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Gobierno y Banco de España plantean inyectar capital a todos los bancos y cajas aunque no lo necesiten
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PARA NO ESTIGMATIZAR A LAS QUE NECESITEN SER RESCATADAS

Gobierno y Banco de España plantean inyectar capital a todos los bancos y cajas aunque no lo necesiten

Nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y la banca. Después de acusar a las entidades de cerrar el grifo del crédito (la famosa pérdida de paciencia de

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Gobierno y Banco de España plantean inyectar capital a todos los bancos y cajas aunque no lo necesiten

Nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y la banca. Después de acusar a las entidades de cerrar el grifo del crédito (la famosa pérdida de paciencia de Miguel Sebastián), ahora el Ejecutivo -con la complicidad del Banco de España- ha planteado al sector la posibilidad de una inyección de capital público generalizada a todo el mundo, lo necesite o no. El objetivo es evitar la estigmatización de las entidades a las que el Estado tenga que rescatar, con el consiguiente riesgo de retirada masiva de depósitos. Pese a que todavía no hay una decisión firme, las mayores entidades del país ya se han opuesto a la medida.

Aunque el Gobierno se resiste a reconocerlo oficialmente, numerosas entidades -entre ellas Sabadell, CAM y BBVA-ya han dicho en público que será inevitable que los poderes públicos acudan al rescate de los bancos y cajas en peor situación de solvencia. El sector considera que estas inyecciones ayudarían a recapitalizar la banca española, que está en inferioridad frente a los bancos de los grandes países europeos y de EEUU, donde los Gobiernos han tomado participaciones masivas. La cuestión es cómo llevarlo a cabo.

La propuesta de café para todos del Ejecutivo, que confirman haber recibido fuentes de numerosas entidades, supondría trasladar a España el modelo americano adoptado en el primer plan de rescate bancario en EEUU, el de Henry Paulson. Allí el Estado inyectó capital a todas las entidades en función de su tamaño, normalmente a través de participaciones preferentes, para no discriminar entre buenas y malas.

Esta alternativa se planteaba inicialmente sólo para las cajas de ahorros, cuyo control político actual hace más asumible una inyección de capital público, explican en una de las entidades consultadas. Pero después ha tomado cuerpo la idea de extender el modelo también a los bancos, para evitar estigmatizar a las cajas y no dar la impresión de que el problema es exclusivamente de ellas, añade.

Un pool de capital público

Otra opción que se ha planteado, según las fuentes consultadas, es crear una especie de pool de capital público del que podrían disponer las entidades que lo necesitaran. Pero esta opción no evita la dichosa estigmatización y, además, sería rechazada de plano por los bancos por los efectos devastadores sobre su cotización, salvo que no les quede más remedio. Antes que eso, hay otras opciones, como reducir o suprimir el dividendo, recortar el beneficio a la mínima expresión, etc., explican en otra entidad.

Las citadas fuentes puntualizan que se trata de una propuesta de discusión y que no hay ninguna decisión tomada, e incluso añaden que hay división de opiniones dentro del Consejo de Ministros. Pero los mayores bancos y cajas han expresado ya al Ejecutivo su rechazo frontal a la propuesta. Si yo no lo necesito, ¿por qué tengo que aceptarlo? Ninguna entidad solvente acudiría al capital público salvo, claro está, que el Gobierno te obligue con los conocidos argumentos del interés general y el riesgo sistémico, sentencian en una tercera entidad.

En otra más añaden que en Europa no se entendería muy bien una medida así, ahora que los Gobiernos están proponiendo medidas que incrementen la transparencia en el sector financiero, ya que favorece el oscurantismo y oculta a la opinión pública qué bancos o cajas tienen problemas de verdad. Además, en EEUU al final se supo qué entidades necesitaban realmente capital público porque tuvieron que recibir otras inyecciones de emergencia.

Otras alternativas posibles

Los grandes bancos y cajas son partidarios de otros dos tipos de soluciones. Por un lado, la fusión de las entidades con problemas con otras saneadas, siguiendo el esquema tradicional de banco bueno-banco malo seguido históricamente en España. Por otro, la que el lunes planteó Francisco González, presidente de BBVA, y que es la opción preferida en el sector: la intervención directa por parte del Banco de España de las entidades que no sean viables para sanear su balance y después subastarlas al mejor postor.

Claro que esa solución tampoco es tan fácil: Sirve si sólo tienes que arreglar un problema, pero no 10. Es parecido a lo que pasó en EEUU cuando dejaron quebrar a Lehman Brothers. Si tienes que rescatar a muchas entidades, no vale el sistema de intervenirlas.

Nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y la banca. Después de acusar a las entidades de cerrar el grifo del crédito (la famosa pérdida de paciencia de Miguel Sebastián), ahora el Ejecutivo -con la complicidad del Banco de España- ha planteado al sector la posibilidad de una inyección de capital público generalizada a todo el mundo, lo necesite o no. El objetivo es evitar la estigmatización de las entidades a las que el Estado tenga que rescatar, con el consiguiente riesgo de retirada masiva de depósitos. Pese a que todavía no hay una decisión firme, las mayores entidades del país ya se han opuesto a la medida.

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