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Sin confianza, sin liquidez y con el Euribor en máximos
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SOLBES PIDE ÁRNICA AL BCE ANTE LA AMENAZA DE LOS VENCIMIENTOS

Sin confianza, sin liquidez y con el Euribor en máximos

Poco ha durado el alivio en los mercados por el plan de rescate del sector financiero en EEUU. No sólo recaen las bolsas, sino que las

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Sin confianza, sin liquidez y con el Euribor en máximos

Poco ha durado el alivio en los mercados por el plan de rescate del sector financiero en EEUU. No sólo recaen las bolsas, sino que las condiciones de liquidez -lo que de verdad importa para la economía- apenas han mejorado desde la situación catastrófica de la semana pasada, según varias fuentes consultadas. El interbancario sigue seco más allá de un día y no tiene visos de abrirse en un futuro cercano. Como consecuencia, el Euribor a un año, el que se usa para las hipotecas, ha marcado hoy un nuevo récord anual en el 5,467%. Hacer emisiones de deuda para vender en el mercado es una quimera, y el Banco Central Europeo sigue inyectando ingentes cantidades a diario (ayer, otros 40.000 millones).

Tan desesperada es la situación, que ayer el vicepresidente Pedro Solbes por fin cedió a las peticiones que la banca lleva meses planteándole -tal como adelantó El Confidencial- y solicitó a Jean-Claude Trichet que alargue los plazos de las subastas del BCE. Algo que va justo en la dirección contraria de las medidas para restringir el acceso a estas inyecciones anunciadas hace tres semanas. Porque, tal como están las cosas, los únicos recursos para que los bancos obtengan liquidez son acudir al banco central o captar pasivo (depósitos) en medio de una guerra encarnizada que está alcanzando cotas impensables: ya hay entidades que ofrecen el 7,5%.

Hay una desconfianza total entre los bancos, a lo que se une la propia carencia de liquidez de los bancos, que tampoco tienen para prestar; y si tienen, se la guardan por lo que pueda pasar, explican en una entidad mediana española. La conclusión es que sólo se presta a un día, y a un precio muy caro. El Euribor a tres meses marcó ayer el 5,025%, su nivel más alto desde 2000 -y podría ser mayor puesto que no hay operaciones reales detrás de este tipo de interés-. Y más significativo: el diferencial entre el Libor a tres meses en euros (equiparable al Euribor) y el tipo oficial esperado a ese plazo ha vuelto a dispararse hasta 80 puntos básicos (0,80 puntos porcentuales) según el Financial Times, por encima de los 73 que alcanzó en plena vorágine de la semana pasada, aunque este nivel no es el máximo de la crisis: en diciembre de 2007 alcanzó los 93.

Todo el mundo pensaba el primer día de presentación del plan que iba a resolver los problemas, pero ahora hay que aprobarlo y aplicarlo, y eso no está nada claro; ¿qué pasa si los demócratas no lo apoyan?, plantea un profesional del mercado de crédito. En efecto, el rescate de la banca plantea grandes incógnitas que siguen sin resolverse. Ayer, WSJ.com informaba de un acercamiento de posturas entre el Tesoro y el Congreso por la disposición del Gobierno a ceder a muchas demandas de la oposición para que el plan se apruebe rápidamente. Sin embargo, quedaban muchos puntos por negociar.

Además, los efectos no serán inmediatos: Más allá del corto plazo, donde la gangrena se ha frenado, todavía tenemos varios años por delante para salir del credit crunch, en los que los bancos reconstruirán sus balances, el desapalancamiento continuará, el crédito seguirá restringido y la resaca de los años de la burbuja pesará, opina Paul Niven, de la gestora F&C, en el Financial Times.

La espada de Damocles de los vencimientos

Así las cosas, la banca española va a seguir con enormes dificultades para obtener liquidez salvo que el panorama cambie radicalmente en las próximas semanas. Ello se traducirá en restricciones aún mayores del crédito a familias y empresas, y eso que ya ha caído un 40% en lo que va de año. Algo que no sólo rebaja las necesidades de liquidez, sino que va convirtiendoel activo de las entidades en liquidez a medida que van venciendo los préstamosconcedidos. Eso tiene la contrapartida de que reduce el negocio y elbeneficio de las entidades, pero ahora no se trata de ganar dinero,sino de evitar cualquier riesgo de quiebra, sentencia otro experto consultado.

Pero el problema principal no es el del crédito, sino los vencimientos de deuda a los que las entidades deben hacer frente ineludiblemente y que suponen la auténtica espada de Damocles del sector. Es difícil cuantificar estos vencimientos: fuentes solventes del sector los cifran en 20.000 millones de aquí a fin de año, pero ayer una consultora elevaba esa cantidad a 44.800 millones. Y no se trata sólo de lo que falta de año, sino también de los vencimientos de 2009 y 2010, porque el sector no espera una recuperación apreciable del mercado hasta dentro de bastante tiempo; el total hasta entonces se estima entre 170.000 y 190.000 millones.

Los vencimientos de deuda son precisamente la consecuencia del abultado apalancamiento de los últimos años: son emisiones de bonos de hace dos, tres o cinco años que ahora llegan al final de su plazo y cuyo nominal más intereses debe devolverse a los inversores que compraron estos títulos. Y para eso hace falta un dinero que no sólo es mucho más caro ahora que entonces, sino muy difícil de encontrar. Los que tenemos vencimientos en 2009 y 2010 vamos a sufrir mucho; de los que tienen vencimientos este año, mejor ni hablar, concluyen las fuentes de la entidad citada.

Poco ha durado el alivio en los mercados por el plan de rescate del sector financiero en EEUU. No sólo recaen las bolsas, sino que las condiciones de liquidez -lo que de verdad importa para la economía- apenas han mejorado desde la situación catastrófica de la semana pasada, según varias fuentes consultadas. El interbancario sigue seco más allá de un día y no tiene visos de abrirse en un futuro cercano. Como consecuencia, el Euribor a un año, el que se usa para las hipotecas, ha marcado hoy un nuevo récord anual en el 5,467%. Hacer emisiones de deuda para vender en el mercado es una quimera, y el Banco Central Europeo sigue inyectando ingentes cantidades a diario (ayer, otros 40.000 millones).

Crisis Euríbor Banca Banco Central Europeo (BCE) Pedro Solbes