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Bruselas autoriza, con condiciones, a Galp comprar la red de gasolineras Esso en España y Portugal
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Bruselas autoriza, con condiciones, a Galp comprar la red de gasolineras Esso en España y Portugal

La Comisión Europea autorizó hoy, con condiciones, a la petrolera portuguesa Galp comprar la red de gasolineras Esso en España y Portugal y una parte de

Las tres empresas que adquiere la empresa lusa son filiales de la petrolera estadounidense ExxonMobil. El Ejecutivo comunitario consideró que la operación, tal y como se había notificado inicialmente, no alteraría significativamente la estructura de los mercados en España ya que existen varios rivales fuertes que seguirán ejerciendo una presión competitiva sobre la entidad resultante de la fusión.

En cambio, en el caso de Portugal, Bruselas concluyó que la compra plantearía problemas de competencia en algunos mercados del petróleo refinado: las ventas al por mayor de gasoil, el gas licuado del petróleo (GLP) en botellas, el GLP a granel y el mercado de carburantes y combustibles para la aviación. En todos estos mercados, Galp tenía importantes cuotas de mercado antes de la transacción y la fusión hubiera supuesto una consolidación de su posición dominante.

Para resolver estos problemas de competencia, Galp propuso desprenderse de un terminal marino, que opera también como planta de embotellado de GLP, instalación de almacenamiento para combustibles líquidos y GLP y planta mezcladora de lubricantes.

Además, la empresa portuguesa se comprometió a vender algunas participaciones de Esso en empresas aeroportuarias en participación y otros activos de operaciones de puesta a bordo en aeropuertos portugueses. La desinversión incluye también personal, clientes y contratos de suministro.

Tras contrastar estos compromisos con otras empresas del sector interesadas, la Comisión concluyó que las actividades que se venderán serán viables y que las desinversiones resolverán todos los problemas de competencia detectados.

Las tres empresas que adquiere la empresa lusa son filiales de la petrolera estadounidense ExxonMobil. El Ejecutivo comunitario consideró que la operación, tal y como se había notificado inicialmente, no alteraría significativamente la estructura de los mercados en España ya que existen varios rivales fuertes que seguirán ejerciendo una presión competitiva sobre la entidad resultante de la fusión.