Es noticia
El nuevo rey del ladrillo
  1. Mercados
  2. Finanzas personales
DIRECTOR GENERAL DE AHORRO CORPORACIÓN

El nuevo rey del ladrillo

No tiene perfil inmobiliario ni es conocido en el sector. El nuevo rey del ladrillo es, por azares del destino, Antonio Fernández López, a la sazón

Foto: El nuevo rey del ladrillo
El nuevo rey del ladrillo

No tiene perfil inmobiliario ni es conocido en el sector. El nuevo rey del ladrillo es, por azares del destino, Antonio Fernández López, a la sazón director general de Ahorro Corporación, el holding de servicios financieros de las cajas de ahorro. Desde hace unos días, el nuevo hombre fuerte del sector capitanea Ahorro Corporación Soluciones Inmobiliarias (ACSI), una sociedad creada para la gestión de más de 3.000 millones de euros en activos inmobiliarios que han vuelto al balance de estas entidades tras los recientes años de excesos.

 

Licenciado en Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Fernández es un hombre de la casa. De Ahorro Corporación, se entiende. En ella ejerce como director general desde hace más de una década, con plenos poderes en el área de banca de inversión del Grupo, aunque mucho antes pasó por puestos directivos en los desaparecidos Banco de Financiación Industrial (Banco Vizcaya) y Banco Atlántico. Por encima, solo tiene al consejero delegado, Javier Zoido, hermano del presidente de Bolsas y Mercados Españoles, Antonio Zoido.

A sus casi 55 años, el número dos de Ahorro Corporación había conseguido hacerse un hueco en el competido mundo de la banca de inversión sin contar con el paraguas de ningún gran banco. “Es un profesional de un marcado perfil financiero, aunque ha sabido ganarse la confianza de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y mantiene unas excelentes relaciones políticas tanto con el Partido Popular como con el PSOE”, apunta un compañero del sector. Además, en una plataforma de servicios como AC, con el poder accionarial diluido, el ejecutivo se ha convertido en la estrella.

Su protagonismo y ascendente le ha permitido codearse con los primeros empresarios del país, con algunos de los cuales ha trabado una especial relación de amistad, caso de Luis Del Rivero (Sacyr), Fernando Martín (Fadesa) o Jesús Salazar (SOS Cuétara), entre otros. Además de participar en grandes operaciones corporativas, Fernández fue el impulsor de instrumentales a través de las cuales las cajas adquiría porcentajes del 5% en grandes compañías (Vueling, Sol Meliá...), sentándose en consejos donde antes no hubieran tenido acceso yendo por libre.

Sin embargo, la luz de Antonio Fernández está ahora en entredicho. “El fin de Ahorro Corporación es solucionar problemas a las cajas y el invento de la ‘inmobiliaria’ es una respuesta a una necesidad”, explica un antiguo compañero. “En cualquier caso, se trata de un regalo envenenado. Solo el tiempo dirá si se trata de una decisión acertada y de si su gestión será la correcta. De momento, es indudable es que el nuevo vehículo ha servido para descargar a las cajas de su balance todo el lastre inmobiliario que poseen, evitando así la necesidad de realizar provisiones millonarias”.

Con el ladrillo a otra parte

“ASCI no es el banco tóxico de las cajas”, pronunciaron sus directivos el día de la puesta de largo de la iniciativa. Sin embargo, el sector financiero se malicia que se trate de una especie de contendedor de basura inmobiliaria. De momento, 27 de las 42 cajas de ahorros que forman parte de Ahorro Corporación aportarán al nuevo vehículo activos inmobiliarios procedentes de canjes de deudas, de adjudicaciones por impagos e incluso inmuebles propios, como redes de oficinas. A cambio, recibirán una proporción de las acciones de esa sociedad, proporcional al valor de los activos aportados.

“Las cajas de ahorros se encuentran en un punto en el que ya no quieren ganar, sino no seguir perdiendo”, apuntan fuentes financieras. En este contexto hay que entender la creación de este nuevo vehículo inmobiliario ideado por Fernández y su equipo, con Luis Sánchez Guerra y Victoriano López a la cabeza. “ACSI tiene sentido porque el tratamiento contable del inmovilizado en el balance de las entidades financieras es muy duro por parte del Banco de España. En cambio, el tratamiento contable de una participación accionarial en una sociedad es mucho más laxo”.

Para la gestión, ACSI contará con un equipo propio de ejecutivos del sector inmobiliario, aún por confeccionar, y con asesores externos, como Tinsa para las tasaciones, Garrigues para asuntos fiscales, Gómez Acebo para los legales y AFI para los regulatorios. Será la maquinaria de la red de oficinas de las cajas, que dispone de 17.000 sucursales, la encargada de colocar los inmuebles entre los particulares. Además, la división de banca de inversión de la entidad buscará compradores institucionales para posibles ventas de activos o inversiones significativas.

No tiene perfil inmobiliario ni es conocido en el sector. El nuevo rey del ladrillo es, por azares del destino, Antonio Fernández López, a la sazón director general de Ahorro Corporación, el holding de servicios financieros de las cajas de ahorro. Desde hace unos días, el nuevo hombre fuerte del sector capitanea Ahorro Corporación Soluciones Inmobiliarias (ACSI), una sociedad creada para la gestión de más de 3.000 millones de euros en activos inmobiliarios que han vuelto al balance de estas entidades tras los recientes años de excesos.