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Así ha evolucionado la riqueza de los españoles y su forma de invertir desde 1980
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SEGÚN LAS CUENTAS FINANCIERAS DEL BDE

Así ha evolucionado la riqueza de los españoles y su forma de invertir desde 1980

Las familias españolas acumulan el nivel más alto de riqueza desde 1980 según el BdE después de reducir sus deudas desde 2008 e incrementar su patrimonio

El efecto de la crisis comienza a ser un recuerdo del pasado para las familias españolas. Aunque una cosa es la realidad que se vive día a día en la calle y otra bien distinta es la que reflejan los números, las cuentas financieras de hogares e instituciones sin ánimo de lucro recogidas por el Banco de España (BdE) así lo evidencian. Según estos datos correspondientes al primer trimestre de 2014 que fueron publicados a finales de julio, la riqueza de los hogares españoles ha alcanzado el nivel más alto de toda la serie histórica a partir de 1980, al situarse en 1,072 billones de euros.

Esta cuantía se obtiene a partir de la diferencia entre el patrimonio y las deudas que han ido acumulando las familias a lo largo de cada ejercicio (consultar gráfico adjunto). En el caso de los activos que tienen los hogares, a cierre de marzo se contabilizaban 1,908 billones de euros, una cifra que no es la más alta de la historia al estar por debajo de la registrada en 2007 (1,926 billones). Sin embargo, en relación con las deudas contraídas, la situación actual se presenta más saneada para los españoles. En 2007 los pasivos de las familias alcanzaron los 936.000 millones de euros y un año después su máximo histórico en 965.000 millones de euros. Desde entonces, esta cifra ha ido reduciéndose hasta acabar en los 835.000 millones de euros que adeudan actualmente.

En las últimas tres décadas el crecimiento de la riqueza de las familias ha sido una constante que se ha producido a la par del incremento del endeudamiento. Sólo la crisis económica iniciada a finales de 2007 consiguió hacer mella en la evolución positiva de estos datos. El retroceso registrado entre 2006 y 2008 se plasmó en un descenso de la riqueza de los hogares, que pasaron de ostentar más de un billón a 744.000 millones en dos ejercicios (el nivel más bajo desde 2003).

Sin embargo, este descenso se produjo después de que entre 2002 y 2007 el patrimonio familiar experimentara su particular despegue del 73% (de 1,117 a 1,927 billones de euros), alentado por los albores de la burbuja inmobiliaria. En este mismo periodo, las deudas que contraían los españoles también se dispararon un 115%, al pasar de 435.000 a 937.000 millones de euros.

Mejor aguante tuvieron los pilares de las economías domésticas durante la crisis que se gestó en España entre los años 1992 y 1994. En este periodo en el que la peseta sufrió cuatro devaluaciones con el fin de paliar las consecuencias de una crisis que elevó el empleo por encima del 24% y la deuda pública a un 68% del PIB, la riqueza de las familias no dejó de crecer. Entre 1991 y 1995 pasó de 277.000 a 450.000 millones de euros en un plazo en el que los activos y los pasivos también se incrementaron en un 50% y un 25%, respectivamente.

Mientras las familias españolas han logrado incrementar su patrimonio desde 2012 hasta alcanzar el umbral máximo de riqueza de la serie histórica, la inversión en acciones cotizadas o no cotizadas está todavía lejos de alcanzar sus cotas más altas de 2006. En los últimos tres años, las mejores perspectivas de la renta variable han contribuido a rebajar los recelos que los inversores tenían hacia las bolsas. La inversión que destinan los hogares españoles a estos activos ha pasado de 478.000 millones en 2012 a los 668.000 millones que registró el BdE a cierre de marzo. Estas cifras, no obstante todavía están muy por debajo de los 818.000 millones que los españoles destinaban a este concepto en 2006.

La serie histórica refleja un incremento constante por el apetito inversor entre los hogares españoles que ha elevado la inversión en acciones desde los 22.000 millones que presentaba a comienzos de la década de los 80. De hecho, en el periodo que va desde 1980 hasta el comienzo de la crisis en 2007 apenas se han registrado cuatro descensos interanuales en el volumen de inversión destinada a estos activos.

A la hora de invertir en bolsa el vehículo favorito para las familias españolas siguen siendo los fondos de inversión a los que se destinaban 135.000 millones de euros a cierre del primer trimestre de este año, siempre según los datos del BdE. Esta cuantía, que es inferior a los 141.000 millones que los hogares invertían en 1997, dista de los máximos de 205.000 millones que lograban los fondos en 2006.

No es algo nuevo. El depósito bancario es el producto de ahorro/inversión preferido históricamente por los españoles y la evolución histórica así lo pone de manifiesto. Las familias invertían en imposiciones a plazo fijo casi 331.000 millones de euros a cierre de marzo, una cifra sólo superada por los máximos históricos de diciembre de 2013 de 334.000 millones. La caída en la remuneración de estos productos ha propiciado el trasvase a los fondos que ha tenido lugar a lo largo de los últimos meses (consulte la rentabilidad media de las imposiciones).

A la hora de hablar de los depósitos hay que poner, no obstante, énfasis en una fecha que marca el devenir de estos productos. Entre 2004 y 2005 el saldo en depósitos se vio incrementado de los 84.000 a los 265.000 millones de euros. En aquel momento se dejan entrever los primeros rasgos de la incipiente crisis económica, se ponen de relevancia las trabas que establecen los bancos para prestarse dinero entre sí y se escenifica la llamada guerra del pasivo. Las ofertas de depósitos al 4% pasan a ser una constante en el escaparate bancario y la inversión en estos vehículos crece en los últimos ocho ejercicios de 288.000 a 330.000 millones.

El efecto de la crisis comienza a ser un recuerdo del pasado para las familias españolas. Aunque una cosa es la realidad que se vive día a día en la calle y otra bien distinta es la que reflejan los números, las cuentas financieras de hogares e instituciones sin ánimo de lucro recogidas por el Banco de España (BdE) así lo evidencian. Según estos datos correspondientes al primer trimestre de 2014 que fueron publicados a finales de julio, la riqueza de los hogares españoles ha alcanzado el nivel más alto de toda la serie histórica a partir de 1980, al situarse en 1,072 billones de euros.

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