La India creció un 9,1% en el primer semestre del año fiscal

La economía india creció un 9,1 por ciento en el primer semestre del año fiscal, marcado por una fuerte apreciación de la rupia respecto al dólar que podría poner en peligro el crecimiento del país, según el Gobierno.

"Las crecientes entradas de capital pueden tener un impacto en los indicadores macroeconómicos a través de los valores de cambio", reconoció el ejecutivo indio durante la presentación ante el Parlamento del Informe Semestral económico indio.

El primer semestre del presente año fiscal, que comenzó en abril, ha estado caracterizado por una entrada masiva de capitales que ha agravado el déficit de cuenta corriente indio mientras que, según el informe, "la capacidad de la economía para absorber esas entradas no ha crecido al mismo ritmo".

La entrada de capitales ha tenido un efecto fulminante sobre la rupia, que se ha apreciado un 15,1 por ciento respecto al dólar entre octubre de 2006 y octubre de 2007 y ha puesto en un brete a los exportadores del país.

El Gobierno asegura en el informe que concederá ayudas a corto plazo para los afectados por la fortaleza de la rupia, si bien considera que las soluciones estructurales pasan por una mejora de la productividad.

El informe gubernamental destaca además que la India ha crecido de forma robusta los últimos cuatro años, y que el aumento registrado en el primer semestre (abril-septiembre) confirma la tendencia.

A pesar del dato del crecimiento, el Gobierno ha admitido que este debe ser más inclusivo con la población para que los beneficios sean compartidos por todos los sectores de la sociedad.

En el período 2004-05, el 28 por ciento de la población estaba por debajo de la línea de la pobreza, frente al 36 por ciento que se encontraba en esa situación una década antes, según la agencia india de noticias PTI.

El crecimiento de la economía india está empujado por el buen comportamiento de la industria -que creció un 9,8- y los servicios -un 10,4 por ciento-, aunque según el informe persisten los desafíos en el sector agrícola y en la absorción de la mano de obra en sectores productivos.

El Gobierno se felicita además por los datos de la inflación, que tras 68 semanas logró situarse por debajo del 4 por ciento, la creación de 47 millones de empleos en seis años o la mejora de la competitividad industrial.