El desembarco español de Jefferies y el bullicioso futuro de Arcano

Es difícil pronosticar el futuro, pero sí es algo más fácil identificar tendencias. En el mundo de la banca de negocios, que los gigantes suizos UBS y Credit Suisse mantienen un declinar sostenido, más allá de su gráfico bursátil o del agujero anual en sus cuentas de resultados, es casi una obviedad. Tampoco admite mucho debate que parte de ese espacio lo van ocupando nuevas entidades financieras, ya sean competidores locales o internacionales.

El último ejemplo lo ha protagonizado el banco estadounidense Jefferies, que antes del verano fichó a una parte de la cúpula internacional de Credit Suisse, con derivadas en el mercado español por partida doble (o triple). La más inmediata afectó al banquero Armando Rubio, con más dos décadas en la entidad suiza, que desde este verano es responsable para EMEA del negocio de Instituciones Financieras (FIG), ya bajo la marca de Jefferies.

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La segunda tiene que ver con los planes del banco de negocios estadounidense para España en particular. Rubio, que para desarrollar la práctica sectorial ha completado un nuevo equipo con seis banqueros senior, compaginará su mandato global con los galones de ‘country head’. Y aunque sea a otro ritmo, Jefferies trabaja ya para abrir oficina en la capital con equipo local y alguna incorporación de campanillas.

A todo esto, hay una tercera derivada en juego y tiene que ver con Arcano. El banco de negocios español es socio de Jefferies desde hace seis años (2015) bajo la clásica alianza estratégica para compartir clientes internacionales que requieren servicios locales (o viceversa). En total, cerca de 10 operaciones durante este periodo, un porcentaje muy pequeño del ‘deal flow’ ejecutado durante sus dos décadas de funcionamiento.

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Aun así, la alianza Jefferies-Arcano está llamada a revisión o cancelación. Aunque el futuro no está escrito, los planes de la firma estadounidense pueden ser incompatibles con la colaboración actual. Este desenlace suma un puntito más a la bulliciosa conversación que hay en el mercado sobre el futuro de la firma española, alimentada durante este año tras el trágico fallecimiento de Jaime Carvajal, su consejero delegado y accionista de referencia.

Desde que Álvaro de Remedios quedó 'huérfano' al frente de Arcano, las especulaciones sobre la recomposición accionarial del banco de negocios se han sucedido con cierta recurrencia, aunque sin aparente fundamento. La firma es propiedad de sus 19 socios —Carvajal era uno de los accionistas de referencia— y tiene vocación de independencia, aunque más de una vez ha sido tanteada por marcas internacionales.

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Además, los últimos movimientos de Arcano han contribuido a esa espiral de ruido. La fusión de la filial de asesoramiento patrimonial con la gestora de activos a finales del año pasado fue el preámbulo de la venta de su unidad 'multi family office' (poco volumen), mientras otras áreas de negocio afrontan el relevo generacional de los socios principales, como pasó con Jorge Vasallo (Fusiones) y ocurrirá con Eduardo Fernández-Cuesta (Inmobiliario).

Mientras el aterrizaje de Jefferies toma cuerpo, Arcano consiguió cerrar el año de la pandemia con números similares a las cifras récord de 2019, y este ejercicio prometen ser buenos. Álvaro de Remedios trabaja en una solución interna para reordenar el accionariado de la firma, que no impide posibles alianzas con terceros para seguir creciendo. La operación de Altamar con una gestora alemana es un posible ejemplo. El tiempo dirá qué camino siguen.