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El Ibex puede caer hasta 9.300, aunque debería rebotar previamente
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El Ibex puede caer hasta 9.300, aunque debería rebotar previamente

La catástrofe de ayer en bolsa no fue tan grave por la magnitud de la caída (el 4,5%, cuando el lunes de la semana pasada subió

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El Ibex puede caer hasta 9.300, aunque debería rebotar previamente

La catástrofe de ayer en bolsa no fue tan grave por la magnitud de la caída (el 4,5%, cuando el lunes de la semana pasada subió el 3,72% y el viernes, el 2,47%), sino porque esta caída supone la perforación de los mínimos anuales de julio de este año. Se trata de una ruptura a la baja del rango 11.000-12.000 puntos en que se había movido el Ibex desde entonces, lo cual tiene implicaciones claramente bajistas: debería continuar la caída. ¿Hasta dónde? Hay un soporte muy cerca, en la zona de 10.700, pero es probable que el descenso no se frene hasta los 9.300. Eso sí, previamente debería haber un rebote, y tampoco se puede descartar que estemos ante una capitulación (ventas de pánico que suelen indicar un suelo del mercado).

Aunque este rebote debería llegar en breve dada la sobreventa que deja el desplome de ayer, no tiene ninguna pinta de que vayamos a verlo hoy mismo. Anoche Wall Street sufrió su mayor caída diaria desde la primera sesión hábil tras el 11-S, hace ya siete años, del 4,42% para el Dow Jones y del 4,71% para el S&P 500. Una auténtica catástrofe que no augura nada bueno  para nuestro mercado. A no ser que la Reserva Federal ejerza de Séptimo de Caballería y baje los tipos por sorpresa en la reunión de esta tarde, posibilidad que ayer planteaba Banco Urquijo después de que ayer Ben Bernanke admitiera por primera vez en la historia acciones como garantía de sus préstamos de emergencia.

Aunque esta posibilidad existe y aumentó anoche con el derrumbe de Wall Street, el mercado está en un momento de pánico, de sálvese quien pueda, en el que nadie se atreve a comprar ni siquiera a muy corto plazo y los bajistas dominan por completo los índices. Mientras la situación no se estabilice, no hay nada que hacer. De hecho, los inversores están preparándose para próximas quiebras en el sector financiero norteamericano: AIG sufrió una hecatombe del 60,8% en la sesión de ayer, Washington Mutual se hundió el 26,4% y Morgan Stanley, el que sigue en la escala a Merrill Lynch, se dejó el 13,5%.

¿Cómo orientarse en este mercado? A muy corto plazo, existe un soporte en 10.700, según señala Urquijo, que corresponde con una corrección del 50% de toda la tendencia alcista 2002-2007. Éste es un nivel de corrección natural puesto que corresponde a uno de los números del famoso matemático Fibonacci. Pero los 10.700 están al lado y, tal como están las cosas, pueden ser derribados hoy mismo. Si eso sucede, el Ibex bajaría casi con toda seguridad a la zona de 9.300 con o sin rebote previo, según explica el analista técnico José Manuel Ollero. Ahí se encuentra la corrección del 61,8% de dicha tendencia alcista, el último nivel de Fibonacci.

Pensar más allá es casi ciencia-ficción, pero una cosa sí se puede decir. Si el Ibex se frena en 9.300 y retoma las subidas, habrá sufrido una durísima corrección (la máxima posible) de toda la subida previa, pero esta podría retomarse hasta alcanzar, tarde o temprano, nuevos máximos históricos. Pero si ese nivel también es perforado, nos encontraremos en una tendencia bajista principal, del estilo de la de 2000-2002 o incluso peor.

Un suelo es posible, pero...

Por supuesto, también es posible -en el mercado todo es posible- que el Ibex no llegue a esos niveles, sino que se frene en la zona actual y recupere. Aparte del posible auxilio de la Fed, esta posibilidad se basa en el enorme pesimismo que impera en el mercado, que es alcista históricamente: cuando todo el mundo es bajista, el mercado suele hacer suelo, igual que suele hacer techo cuando todo el mundo está convencido de que la bolsa va a seguir subiendo hasta el infinito. Como dice McCoy, el mercado empieza a entrar en fase exclusivamente irracional, lo que tiende a generar, a medio plazo, inimitables oportunidades de inversión. Hay quien habla incluso de capitulación bajista: ese momento en el que los inversores que habían aguantado sus posiciones contra viento y marea no pueden más y lo venden todo a cualquier precio. Las capitulaciones suelen indicar suelos del mercado.

Para saber si estamos en esa situación, Ollero señala que es imprescindible, en primer lugar, que el Ibex recupere el brutal hueco bajista dejado ayer, es decir, que cierre por encima de los 11.412 puntos. Y, para confirmar la recuperación, hace falta que el mercado supere el nivel en el que ha fracasado tres veces este verano: los 12.000. Mientras eso no ocurra, este mercado es claramente bajista. Y si el Ibex cierra la semana por debajo de los mínimos de julio, la caída a 9.300 será más que probable.

La catástrofe de ayer en bolsa no fue tan grave por la magnitud de la caída (el 4,5%, cuando el lunes de la semana pasada subió el 3,72% y el viernes, el 2,47%), sino porque esta caída supone la perforación de los mínimos anuales de julio de este año. Se trata de una ruptura a la baja del rango 11.000-12.000 puntos en que se había movido el Ibex desde entonces, lo cual tiene implicaciones claramente bajistas: debería continuar la caída. ¿Hasta dónde? Hay un soporte muy cerca, en la zona de 10.700, pero es probable que el descenso no se frene hasta los 9.300. Eso sí, previamente debería haber un rebote, y tampoco se puede descartar que estemos ante una capitulación (ventas de pánico que suelen indicar un suelo del mercado).

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