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Zeta negocia un crédito sindicado de 200 millones con una veintena de bancos
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LA CAIXA, BBVA, POPULAR Y SABADELL, LOS PRINCIPALES PRESTAMISTAS

Zeta negocia un crédito sindicado de 200 millones con una veintena de bancos

El Grupo Zeta negocia con una veintena de bancos la refinanciación de su deuda por un valor de 200 millones de euros. Para poder alcanzar un

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Zeta negocia un crédito sindicado de 200 millones con una veintena de bancos

El Grupo Zeta negocia con una veintena de bancos la refinanciación de su deuda por un valor de 200 millones de euros. Para poder alcanzar un acuerdo, necesita presentar un plan de negocio que asegure la viabilidad del emporio propiedad de Antonio Asensio Mosbah y que presente números blancos a corto plazo. La reducción de 533 empleos que pretende la cúpula de Zeta es el principal instrumento para lograr esta meta, ya que lo aligeraría del principal coste que padece en la actualidad: el de las nóminas de personal.

 

La condición del plan de negocio fue expuesta por el abogado Juan Chozas -contratado al efecto por Asensio para pilotar la reducción de puestos de trabajo- a los miembros del comité negociador en las últimas reuniones. Chozas advirtió también que Zeta se hallaba en “quiebra técnica”. Pero, tras haber fallado la venta del grupo ante el volumen de las deudas y el monto de los costes laborales, una inyección de dinero es la única solución para afrontar el futuro con optimismo. En realidad, no es que su situación difiera mucho de las que tienen la casi totalidad de los restantes grupos mediáticos, pero su posición es de extrema debilidad tras la desastrosa operación de venta que realizó y que la devaluó en el mercado.

Abultada deuda

 

La deuda a corto plazo, según manifestaron fuentes internas a El Confidencial, alcanza casi los 140 millones de euros. A medio y largo plazo, esta cifra sube a más de otros 200 millones, aunque con una explotación menos deficitaria podría ser perfectamente asumible. Esta abultada deuda global no es un escollo insalvable: con el crédito sindicado que espera obtener, zanjaría los débitos inmediatos -la mayor parte serviría para amortizar el último crédito obtenido en el 2005- y obtendría liquidez para invertir en la reconversión de algunos de sus productos o el reforzamiento de otros.

El peso de la negociación con los bancos lo llevan personalmente el abogado Juan Chozas y Conrado Carnal, el actual hombre fuerte del grupo. Las entidades que más se implicarían en la operación serían La Caixa, BBVA, Popular, Sabadell y Caixa de Catalunya. También hay un banco extranjero que aportaría un porcentaje del préstamo.

Los “puntos negros”

 

La estrategia de Zeta es “mantener el máximo de cabeceras, pero reduciendo costes y amortizando empleos”, según manifestaron fuentes de la cúpula del holding. En este sentido, hay varios “puntos negros” en los que tendrá que tomar decisiones drásticas. Ediciones Primera Plana, Ediciones B, el área de revistas y el organigrama del grupo son las zonas que padecerán más profundamente los recortes.

Primera Plana es la editora de El Periódico de Cataluña y, aunque no tiene pérdidas, adolece de un organigrama oneroso que dispara los costes de personal. Respecto a Ediciones B, la empresa editorial de Zeta, su déficit es histórico. Durante su trayectoria, ha combinado periodos de bonanza con profundas crisis que produjeron millones de pérdidas. El área de revistas es más complicada. En el segmento de las mensuales, hay varias destinadas a desaparecer, como Acqua, OK y Todo Rallyes, que son claramente deficitarias. En las semanales -Tiempo e Interviu-, se pretende, de momento, aligerar plantillas. En cuanto al organigrama del grupo, es aún una incógnita saber cómo se va a adelgazar la plantilla, compuesta en su casi totalidad por altos directivos con elevados sueldos y antigüedad y, en algunos casos, con contratos blindados. Entre estos directivos se dieron casos significativos de reducción de salarios en el anterior ejercicio para poder justificar su permanencia en Zeta.

El Grupo Zeta negocia con una veintena de bancos la refinanciación de su deuda por un valor de 200 millones de euros. Para poder alcanzar un acuerdo, necesita presentar un plan de negocio que asegure la viabilidad del emporio propiedad de Antonio Asensio Mosbah y que presente números blancos a corto plazo. La reducción de 533 empleos que pretende la cúpula de Zeta es el principal instrumento para lograr esta meta, ya que lo aligeraría del principal coste que padece en la actualidad: el de las nóminas de personal.