La oposición del PP haría fracasar la fusión entre Unicaja y CCM

Al intento de fusión por absorción de Caja Castilla La Mancha (CCM) por parte de Unicaja le ha salido un obstáculo inesperado, con el que ni Octavio Granado, componedor de la operación desde la secretaría federal de Economía del PSOE, ni el propio Banco de España habían contado: la oposición del Partido Popular a una operación tejida tras las bambalinas, de la que los populares se han enterado casi por los periódicos: sin el apoyo expreso del PP no será posible aprobar los acuerdos de fusión y/o absorción, dadas las mayorías cualificadas que se requieren para ello en las respectivas Asambleas Generales.

Los nueve consejeros del PP en CCM anunciaron el lunes que hoy dimitirán de sus cargos en la entidad financiera, después de que así se lo solicitara el partido “para no ser cómplices de una situación gestada desde la sede del PSOE en Ferraz y con la participación de los dirigentes del Gobierno de Castilla-La Mancha y de la propia Caja”. De los nueve, cuatro ocupaban cargo en el Consejo, dos en la Comisión Ejecutiva y uno en el Comité de Buen Gobierno. Entre ellos se encuentran el ex presidente de la entidad, Tomás Martín Peñato; el diputado nacional y presidente del PP de Toledo, Arturo García-Tizón, y el secretario general del PP castellano-manchego, Vicente Tirado.  

El Artículo 11 de la Ley 31/1985, de 2 de agosto, LORCA, señala como competencia especial de la Asamblea General las siguientes funciones: (2) La aprobación y modificación de los Estatutos y Reglamento, y (3) La disolución y liquidación de la Entidad o su fusión con otras. El punto 2 del Artículo 12 afirma, por su parte, que “Los acuerdos de la Asamblea general se adoptarán por mayoría simple de votos de los concurrentes, excepto en los supuestos que contemplan los apartados 2 y 3 del artículo 11, en los que se requerirá, en todo caso, la asistencia de la mayoría de los miembros, siendo necesario, además, como mínimo, el voto favorable de los dos tercios de los asistentes”.

La intervención del FGD

En su intento por tapar cualquier responsabilidad que pudiera derivarse de una gestión que ha llevado a CCM a la delicada situación actual, PSOE y Banco de España han pretendido tirar por el camino de en medio del secretismo buscando rápido acomodo a la entidad que preside Hernández Moltó, cuando resulta obvio que la intervención del Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) -imprescindible para que Unicaja se meta en la aventura-, hará inevitable destapar la situación de la Caja castellano-manchega si quiere recibir las ayudas públicas pertinentes.   

Fuentes conocedoras de la operación enfatizaban ayer a preguntas de este diario el “escaso entusiasmo” que en estos momentos siente Braulio Medel, presidente de Unicaja, por una operación que, salvo que el FDG cubra sobradamente el eventual agujero y aporte garantías sobre contingencias futuras, inevitablemente le creará problemas en un momento de desplome del negocio, porque, a pesar de su bajo nivel de morosidad (de los más bajos del sector), la Caja malagueña carece de dimensión y capacidad para digerir a CCM. No le falta razón a Medel para rehuir el compromiso.