Fallece Luis Noé Fernández, fundador de Alimerka
Ayer falleció, a los 53 años de edad, Luis Noé Fernández, fundador, presidente y principal accionista de Alimerka, la mayor cadena asturiana de supermercados. Según fuentes de la
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Ayer falleció, a los 53 años de edad, Luis Noé Fernández, fundador, presidente y principal accionista de Alimerka, la mayor cadena asturiana de supermercados. Según fuentes de la compañía, hace año y medio se le diagnosticó una enfermedad grave y ayer murió de forma inesperada cuando se encontraba trabajando en su despacho en la sede de la empresa. El funeral tendrá lugar esta tarde, a las 17.00 horas, en la iglesia de San Juan el Real de Oviedo.
La muerte del creador e impulsor de Alimerka se produce en plena expansión de la compañía, con crecimientos de su plantilla a ritmos del 10% anual en las regiones en las que opera (Asturias, Castilla y León y Galicia) y cuando está acometiendo un fuerte plan de inversión con la construcción, ya muy avanzada, de una gran plataforma logística en Lugo de Llanera, con un presupuesto de 40 millones.
La continuidad de la compañía recae ahora sobre el equipo de colaboradores que supo forjar en los últimos 20 años (a los que hace un mes se incorporó como director general Javier Cuesta, ex director de la Cámara de Comercio de Oviedo) y sobre el hijo primogénito del empresario, Alejandro, de 28 años, que lleva año y medio en el grupo.
Sus hombres de confianza en la empresa expresaron ayer su reconocimiento y admiración por la labor desarrollada por el presidente de la compañía, al que retrataron como un dirigente con capacidad de liderazgo, al tiempo que manifestaron la firme voluntad del grupo de dar continuidad a los proyectos y a la estrategia de crecimiento, siguiendo el impulso de su creador.
Luis Noé Fernández, un empresario hecho a sí mismo y que se formó en el comercio desde muy joven, fue capaz, con el auxilio de un equipo de incondicionales, a los que dirigió con un fuerte liderazgo, de convertir Alimerka, en apenas dos décadas, en la decimosexta organización comercial más importante del país por superficie de venta y en la empresa líder del comercio en Asturias, con una cuota de mercado del 29% por superficie.
En este tiempo, y a partir de la inauguración de un supermercado en 1987 en la calle Sargento Provisional de Oviedo, Alimerka ha logrado encaramarse a posiciones cimeras en el «ranking» empresarial de la comunidad: es la compañía de capital asturiano más importante por el número de empleados (5.200, de ellos 4.500 en Asturias), el segundo empleador privado en el Principado, sólo por detrás de la multinacional del acero Arcelor-Mittal, y la sexta compañía de la región por facturación (550 millones de euros en 2008).
Con el fallecimiento de Luis Noé Fernández desaparece uno de los empresarios más importantes de la región (era miembro del comité ejecutivo de la patronal asturiana FADE, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo y secretario de la Asociación de Supermercados de Asturias), pero también una de las figuras más discretas de la economía asturiana. Pese a que su empresa tiene relación diaria y cotidiana con más de 180.000 clientes en sus 170 establecimientos, presentes en 34 de los 78 municipios de la comunidad, siempre eludió el protagonismo personal, apenas hizo comparecencias o declaraciones públicas y declinó cualquier personalización de un éxito empresarial cuya autoría siempre compartió con su equipo de colaboradores.
Nacido en Moreda en 1955, su relación con el comercio arranca ya en su infancia. Sus padres, naturales de Grado (el progenitor, de Borondes, y la madre, de La Mata) y a los que en ocasiones acompañó en sus visitas a los mercados semanales de la villa moscona, regentaban un comercio de ultramarinos en la principal localidad allerana, que, posteriormente, avanzados los años sesenta, trasladaron al barrio ovetense de Vallobín.
