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La crisis de gobierno de Caja Duero amenaza con dejarla sin presidente ni director general
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NI LA JUNTA NI EL PSOE APOYAN LA GUERRA

La crisis de gobierno de Caja Duero amenaza con dejarla sin presidente ni director general

“O se entienden, o van los dos fuera”. Así de contundentes se muestran algunos altos cargos de la Junta de Castilla y León, que no parecen

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La crisis de gobierno de Caja Duero amenaza con dejarla sin presidente ni director general

“O se entienden, o van los dos fuera”. Así de contundentes se muestran algunos altos cargos de la Junta de Castilla y León, que no parecen dispuestos a permitir que las desavenencias en la cúpula directiva de Caja Duero, entre su presidente, Julio Fermoso, y su director general, Lucas Hernández, puedan abrir otro frente conflictivo en la Comunidad. “Están poniendo en riesgo la posibilidad de que la entidad pase a formar parte de un baile de fusiones”.

 

El consejo de administración celebrado a finales de agosto evidenció la última guerra de guerrillas que mantenían los número uno y dos de Caja Duero. Sin embargo, esta vez el desencuentro fue de dominio público tras llegar a los medios de comunicación el choque existente por la diferencia de criterios entre ambos ejecutivos surgidos a raíz de la remodelación y reforma de un teatro vallisoletano adquirido por la entidad hace dos años.

Según las fuentes financieras consultadas, Fermoso adquirió un compromiso personal con el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, a la postre vicepresidente de la caja de ahorros, para rehabilitar el teatro Lope de Vega, propiedad de Caja Duero tras haber pagado en subasta 6 millones de euros. Para tal efecto, el presidente ejecutivo trato de pasar un presupuesto de 17 millones, superando la cantidad inicial prevista de 7.

Acuciados por otras prioridades, “el director general no considera prioritario destinar un importe tan elevado para la rehabilitación del Lope de Vega”, explican desde Valladolid. “Hay que tener en cuenta que la ciudad cuenta ya con tres centros, como el Calderón, el Zorrilla y el multiusos Miguel Delibes, por lo que no puede considerarse una actuación prioritaria para la caja superar el presupuesto inicial para esta rehabilitación”.

Dado el fuerte carácter de Fermoso, que ejerce la presidencia con funciones ejecutivas, la guerra con Hernández ha provocado la lógica división por afinidades en el consejo, además de en los cuadros directivos. “No todos juegan igual de limpio. En este caso, el presidente está consiguiendo echarse a la Junta encima, cuando ni Juan Vicente Herrera (presidente), ni Tomás Villanueva (consejero Economía) han enredado en la caja”.

Según las fuentes políticas consultadas, ni PP ni PSOE quieren una guerra en una de las dos cajas de referencia de la comunidad. Su esperanza, salomónica, es que haya un acuerdo consensuado entre ambos para el reparto de tareas, evitando así confrontaciones. Y deberá ser, si quieren salvar su puesto, porque no parece probable que Fermoso consiga mayoría simple de al menos dos tercio del consejo (17), para poder destituir a Hernández.

Desde la caja de ahorros castellano-leonesa prefieren no hacer valoraciones sobre las diferencias protagonizadas por Fernoso y Hernández. Tan sólo reconocen que tiene previsto celebrarse un consejo extraordinario este mes, que todavía no está convocado, para tratar probablemente sobre este asunto. Hasta entonces, cada protagonista tratará de buscar adhesiones para su causa, actuando si fuera necesario como en una obra de teatro.

“O se entienden, o van los dos fuera”. Así de contundentes se muestran algunos altos cargos de la Junta de Castilla y León, que no parecen dispuestos a permitir que las desavenencias en la cúpula directiva de Caja Duero, entre su presidente, Julio Fermoso, y su director general, Lucas Hernández, puedan abrir otro frente conflictivo en la Comunidad. “Están poniendo en riesgo la posibilidad de que la entidad pase a formar parte de un baile de fusiones”.

Abel Hernández