La CNE no encuentra anomalías en la investigación abierta al sector eólico

Aunque estaba previsto que la CNE aprobara en su primera reunión del año su resolución sobre las inspecciones a parques eólicos, en realidad el organismo que preside Maite Costa sólo conoció una aproximación preliminar. Entonces explicó que las comprobaciones se centraban en 37 parques eólicos puestos en marcha durante los últimos meses de 2007, en otras 20 instalaciones sobre las que había duda de si habían cumplido con la obligación de adscribirse a un centro de control y en la inspección de 15 de esos centros de control. Fuentes del supervisor aseguran que ya en diciembre se sabía que no había grandes desajustes, pese a que la CNE advertía que faltaba la elaboración de las actas por los inspectores y su envío a las empresas para posibles alegaciones antes de que llegaran oficialmente al consejo.

El cambio normativo que entró en vigor el 1 de enero de 2008 provocó una avalancha de parques en 2007 para aprovechar que la ley permitía a los que se pusieran en marcha antes de la fecha límite mantenerse hasta el 31 de diciembre de 2012 con las condiciones más favorables de la norma anterior. Y las carreras se vieron en las cifras. La potencia instalada en España en 2007 alcanzó los 15.145 megavatios, tras incrementarse en la friolera de 3.515 en el año, una tasa de crecimiento de récord del 30%. Un escenario que no ayudó a disipar las sospechas de la CNE, teniendo en cuenta que los incrementos sostenibles de la eólica, según reconoce el sector, estarían en torno a los 1.600 megavatios anuales.