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Los personajes con menos ética del mundo empresarial
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Los personajes con menos ética del mundo empresarial

En el mundo de los negocios se elaboran rankings para todos los gustos y de todos los colores. Los hay que reconocer a los personajes más

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Los personajes con menos ética del mundo empresarial

En el mundo de los negocios se elaboran rankings para todos los gustos y de todos los colores. Los hay que reconocer a los personajes más influyentes, los mejores y peores gestores del año, los mejor pagados… la lista es interminable. Pero hay uno que llama especialmente la atención. El que elabora la revista Ethisphere basándose en la falta de escrúpulos de sus integrantes.

En el Top One no hay sorpresas. El trono de los 10 personajes menos éticos del planeta, lo ocupa Bernanrd Madoff. El inversor norteamericano aprovechó su fama entre las grandes fortunas de todo el planeta para montar la mayor estafa piramidal de la historia. Madoff fue capaz, durante años, de ofrecer elevadas rentabilidades de manera puntual a través del denominado ‘esquema ponzi’, que se basaba en que garantizar rentabilidades muy elevadas gracias a la incorporación de nuevos inversores al fondo. En total, su jugada se estima en la evaporación de 50.000 millones de dólares. La justicia de Estados Unidos sigue investigando  y, aunque no se sabe cuánta gente de la compañía conocía el timo, lo que está claro es que Madoff era el cerebro.

Robert Rubin, es otro de los nombres propios de este ranking, aunque hay que asomarse hasta el octavo puesto para encontrarlo. Ha sido criticado por sus decisiones cuando estuvo al frente del Tesoro de Estados Unidos, al mismo tiempo que se le considera que  ha jugado un papel clave en los problemas financieros en Citigroup, que el viernes presentaba las primeras pérdidas de su historia y reconocía su escisión en dos. El ejecutivo ha sido objeto de duras críticas en los dos últimos meses por su decidida apuesta para que el banco estadounidense asumiera más riesgos con los instrumentos de deuda respaldados por hipotecas, lo que llevó a la entidad a incurrir en cuantiosas pérdidas.

Del octavo saltamos al segundo puesto, que lo  es para el que fuera director WellPoint fue despedido de la compañía por su conducta ‘poco apropiada’ fuera de la oficina. David Colby, uno de los ejecutivos de mayor prestigio en Estados Unidos, fue despedido tras conocerse que mantenía relaciones con una docena de mujeres en todo el país, a quienes hizo promesas extravagantes y a quienes propuso en matrimonio. A una de ellas le exigió por sms incluso que abortara.

Detrás de Colby se sitúa Rod Blagojevich. El Gobernador de Illinois fue acusado de corrupción por al intentar vender, presuntamente,  el asiento de Barack Obama en el Senado. Según las informaciones que trascendieron a los medios de comunicación, intentó cambiarlo por un puesto de embajador, dinero e incluso por un salario de 150.000 dólares para su mujer.

El cuarto puesto lo ocupan los dos antiguos directores financieros y el antiguo presidente de Siemens, por un escándalo de sobornos que costó a la compañía miles de millones de eruos. Heinz-Joachim Neubürger, Karl Hermann y Johannes Feldmayer pagaron sobornospara conseguir diferentes contratos.
Otro político estadounidense se encuentra en la lista negra. Se trata de Ted Stevens, senador de Alaska, que fue declarado culpable de corrupción por haber recibido regalos y servicios de una empresa para efectuar trabajos en su domicilio.

También aparecen en la lista Bruno A Kaelin, antoguo vicepresidente de Alston, acusado de blanquear de dinero. Antes de eso estaba ya condenado  por otro soborno en Italia en el que también estaban implicados varios directivos de la italiana Enel. Así como James DiBlasio, de Ski.com. Estuvo tres días seguidos de juerga y pirateó los ordenadores de su propia compañía cuando estaba borracho. Afortunadamente para él, el consejero delegado de Ski.com no estaba lo suficientemente enfadado como para poner cargo contra él.

En el mundo de los negocios se elaboran rankings para todos los gustos y de todos los colores. Los hay que reconocer a los personajes más influyentes, los mejores y peores gestores del año, los mejor pagados… la lista es interminable. Pero hay uno que llama especialmente la atención. El que elabora la revista Ethisphere basándose en la falta de escrúpulos de sus integrantes.