventas preventivas es el término que se aplica en esos episodios. Y eso mismo, esas ventas preventivas, es lo que ocurrió este martes en los mercados en torno al caso de ébola detectado en España.

"Falta mucha información. Es imposible conocer el alcance real y las consecuencias que se pueden derivar, pero no cabe duda de que preocupa, y cuando eso ocurre es normal que los inversores reaccionen con ventas", reconoce un analista bursátil. Y claro, esas ventas preventivas se apoyan en un esquema básico: como esa incertidumbre puede afectar al sector turístico, se venden principalmente las acciones de las compañías aéreas, hoteleras y turísticas. En especial, las de pasaporte español, pero también las europeas.

"Este tipo de noticias suele tener un impacto sobre los valores que se puedan ver afectados por una reducción del número de turistas", explica Iván San Félix, analista de Renta 4. "Que esta caída esté fundamentada es otra cosa, pero sí es cierto que en un primer momento lo que pesa es el miedo a que se produzca una reducción del tráfico aéreo", continúa el experto.

La aerolínea IAG está sufriendo en primera persona esas ventas. Sus títulos, que cayeron un 6,6%, hasta los 4,41 euros, lejos de rebotar retroceden otro 2%. Tras los grandes pesos pesados del Ibex 35 (Santander, BBVA, Telefónica e Inditex), cuyo comportamiento siempre es el que más pesa al alza y a la baja en el índice, fueron los que más influyeron en que el indicador se dejara ayer un 2,02% y fuera el peor entre los principales de Europa. Fuera del Ibex, NH Hoteles se dejó un 4,8%, hasta los 3,495 euros (hoy rebotaba un 0,7%), y Meliá Hotels, un 1,9%, hasta los 7,8 euros (hoy sube un 0,7%). En ambos casos, esos retrocesos llevaron a las acciones hasta sus cotizaciones más bajas del año.

Europa no fue inmune al impacto de esas ventas. Dentro del índice Stoxx 600, el subíndice que peor se comportó fue el de turismo y ocio, con una caída diaria del 3,2%. Además del castigo a los títulos de IAG, EasyJet y Lufthansa bajaron más de un 5%; Ryanair y Air France, entre un 4,5 y un 5%; y Tui e Intercontinental, entre un 3 y un 4%.

La principal excepción a estas ventas procedió de Estados Unidos. Allí, los inversores se lanzaron a comprar títulos de la farmacéutiva Chimerix. La Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) autorizó que su fármaco brincidofovir fuera suministrado al paciente Thomas Eric Duncan, la primera persona diagnosticada con ébola en EEUU. Las acciones de Chimerix llegaron a dispararse este martes más de un 12% y tocaron los 35 dólares, el precio más alto de su historia como empresa cotizada. En el conjunto de las cinco últimas jornadas, se ha disparado un 25% en el parqué.

La otra cara de la moneda la vivió la canadiense Tekmira Pharmaceuticals. Sus títulos, que se habían disparado más de un 40% entre el 29 de septiembre y el 3 de octubre por las expectativas en torno a su fármaco TKM-Ebola, se han desinflado más de un 20% en las dos últimas jornadas, hasta los 23 dólares, porque esas expectativas se han enfriado.

El dinero no huele. Pero sí tiene miedo. Por eso, cuando la incertidumbre o una amenaza de consecuencias impredecibles emerge, por muy incipiente que sea, genera un repliegue inmediato. Ventas preventivas es el término que se aplica en esos episodios. Y eso mismo, esas ventas preventivas, es lo que ocurrió este martes en los mercados en torno al caso de ébola detectado en España.

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