El viaje eléctrico de Ignacio Herrero, de Bilbao a Beijing sin pisar Iberdrola

No hay verano que se precie sin picos de calor, sin tormentas torrenciales ni sin fichajes de campanillas, ya sean los de ‘Marca’ o el ‘Financial Times’. Esta vez, la fanfarria sobre la (no) llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid ha eclipsado casi todo lo demás, salvo lo referente a los precios máximos de la luz, un caldo de cultivo ideal donde los políticos han vuelto a demostrar la utilidad del kilovatio para ser usado como perfecta arma arrojadiza.

Sin ahondar en los desvelos de Florentino Pérez, que también jugó a magnate del sector energético, su primer gran gatillazo, este verano ha dejado un movimiento singular en este sector. Y lo ha sido por la dimensión del actor, el gigante eléctrico China Three Gorges, bajo control del Gobierno de Xi Jinping, y por su derivada española, pues el nuevo consejero delegado para toda Europa es por primera vez un occidental, en concreto, el bilbaíno Ignacio Herrero.

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China Three Gorges (CTG), cuyo nombre se debe a la gigantesca presa del río Yang Tse, es la principal compañía de renovables del mundo. Inició su expansión internacional hace ya 10 años, aprovechando la asfixia financiera de los países del sur de Europa, con la adquisición del 23% de la portuguesa EDP. Aquella oportunidad le llegó de la mano de Herrero, entonces banquero de negocios para Credit Suisse, y fue el comienzo de la conexión Bilbao-Beijing.

La carrera de Herrero cambió hace cinco años, cuando colgó los hábitos de banquero para asumir galones ejecutivos en la eléctrica china como vicepresidente, siendo su punta de lanza para Europa. Lo intentó a lo grande en 2018, como cerebro de la oferta para controlar EDP, que pese a no prosperar sirvió para que el español se afianzara como peso pesado del 'board' y valedor ahora del nuevo hombre fuerte de la portuguesa, Miguel Stilwell.

La carrera de Herrero cambió hace cinco años, cuando colgó los hábitos de banquero para asumir galones ejecutivos en la eléctrica china

En paralelo a EDP, el propio gigante chino ha ido extendiendo sus tentáculos por diferentes países europeos (Portugal, Reino Unido, Alemania y Grecia) hasta aterrizar en España. En los últimos 12 meses, Herrero ha completado dos adquisiciones para formar una plataforma de 1GW de generación renovable: primero con X-Elio (solar) y luego con los activos de la familia Masaveu (eólico). Y para ambos ‘deals’ logró el visto bueno imprescindible de Moncloa.

Sin embargo, ni Herrero ni CTG lo tienen fácil. Para competir y crecer en Europa, deben cambiar muchas cosas. Enfrente están las grandes ‘utilities’ europeas, fondos de inversión y el recelo no disimulado de Bruselas a la expansión de China en sectores considerados estratégicos. Tal vez, la promoción del español como consejero delegado forme parte de ese esfuerzo por homologarse, en paralelo a otros movimientos, como la apertura del capital de CTG a inversores.

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Está por ver hasta qué punto CTG se confirma como una ‘rara avis’ en el ecosistema de las 'state owned enterprises' (SOE) chinas y cómo y cuánto influye el peso político, sobre todo tras ver lo ocurrido recientemente con los gigantes tecnológicos Tencent y Alibaba. En el caso de la energética, fue la primera compañía de referencia en saltar al exterior y en abrir su accionariado, y ha sido también la primera en realizar un nombramiento como el de Herrero.

Un fichaje bomba habría sido la llegada del financiero bilbaíno a una eléctrica española, como por ejemplo Iberdrola, donde su apellido tiene hondas raíces. El hombre fuerte de CTG es hijo de Javier Herrero, quien fuera durante décadas ingeniero industrial de Iberduero y tres años (1998-2001) consejero delegado de la fusionada con Hidrola, donde le sucedió en el puesto Ignacio Sánchez Galán. Solo 20 años después, otro Herrero manda en el kilovatio para Beijing.