Eroski salva las cuentas de 2008 por la venta de activos inmobiliarios

No es fácil calificar el año 2008”. Con estas palabras, el presidente de Eroski, Constan Dacosta, presentó ayer en Madrid los resultados de la cadena de distribución con sede en el País Vasco. “Con la que está cayendo, ha sido un año razonable”. Tras el severo impacto en el consumo provocado por la crisis, el primer ejecutivo quiso compararse con el resto de competidores y aseguró que se han “desenvuelto de manera correcta, sacando una marca semejante al resto”.

 

La crisis ha pasado factura a Eroski. Al cierre de 2008, el beneficio logrado fue de 208 millones de euros, computando la venta de varios activos inmobiliarios el pasado mes de noviembre al fondo de inversión Topland por un importe superior a 300 millones de euros. Esta transacción, sin embargo, que no ha podido ser consolidada por cambios en la normativa contable, según explicó el propio Dacosta, dejaría unas pérdidas de 97 millones en el ejercicio.

Precisamente, el factor inmobiliario ha truncado los planes previstos por Eroski tras la compra de Caprabo, por la que pagó 1.200 millones. Según explicó Dacosta, la cadena no ha podido completar algunas desinversiones, como ha hecho históricamente para liberar capital, sobre todo con los centros comerciales, donde sigue vinculado como gestor. “El mercado ha estado cerrado, sin financiación, a pesar de que haya habido inversores interesados”.

Ante las dificultades del mercado inmobiliario, la cadena ha optado por sacar al mercado 10 lotes de supermercados urbanos (que engloba a un total de 150 establecimientos) por 30 millones cada uno. Este formato pretende hacer más fácil la desinversión al tratarse de importes inferiores, ampliando así el abanico de potenciales compradores, modalidad a la que también han recurrido algunas entidades financieras.

El presidente de la cooperativa quiso incidir en otros puntos de la cuenta de resultados. Sobre todo en la generación de caja del negocio (EBITDA), que alcanzó los 370 millones, un 17% menos que en 2007, y en la facturación alcanzada por el total del grupo, que tras la integración de Caprabo llegó a 9.000 millones. Unas dimensiones que deben permitir a Eroski una mejor capacidad de negociación con su red de proveedores.

Además, durante el ejercicio, Eroski invirtió 700 millones, una magnitud extraordinaria por el proceso de integración de los 500 establecimientos de la cadena catalana. 2009 no será lo mismo. El plan de ajuste reducirá esta cifra por debajo de los 200, después de que la apertura de nuevos establecimientos se haya limitado a 10 supermercados y un hiper. De hecho, hasta 2012, los planes pasan optimizar los metros cuadrados de capacidad instalada. Los tiempos de expansión tendrán que esperar.

Respecto a la caída del consumo, Dacosta destacó que han optado por ofrecer un precio de la cesta básica, compuesta por 1.100 referencias, generalmente con productos de marca, con precios más competitivos que sus competidores. Una decisión que no contempla eliminar capacidad de elección al cliente, como sí han hecho otras cadenas. “El presente es duro”, subrayó de manera franca. “La crisis no es un problema, es una realidad a la que debemos amoldarnos”.