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Salgado quiere resucitar el Impuesto de Sucesiones para los altos patrimonios
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SOLBES ABANDONÓ LA IDEA PARA NO ENFRENTARSE CON LAS CCAA

Salgado quiere resucitar el Impuesto de Sucesiones para los altos patrimonios

El Gobierno vuelve a la carga con el Impuesto de Sucesiones. Pedro Solbes se planteó a finales del año pasado el establecimiento de un tipo mínimo

Foto: Salgado quiere resucitar el Impuesto de Sucesiones para los altos patrimonios
Salgado quiere resucitar el Impuesto de Sucesiones para los altos patrimonios

El Gobierno vuelve a la carga con el Impuesto de Sucesiones. Pedro Solbes se planteó a finales del año pasado el establecimiento de un tipo mínimo estatal, aunque lo descartó por la dificultad para lograr un consenso entre todas las autonomías. Pero Solbes ya no es el vicepresidente, sino Elena Salgado. Y al igual que antes no había margen presupuestario para más medidas contra la crisis y ahora sí lo hay, resulta que con el cambio de Gobierno también se puede resucitar este tributo, suprimido en comunidades como Madrid o Valencia.

Así lo aseguran fuentes conocedoras de la situación, que advierten que todavía no se ha tomado ninguna decisión definitiva, sino que se trata de una propuesta para llevar a cabo el objetivo de subir los impuestos a las rentas más altas. Este objetivo fue planteado por Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE, la semana pasada y causó una importante alarma entre las familias con alto patrimonio y sus asesores fiscales.

Ahora bien, la propuesta que maneja Economía no es exactamente igual a la de Solbes. En vez de establecer un tipo mínimo que no podrían quitar los Gobiernos regionales, se trataría de poner un tope máximo a las exenciones autonómicas, que seguirían vigentes. Es decir, se establecería un importe a partir del cual no se podría evitar pagar el impuesto (por debajo de ese nivel, se mantendría la exención en las comunidades que lo deseen).

Según las fuentes consultadas, este umbral se situaría entre 6 y 10 millones de euros. Por ejemplo, si alguien recibe una herencia valorada en 20 millones de euros y ese umbral se establece en 10, no pagaría Sucesiones por los primeros 10 millones pero sí tendría que tributar por los otros 10. Y a ese exceso de le aplicaría el tipo marginal del impuesto, que se sitúa actualmente en el 34% multiplicado por un coeficiente en función del patrimonio del heredero. Si éste supera los 400.000 euros (algo habitual si nos movemos en estos niveles), el tipo alcanza el 50%, lo cual no es ninguna tontería.

El Confidencial ya planteó las dificultades que entrañan otras fórmulas para llevar a la práctica la propuesta de Pajín. Por ejemplo, una subida del tipo marginal del Impuesto sobre la Renta -la medida que se ha tomado en Gran Bretaña e Irlanda- o bien una elevación del tipo único de las plusvalías (18%) serían poco eficaces como medidas contra la crisis porque no tendrían impacto en la recaudación hasta 2011. Asimismo, resucitar el Impuesto de Patrimonio suscita muchas reticencias porque se trata de una figura anacrónica que no existe en ningún otro país de la UE y que apenas recaudaba ya en España... y que acaba de ser suprimida en diciembre. La propia Salgado aseguró el miércoles tras el Consejo de Ministros extraordinario que su eliminación es permanente.

Así que la solución de restablecer Sucesiones en todo el Estado aparece como ideal por varios motivos, según las fuentes consultadas: permite gravar sólo a las rentas altas como pide Pajín; es un impuesto que va a las comunidades autónomas en un momento en que necesitan recaudar como sea; tiene efecto inmediato (por definición, sólo se aplica una vez, cuando alguien fallece o dona su patrimonio); acaba con la deslocalización ficticia de los contribuyentes, que se domicilian en una comunidad donde se ha suprimido este tributo aunque en realidad viven en otra; contenta al PSC, el principal opositor a la supresión del impuesto; y sirve para dar un 'palo' a la política de Esperanza Aguirre y Camps, lo cual nunca viene mal.

Esta reforma supondría la primera ocasión en que el Estado recortaría medidas fiscales adoptadas por las comunidades autónomas. El Impuesto de Sucesiones es un tributo estatal cedido a éstas, no un impuesto autonómico; eso significa que la competencia normativa sigue siendo del Estado y que, por tanto, el Gobierno tiene potestad para imponer ese tope a las exenciones de las comunidades. De hecho, Aguirre no ha eliminado el impuesto porque no tienen capacidad para ello; lo que han hecho es aplicar una bonificación al 99% de la cuota, aunque en la práctica da lo mismo.

Pero además, la fórmula que estudia Salgado se aplicaría sólo a los ricos de verdad, no a los ejecutivos, inversores y profesionales que en la actualidad tienen que pagar el 43% en el Impuesto sobre la Renta en cuanto ganan más de 53.407,20 euros (según la tarifa de 2009). De hecho, habría un gran temor a que la amenaza de Pajín se cumpliera sobre este grupo: es muy numeroso, lo que supone un importante efecto recaudatorio, y sin demasiada capacidad para escaparse porque su renta no es tan alta como para construir una planificación fiscal ventajosa. Por eso, la recuperación de Sucesiones sólo a partir de varios millones de euros es un alivio enorme para ellos.

Claro que eso tiene su lado oscuro: al aplicarse sólo a patrimonios muy altos, el impacto recaudatorio sería muy pequeño, máxime cuando estas familias sí pueden construir estructuras societarias o incluso establecerse en otros países para reducir esta carga. Ahora bien, esto tampoco es tan fácil: Crear estructuras en Irlanda o Luxemburgo puede ser muy interesante en vida, pero luego heredarlas es bastante complicado, así que los altos patrimonios muchas veces prefieren heredar en España aunque tengan que pagar, explica un asesor de un family office. Un sector que se tendrá que plantear un cambio radical de su esquema fiscal si sale adelante la propuesta de Economía.

En todo caso, el impacto recaudatorio no parece demasiado importante, pero es que ése no es el fin que se persigue el anuncio de Pajín, opina un analista. Se trata de una medida con una importante carga demagógica, para decir que se suben los impuestos a las rentas altas y para enfrentar el modelo socialista, que consiste en mantener el gasto social para favorecer a los pobres haciendo pagar más a los ricos, con el del PP, que según ellos es el opuesto. Pero no persigue un impacto real, como casi ninguna de las medidas anticrisis tomadas hasta ahora, añade.

El Gobierno vuelve a la carga con el Impuesto de Sucesiones. Pedro Solbes se planteó a finales del año pasado el establecimiento de un tipo mínimo estatal, aunque lo descartó por la dificultad para lograr un consenso entre todas las autonomías. Pero Solbes ya no es el vicepresidente, sino Elena Salgado. Y al igual que antes no había margen presupuestario para más medidas contra la crisis y ahora sí lo hay, resulta que con el cambio de Gobierno también se puede resucitar este tributo, suprimido en comunidades como Madrid o Valencia.

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