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España mira a Oriente: “Es un momento único para comprar empresas en China”
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España mira a Oriente: “Es un momento único para comprar empresas en China”

Los directivos de las empresas extranjeras que trabajan en China ven con optimismo el futuro en el país asiático y la mitad de ellos reconoce que

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España mira a Oriente: “Es un momento único para comprar empresas en China”

Los directivos de las empresas extranjeras que trabajan en China ven con optimismo el futuro en el país asiático y la mitad de ellos reconoce que está incrementando su inversión, según un estudio en el que se subraya que es un “momento único” para posicionarse en el mercado chino. El plan de estímulo del Gobierno es una oportunidad para las empresas extranjeras, sobre todo las de infraestructuras, construcción y renovables.

Los ejecutivos responsables de compañías extranjeras en el gigante asiático creen que “es un momento único para adquirir empresas en China”, según los datos de la consultora InterChina, en el que se pone de relieve que se está produciendo un cambio en el país, que supondrá, para los empresarios, “enfocarse más hacia la calidad que hacia la cantidad”.

China ha notado la crisis, pero en menor medida que otros países. El plan de estímulo de 4 billones de yuanes (464.000 millones de euros) presentado la semana pasada ante la Asamblea Nacional Popular supone una oportunidad, porque, según los expertos, las empresas chinas no tienen la experiencia y el conocimiento necesarios para desarrollar los proyectos con los que el Gobierno quiere estimular la economía.

Francisco Soler, socio director de la oficina de Garrigues en China cree que el plan chino implica beneficios para la inversión extranjera, porque el Gobierno todavía busca la transferencia de tecnología y ha apostado fuerte a corto y medio plazo por los sectores de infraestructuras, sobre todo por la construcción de carreteras y por el ferrocarril, y por las renovables. Sectores en los que las empresas españolas están bien posicionadas a nivel internacional.  Tal y como asegura Eduardo Morcillo, socio director de InterChina Consulting para España, en China van a hacer falta empresas extranjeras “para desarrollar tanta obra civil” como planea llevar a cabo el Gobierno.

Soler explicó durante la conferencia “China en el marco de la crisis global”, organizada por Casa Asia y Garrigues, que las nuevas medidas normativas del Gobierno chino se pueden dividir en dos grupos: las destinadas a incentivar los proyectos de infraestructuras y las orientadas a mejorar la protección social de la población china, para reducir el ahorro de las familias destinado a sanidad, entre otras cosas, e incentivar, de ese modo, el consumo interno, “una de las asignaturas pendientes del Ejecutivo”.  Además, el Gobierno ha modificado la normativa sobre inversión extranjera, para impulsarla, y se han relajado algunas de las restricciones sobre las actividades financieras. “El Gobierno ha puesto en marcha los resortes jurídicos y económicos necesarios” para superar la crisis.

Cambio de modelo: las tres chinas

Las empresas extranjeras, entre ellas las más de 700 empresas españolas que operan o han realizado inversiones en China, tienen que tener en cuenta que en el país asiático se está produciendo un cambio del modelo de producción industrial, hasta ahora basado en el bajo valor añadido y, por tanto, con unos salarios reducidos. Este cambio que el Gobierno quiere impulsar va a generar un incremento notable de la clase media china, que alcanzará dentro de una década los 500 ó 600 millones de personas. El aumento de la clase media supone la aparición de nuevos consumidores, lo que para Eduardo Morcillo debería ser “una motivación para que las empresas vayan a China”.

Morcillo distingue tres Chinas diferentes y sólo una de ellas está en crisis: la exportadora. Y, de hecho, esta situación no preocupa, en palabras de Morcillo, al Gobierno chino, cuyo interés se centra en el consumo interno. La opinión de Eduardo Bregolat, ex embajador español en China, se alinea con la de Morcillo. Bregolat cree que el peso de las exportaciones en la economía asiática es menor de lo que se piensa (el peso del consumo en la economía china es del 39%, mientras que el de las exportaciones netas es del 13% y sólo un 2% del crecimiento del gigante asiático se debe a estas exportaciones). Según Bregolat, “el gran motor del crecimiento chino es la inversión” (más de la mitad corresponde a los sectores de infraestructuras e inmobiliario).

Las dos Chinas que no están en crisis, según Morcillo, son la de la clase media, que sigue creciendo y dentro de la cual destaca el importante avance que está experimentando el sector de la alimentación, y la China incentivada, que está registrando “un crecimiento explosivo”, sobre todo en los sectores de la salud, el medio ambiente y las infraestructuras, que “ofrecen oportunidades espectaculares” para las empresas extranjeras.

Tanto Soler, como Morcillo y Bregolat coinciden en subrayar la importancia del autoritarismo del Gobierno chino en el éxito a la hora de ejecutar las medidas para impulsar la economía. Otro aspecto en el que están de acuerdo es en que las previsiones de crecimiento confirmadas hace unos días por el primer ministro chino, Wen Jiabao, según las cuales el PIB del país avanzará en torno al 8% son acertadas. Sin embargo, Louisa Lo, responsable de renta variable asiática de Schroders, opina que “2009 será un año difícil para la economía china” y considera que “probablemente veremos un crecimiento del PIB del 6-7% en 2009” y, además, “la calidad del crecimiento será peor”.

En cualquier caso, Bregolat insiste en que China debe (y el Gobierno lo sabe) “aumentar el consumo” para que la economía recupere su crecimiento. Morcillo asegura que “el consumo interno sacará a corto plazo a China del bache”, una buena noticia para el resto de las economías, que confían en que el gigante sea una de las locomotoras de la recuperación. A corto plazo, lo que cabe esperar, dice Morcillo, es que “China no se venga abajo”. “¿Salvará China al mundo? No del todo pero sí más que otros”, según Manuel Galatas, director para Asia del BBVA.

Los directivos de las empresas extranjeras que trabajan en China ven con optimismo el futuro en el país asiático y la mitad de ellos reconoce que está incrementando su inversión, según un estudio en el que se subraya que es un “momento único” para posicionarse en el mercado chino. El plan de estímulo del Gobierno es una oportunidad para las empresas extranjeras, sobre todo las de infraestructuras, construcción y renovables.

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