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Andrea Orcel, el banquero de Emilio Botín, se corona en el nuevo Merrill Lynch
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EL ITALIANO ANDREA ORCEL

Andrea Orcel, el banquero de Emilio Botín, se corona en el nuevo Merrill Lynch

Va camino de cumplir dos décadas dentro de la casa, una marca poco usual en el implacable mundo de la banca de negocios. A partir de

Foto: Andrea Orcel, el banquero de Emilio Botín, se corona en el nuevo Merrill Lynch
Andrea Orcel, el banquero de Emilio Botín, se corona en el nuevo Merrill Lynch

Va camino de cumplir dos décadas dentro de la casa, una marca poco usual en el implacable mundo de la banca de negocios. A partir de la semana que viene, Andrea Orcel lucirá nuevos galones dentro de la jerarquía del nuevo Merrill Lynch, el banco de negocios estadounidense rescatado por su compatriota Bank of America el pasado septiembre negro.

 

El ejecutivo italiano, conocido por su ascendente sobre el banquero español Emilio Botín, ha sido nombrado nuevo presidente de banca global, mercados y gestión de patrimonios. Con esta promoción, Orcel se convierte en el número tres del banco, sólo por debajo del presidente de Merrill Lynch, John Thain, y del responsable de banca corporativa y de negocios, Greg Fleming.

Con solo 45 años de edad, Orcel se consagra en la nueva estructura del banco fusionado. Dado el escaso peso de Bank of America en el área de investment banking, además de su limitada presencia en Europa, el ejecutivo de Merrill Lynch pasa a asumir nuevas competencias, como mercados y gestión de patrimonios, absorbiendo responsabilidades de Bob McCann, el jefe de la española Eva Castillo.

A partir de ahora, Orcel deberá velar por el cuidado de la cartera de clientes premium del banco, delegando el trabajo de gestión de equipos en terceros, como explicó ayer desde Londres un portavoz del banco. Lo suyo será conseguir nuevos Botines, servicios tan rentables como la ampliación del 25% del capital del Santader, que reportara a la firma estadounidense una comisión de 120 millones.

Desde hace cinco años, el italiano se ha convertido en el Rasputín particular de Emilio Botín. El financiero cántabro no da un paso sin consultar o contratar antes sus servicios. La operación de Abbey sirvió para asentar las bases de la posterior relación. Los mejores encargos han sido siempre para Merryll Lynch, pero lo hubiera sido para cualquier otro banco donde hubiera estado Orcel.

Sólo hay que mirar atrás para ver cómo adquisición tras adquisición, Alliance and Leister, Abn Amro o Sovereing Bank, los servicios de Orcel han acompañado siempre al voraz apetito de Botín. Una conexión entre latinos para colocar al Santander entre el monopolio financiero anglosajón y para aupar al ejecutivo a las puertas del sillón de mando de uno de los grandes de Wall Street.

Por parte de la división española, poco inquieta por el proceso de fusión con Bank of America, el ascenso de Orcel no tiene que suponer ningún tipo de cambio. En cualquier caso, podría representar una ventaja, ya que el ejecutivo italiano fue el responsable de cerrar el fichaje de David Jiménez Blanco, hace dos años, para asumir las riendas de Merrill Lynch en España.

Y mientras en Londres se consuma la coronación de Orcel, en Madrid se formaliza el ascenso de otro pujante banquero de negocios. En este caso, las fichas se han movido en el tablero de Citi, donde su managing director Ignacio Gutiérrez ha sido nombrado co-responsable de investment banking, compartiendo galones con el histórico Javier Salaverri y supliendo el hueco dejado por el ahora presidente Manuel Falcó.

Va camino de cumplir dos décadas dentro de la casa, una marca poco usual en el implacable mundo de la banca de negocios. A partir de la semana que viene, Andrea Orcel lucirá nuevos galones dentro de la jerarquía del nuevo Merrill Lynch, el banco de negocios estadounidense rescatado por su compatriota Bank of America el pasado septiembre negro.

Emilio Botín