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Educación financiera, el primer paso para afrontar esta crisis económica

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Educación financiera, el primer paso para afrontar esta crisis económica

Por EC Brands

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arantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Así reza el cuarto objetivo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que pone en valor la educación de calidad como vector clave para escapar del ciclo de la pobreza, reducir desigualdades sociales y de género y empoderar a las personas en un doble sentido. Por un lado, a nivel personal, para llevar una vida sostenible y pacífica; por otro, para ganar en empleabilidad y, en consecuencia, contribuir a construir sociedades más desarrolladas.

Y en ese aprendizaje, la educación financiera es un pilar fundamental para la resiliencia de la economía doméstica y para generar buenos hábitos de ahorro a corto y largo plazo que ayudarán en el desarrollo vital. La investigadora del Instituto de Innovación Social de Esade, Liliana Arroyo, destaca que “la inclusión financiera es el primer escalón que permite el resto de inclusiones”, ya que la educación financiera “ayuda a generar dinero, permite tomar mejores decisiones y calibrar mejor los riesgos”.

“La inclusión financiera es el primer escalón que permite el resto de inclusiones”

La experta de Esade cita como ejemplo la India, donde el programa de microcréditos facilita que cientos de mujeres puedan emprender sus propias actividades laborales con las que pueden mejorar su condición social y la de sus familias, así como subsistir y ser independientes.

“El acceso a servicios financieros facilita la vida cotidiana y ayuda a las familias a planificar todo, desde los objetivos a largo plazo hasta las emergencias imprevistas. Es más probable que, en calidad de titulares de cuentas, las personas usen otros servicios financieros, como créditos y seguros, para iniciar y desarrollar negocios, invertir en educación o salud, gestionar riesgos y sortear crisis financieras, todo lo cual puede mejorar su calidad general de vida”, señala un informe del Banco Mundial, que afirma que la inclusión financiera propicia siete de los 17 ODS.

Personas trabajando en una reunión

Una tarea pendiente

Lo cierto es que la educación financiera es una asignatura pendiente en España. Tal y como constata el último informe del programa internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los adolescentes españoles están más de 10 puntos por debajo de la media en conocimientos sobre el dinero, la economía y las finanzas y el 95% afirma aprender en el entorno familiar.

Rendimiento medio en competencia financiera

Además, la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dirigida a una población de edades comprendidas entre 18 y 79 años, pone de manifiesto que casi la mitad de los españoles considera que sus conocimientos financieros son bajos o muy bajos y, por ejemplo, solo el 58% entiende qué es la inflación. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirmó recientemente durante la celebración del Día de la Educación Financiera (5 de octubre) que esta desempeña en momentos de crisis un “papel determinante” en la prevención de riesgos para la economía doméstica y que “educar es prever, y en el ámbito de las finanzas esto es más relevante si cabe en tiempos de dificultad económica y social”.

“El consenso de los expertos es claro en la necesidad de incluir una asignatura obligatoria en los colegios sobre educación financiera”

El reconocido economista especializado en la sostenibilidad del sistema de pensiones, José Antonio Herce, señalaba también recientemente en la presentación del libro de educación financiera dirigido a la familia ‘Cuentos y juegos para entender el dinero’, escrito por la experta Amalia Guerrero, que “el consenso de los expertos es claro en la necesidad de incluir una asignatura obligatoria en los colegios sobre esta materia y que a quienes más beneficia la alfabetización financiera y el ahorro es a las personas más vulnerables”.

Niño haciendo sus deberes

En el pasado, en España, la falta de educación financiera ha hecho que muchos pequeños inversores sin los conocimientos necesarios en finanzas hayan invertido en productos no adecuados y/o se comprometieran con préstamos que luego no pudieron atender. “Al final, el dinero es necesario para vivir en sociedad, y hay que saber cómo utilizarlo con capacidad de ahorro. Es importante una gestión responsable de los recursos”, añade la experta de Esade, quien alerta de que es “peligroso” relegar esta responsabilidad al individuo y apela a los gobiernos a ejercer una doble función para que la ciudadanía esté educada financieramente desde la escolaridad.

Sin duda, “la educación financiera es determinante para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad de las sociedades”, tal y como señala el Banco Mundial, y también es clave para momentos de crisis económica, como la actual provocada por el impacto de la pandemia del covid-19. En este contexto, aquellos ciudadanos que hayan ahorrado serán quienes mejor puedan sobrellevar estas circunstancias de incertidumbre. Además, aquellos que, concienciados con la situación, se hayan formado en materia financiera y se hayan dejado asesorar por expertos estarán mejor preparados para afrontar la incertidumbre del momento y todo lo que está por llegar.

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