Gas Natural defiende ante la CNE la compra de Fenosa para afrontar la ofensiva de Sonatrach

La empresa estatal argelina Sonatrach (ver noticias) estará a finales del año 2009 detrás de un 50% del suministro de gas a España, frente al 34% que alcanza hoy, según los cálculos que maneja Gas Natural. Un escenario que la gasista catalana ha aprovechado para defender ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que la compra de Unión Fenosa que actualmente acomete no debería llevar aparejado ningún tipo de desinversiones, ya que la consolidación de un mayor tamaño, más que ir contra la competencia, permitirá a la fusionada negociar en mejores condiciones ante una oferta de gas cada vez más concentrada y coordinada.

Y es que la ofensiva de Sonatrach en los dos últimos años resulta espectacular. Sin ir más lejos, tiene ya participación en dos comercializadoras –las de Cepsa y EDP-, además de la que ostenta con licencia propia sin limitación de volúmenes desde 2007. Una apuesta que terminará de definir el arranque del Medgaz, gasoducto submarino que unirá Beni Saf, en la costa argelina, y Almería. Sonatrach ha incrementado su participación hasta llegar al 36% de ese proyecto, que afronta de la mano de Gaz de France Suez y Cepsa/Total y que elevará en ocho billones de metros cúbicos el gas que llega a España, actualmente situado en aproximadamente 35 billones.

De hecho, Gas Natural expuso ante la CNE -que en los próximos días aprobará un informe no vinculante sobre los efectos de la compra de Fenosa que remitirá a la Comisión Nacional de Competencia- que la puesta en operación del Medgaz en el tercer trimestre de 2009 dejará la cuota de mercado de Gas Natural inalterada. Dicho de otro modo, si la compra de Fenosa por la gasista catalana eleva su cuota de ventas en el mercado español del 45% al 56%, esos ocho billones de metros cúbicos adicionales que el Medgaz introducirá en España vuelven a rebajar ese porcentaje al entorno del 45% inicial.

Enorme pulmón

Es más, si la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa suma 29,7 billones de metros cúbicos en capacidad de suministro –incluido el que no se destina a España-, Sonatrach acapara 150 billones de metros cúbicos de los que hoy sólo destina una parte muy pequeña al territorio nacional pero que podría incrementar a voluntad en función de los precios internacionales del gas. BP, Shell o Sonatrach tienen un enorme pulmón y funcionan como un acordeón. Es con esos gigantes con quienes compites, aseguran desde la compañía. En esta línea, añaden que en España operan con plena libertad las principales empresas del sector, que existe capacidad de importación excedentaria de más de un 30% disponible de forma inmediata para terceros y que España es el país europeo con más exposición al mercado mundial de gas natural licuado (GNL). Es un mercado de dimensión global. No puede verse de otra forma, aseguran.

De otro modo, las cosas no resultarían tan fáciles para la compañía. Hay que contar con que el incremento en 11 puntos porcentuales de la cuota de mercado en importaciones otorga al nuevo grupo una cuota de mercado cercana al 60% en territorio nacional. Desde el punto de vista de la comercialización, el incremento de peso se produce sobre todo en grandes clientes, que son los más sofisticados, con poder de negociación y con un número notable de comercializadores alternativos. Sonatrach y el Medgaz también provocan aquí un cambio estructural de enorme importancia, se  explica desde Gas Natural. El feeling en el entorno de la gasista es que la operación saldrá adelante sin condiciones, ya que todo el mundo tiene ganas de que al final cuaje una operación de esta índole, después de los fracasos de Endesa con Gas Natural o con Iberdrola. Es algo que se percibe a nivel político.

Además, Gas Natural entiende que sólo procedería imputar al nuevo grupo el 50% de Unión Fenosa, ya que el otro 50% corresponde a la italiana ENI. Sobre las relaciones con su nuevo socio, desde la compañía se asegura, tal vez con la boca pequeña, que puede ser un socio importante del que ir de la mano para acometer proyectos fuera de España. No en vano ENI maneja un volumen de 99 billones de metros cúbicos de aprovisionamiento. Tampoco escapa a nadie que ENI es un socio que la gasista catalana se encuentra y que preferiría no encontrarse. Desde la italiana, se guardan las formas, también desde una cierta cautela: Estamos fuertemente comprometidos con el futuro de la compañía. Nuestro interés coincide con el de los consumidores y éste pasa por mantener la competencia en el mercado gasista. A buen entendedor…