Los diamantes brillan como inversión refugio entre las grandes fortunas por la incertidumbre económica

Una serie de ventas de espectaculares diamantes la semana pasada demostraron que las personas más ricas del mundo siguen dispuestas a gastar, compensando una decepcionante subasta de arte que algunos habían considerado como un augurio de depresión económica.

Los temores de que los superricos podrían no ser inmunes a la crisis crediticia aumentaron cuando un paisaje de Vincent van Gogh se quedó sin vender en una subasta de Sotheby's en lugar de alcanzar un precio esperado de entre 28-35 millones de dólares.

Sin embargo, Christie's vendió el jueves un poco frecuente diamante rojo por una cifra récord de 2,6 millones de dólares (1,8 millones de euros), mientras que el fundador de la marca Guess Jeans, Georges Marciano, compró un enorme diamante por 16 millones de dólares un día antes, la segunda piedra más cara vendida en una subasta.

"Con la sombra de la recesión económica cerniéndose sobre Estados Unidos, estos resultados mixtos de subastas parecen una corrección y marcan el tono para el futuro mercado", dijo la base de datos Artprice.com en su página web.

Pero los resultados de las subastas de diamantes podrían ser más significativas, dado que el arte es una inversión más especulativa que las piedras preciosas, donde los suministros de las minas y calidades mensurables determinan los precios.

"Los diamantes ya son casi un producto homogéneo. Hay un promedio de calidades, existen incluso un tipo general de medidas, mientras que el arte, la pintura, es claramente algo totalmente único", dijo Gilles Moec, un economista del Banco de América.

La decepción en la subasta de Sotheby's puede ser un signo de la próxima tendencia de moda, o simplemente una corrección de precios, en tanto en cuanto los cuadros de la época impresionista muestran indicios de estar menos demandados, dijeron los expertos.

"A diferencia de las empresas donde la gente invierte en acciones o bonos, en arte no hay dinero en efectivo, no hay predicciones, no una gestión de costes", dijo Karl Schweizer, un experto de arte de UBS. "Cualquier evolución de los precios en el futuro sólo se puede evaluar de forma especulativa", dijo.

Poco después de la funesta subasta de arte - que alcanzó sólo una tercera parte de su valor de mercado - Sotheby's vivió su subasta más exitosa del arte de posguerra, vendiendo una escultura de Jeff Koons por una cifra récord de 23,56 millones de dólares y un lienzo de Francis Bacon por 46 millones de dólares.