Las constructoras acusan a Zapatero de 'aparcar' la gran obra pública

“Nosotros esperábamos que se diera un impulso más decidido desde los Ministerios inversores”, asegura el presidente de la CNC, que avisa de que “es mejor financiar actividad que subsidiar desempleo, sobre todo teniendo en cuenta la intensidad de mano de obra que emplea el sector”. Además, la vía escogida plantea también serias dudas, con la vista puesta en cómo utilicen los fondos los municipios. “Es muy  importante que lo que se plantee se haga con cabeza. Si se quiere que realmente la inversión anunciada genere empleo, hay que partir de proyectos concretos. Sin pliegos, sin iniciativas que canalicen el dinero, la medida puede no ser eficaz”, vaticina.

El presidente del Gobierno aseguró que las obras deberían empezarse entre enero y abril del año próximo y espera que creen unos 300.000 puestos de trabajo. La idea es que los municipios puedan sacar del baúl de los recuerdos proyectos paralizados por la crisis económica, pero la apuesta entraña riesgos. Según advierte Lazcano, habría que controlar que los ayuntamientos no dediquen el dinero a pagar deuda y, sobre todo, que actúen con la celeridad que la situación requiere. Además de los 8.000 millones para obras sobre infraestructuras o supresión de medidas arquitectónicas, entre otras actuaciones en el ámbito local, el Ejecutivo destinará 3.000 millones para la automoción, proyectos medioambientales, de I+D+i o rehabilitación de viviendas.