Huérfano de padre siendo apenas un adolescente, Luis Noé Fernández ayudó a la madre, junto a sus dos hermanos, en el negocio, mientras cursaban estudios. Acabado el Bachillerato, el empresario ahora fallecido inició su vida laboral, y con 20 años tuvo su primera experiencia en el gran comercio, cuando se incorporó, en 1975, a los grandes almacenes Galerías Preciados, la compañía fundada por otro asturiano de Grado, Pepín Fernández, y que ese año abrió sucursal en Oviedo. Luis Noé Fernández trabajó en la sección de telas de Galerías y, dos años después, en 1977, fichó por el primer hipermercado que se instaló en Asturias: la cadena Hiper (luego Pryca y actualmente Carrefour), entonces de capital franco-español.
Ayer falleció, a los 53 años de edad, Luis Noé Fernández, fundador, presidente y principal accionista de Alimerka, la mayor cadena asturiana de supermercados. Según fuentes de la compañía, hace año y medio se le diagnosticó una enfermedad grave y ayer murió de forma inesperada cuando se encontraba trabajando en su despacho en la sede de la empresa. El funeral tendrá lugar esta tarde, a las 17.00 horas, en la iglesia de San Juan el Real de Oviedo.
La muerte del creador e impulsor de Alimerka se produce en plena expansión de la compañía, con crecimientos de su plantilla a ritmos del 10% anual en las regiones en las que opera (Asturias, Castilla y León y Galicia) y cuando está acometiendo un fuerte plan de inversión con la construcción, ya muy avanzada, de una gran plataforma logística en Lugo de Llanera, con un presupuesto de 40 millones.
La continuidad de la compañía recae ahora sobre el equipo de colaboradores que supo forjar en los últimos 20 años (a los que hace un mes se incorporó como director general Javier Cuesta, ex director de la Cámara de Comercio de Oviedo) y sobre el hijo primogénito del empresario, Alejandro, de 28 años, que lleva año y medio en el grupo.
Sus hombres de confianza en la empresa expresaron ayer su reconocimiento y admiración por la labor desarrollada por el presidente de la compañía, al que retrataron como un dirigente con capacidad de liderazgo, al tiempo que manifestaron la firme voluntad del grupo de dar continuidad a los proyectos y a la estrategia de crecimiento, siguiendo el impulso de su creador.
Luis Noé Fernández, un empresario hecho a sí mismo y que se formó en el comercio desde muy joven, fue capaz, con el auxilio de un equipo de incondicionales, a los que dirigió con un fuerte liderazgo, de convertir Alimerka, en apenas dos décadas, en la decimosexta organización comercial más importante del país por superficie de venta y en la empresa líder del comercio en Asturias, con una cuota de mercado del 29% por superficie.
En este tiempo, y a partir de la inauguración de un supermercado en 1987 en la calle Sargento Provisional de Oviedo, Alimerka ha logrado encaramarse a posiciones cimeras en el «ranking» empresarial de la comunidad: es la compañía de capital asturiano más importante por el número de empleados (5.200, de ellos 4.500 en Asturias), el segundo empleador privado en el Principado, sólo por detrás de la multinacional del acero Arcelor-Mittal, y la sexta compañía de la región por facturación (550 millones de euros en 2008).
Con el fallecimiento de Luis Noé Fernández desaparece uno de los empresarios más importantes de la región (era miembro del comité ejecutivo de la patronal asturiana FADE, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo y secretario de la Asociación de Supermercados de Asturias), pero también una de las figuras más discretas de la economía asturiana. Pese a que su empresa tiene relación diaria y cotidiana con más de 180.000 clientes en sus 170 establecimientos, presentes en 34 de los 78 municipios de la comunidad, siempre eludió el protagonismo personal, apenas hizo comparecencias o declaraciones públicas y declinó cualquier personalización de un éxito empresarial cuya autoría siempre compartió con su equipo de colaboradores.
Nacido en Moreda en 1955, su relación con el comercio arranca ya en su infancia. Sus padres, naturales de Grado (el progenitor, de Borondes, y la madre, de La Mata) y a los que en ocasiones acompañó en sus visitas a los mercados semanales de la villa moscona, regentaban un comercio de ultramarinos en la principal localidad allerana, que, posteriormente, avanzados los años sesenta, trasladaron al barrio ovetense de Vallobín.