Sos Cuétara solicitará la anulación de la marca "La Española" en el mercado internacional

Sos Cuétara solicitará la anulación del registro de marca La Española en todos aquellos países donde está inscrita con la etiqueta actual después de que el Tribunal de Primera Instancia de la UE considerara la semana pasada en una resolución que existe riesgo de confusión con Carbonell.

Según explicó en Madrid el presidente de Sos Cuétara, Jesús Salazar, "aunque la sentencia todavía no sea firme ya hemos iniciado los trámites en países como Estados Unidos, Japón, Canadá o México, y esperamos que cuando el proceso finalice, en unos dos años, La Española tenga que rectificar".

En el mercado español, donde Sos Cuétara perdió en los últimos 25 años dos demandas contra la aceitera Acesur -que comercializa la marca la Española- perteneciente a la familia Guillén, el grupo Sos pedirá la revisión de todos los pleitos abiertos hasta ahora.

Salazar mostró su satisfacción porque "por primera vez un organismo supranacional trata el tema de fondo de la cuestión", ya que esta instancia judicial asegura que el conjunto de los elementos comunes a las dos marcas produce una "impresión visual global de gran similitud".

Aseguró que, "cuando tengamos definitivamente la Justicia de nuestra parte reclamaremos además daños y perjuicios por todas las pérdidas que hemos sufrido en los últimos años". Añadió que este hecho ha supuesto un grave daño para la empresa aceitera, "porque somos un grupo marquista", e hizo hincapié en su obligación de "defender el activo de la marca Carbonell".

Confusión entre los consumidores

El presidente de Sos Cuétara explicó que han realizado estudios de mercado en el que "comprobamos que el 90% de los consumidores que tenían una botella de La Española en la mano creían que se estaban llevando Carbonell".

"La importancia de contar con una marca diferenciada es vital para nosotros", según Salazar, "sobre todo en un mercado en el que el 70% de los consumidores toma su decisión en el punto de venta y tiene unos diez segundos para decidir el producto".

Insistió en que "cada vez que se visiona un anuncio de Carbonell en la televisión, la otra marca de aceites vende una botella más", aunque aseguró que la facturación de La Española supone alrededor del diez% de los ingresos anuales del grupo Sos por las ventas de aceite de oliva.

Sos Cuétara solicitó en 1997 ante la Unión Europea la que se anulase el reconocimiento de La Española, admitido por la Oficina comunitaria de Armonización del Mercado Interior (OAMI).

En su resolución, la Corte contó hasta diez parecidos, entre ellos, la etiqueta rectangular de idéntico tamaño, el dibujo de una mujer sentada en primer plano y con los brazos desnudos, un ramo de olivo junto a la cabeza de la mujer, letras blancas sobre fondo rojo y un olivar de fondo con una misma gama de colores.

Por su parte, la propietaria La Española aseguró que recurrirá la sentencia, aunque aclaró que ésta no tiene efectos prácticos ni en España ni en Europa y que sus marcas están debidamente registradas y protegidas en más de 60 países de todo el mundo