España se financia a 30 años al menor interés de su historia

Tesoro lo vuelve a hacer: otro mínimo histórico en la rentabilidad de su deuda. Parece mentira que hace sólo dos años el país estuviera al borde del rescate con el bono a diez años en el 7%. La subasta de hoy ha vuelto a poner de manifiesto que el mercado cree en España o, en su defecto, en la sombra alargada del Banco Central Europeo (BCE). La subasta de hoy se ha saldado de la mejor manera posible: 3.000 millones de euros, el máximo previsto, en bonos a diez y treinta años con una fuerte caída de la rentabilidad en el plazo más largo.

Concretamente, la secretaría dependiente del Ministerio de Economía ha captado 714 millones de euros en obligaciones con vencimiento en octubre de 2044 y cupón del 5,15% por el que ha pagado un 3,594% frente al 4,043% del pasado mes de julio. En el caso del bono a diez años, el interés ha sido del 2,272% frente al 2,686% del pasado mes de agosto para un cupón del 2,75%. Además, la demanda también ha subido para el plazo más largo hasta 1,99 veces frente a las 1,82 veces de julio.

Inmediatamente después de la subasta cambiaba la tendencia para la deuda española en el Mercado Secundario. De las suaves subidas de los intereses a primera hora a un comportamiento casi plano con tentativa de bajada. El tipo del diez años se situaba en el 2,27%, con la prima de riesgo en los 133 puntos básicos.

De esta manera, España consigue aprovechar la situación general del mercado para financiarse a muy largo plazo, nada menos que a 30 años, a un interés menor, incluso, de lo que históricamente se ha pagado por sus bonos con más tiempo de vida. Es cierto que no se puede comparar con la media histórica del bono a treinta años, ya que la primera vez que el Tesoro emitió una referencia así fue el año pasado pero, teniendo en cuenta que el interés medio de los bonos a diez años de los últimos quince años se encuentra en el 4,5%, el 3,5% que ha pagado hoy puede dar una idea de cómo están las cosas para la renta fija.

Y es que la subasta de este jueves ha coincidido con la cita que vienen esperando los inversores con especial interés desde la semana pasada cuando los datos preliminares del IPC (índice de precios al consumo) del Eurostat mostraron un aumento de las presiones deflacionistas en la Eurozona, el principal caballo de batalla que tiene ahora el BCE sobre la mesa. Hoy se reune el regulador monetario y a partir de las 14:30 horas, su presidente, Mario Draghi, dará las claves de la visión de la institución sobre la situación actual, con una inflación que se situó en el 0,3% en agosto, una décima menos que en julio tras la menor subida de los precios desde octubre de 2009.

De hecho, las especulaciones sobre la posibilidad de que, más pronto que tarde, el BCE vaya a poner en marcha un programa de flexibilización cuantitativa (QE) han llevado a una fuerte caída de las rentabilidades de los bonos europeos en las últimas sesiones, cuando el español ha llegado a situarse -como ya hizo en julio- en su nivel más bajo desde mayo de 2010, momento del estallido definitivo de la crisis de deuda con el rescate de Grecia y la rebaja de la calificación de España y Portugal por parte de las agencias de rating.

Con la subasta de hoy, el Tesoro ya tiene cubierto el 80,7%, 104.347 millones del programa de emisión a medio y largo plazo para 2014 cuanto todavía tiene cuatro meses por delante. Así, el organismo no volverá a acudir a los mercados hasta el 16 de septiembre con una subasta de letras a 6 y 12 meses, antes de que el 18 de septiembre emita más bonos. Eso, claro, si no vuelve a salir con otra colocación sorpresa como la de este pasado lunes, que emitió 1.000 millones de euros de una nueva referencia a 50 años.