Los Castellanos acusan a los Ybarra de concertación y exigen una OPA en Vocento

Los hermanos Carlos y Jaime Castellanos, accionistas de antiguo del grupo Vocento, se han decidido a tirar por la calle de en medio. Carlos, miembro del Consejo hasta esta mañana, ha dirigido días atrás un escrito a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que acusa al núcleo de control del grupo editorial vasco (familia Ybarra y otros) de actuar de forma concertada, por lo que exigen, de acuerdo con la legislación en vigor, el lanzamiento de OPA para que los accionistas minoritarios puedan vender sus paquetes al mejor precio contabilizado en el último año.

Se trata, entre otras cosas, de calentar la Junta General de Vocento que tiene lugar esta tarde. Jaime Castellanos, protagonista de uno de los mayores pelotazos editoriales registrados en la historia de España con la venta de Recoletos a Unidad Editorial, se ha cansado, tras su fracasado intento de repetir con Vocento la operación Recoletos, de perder dinero con los editores del diario ABC y El Correo y quiere salir corriendo, a ser posible sin dejar un euro en el intento. Para apoyar su pretensión, ha forzado la dimisión como consejero de su hermano Carlos, que esta mañana fue aceptada por unanimidad por el consejo de administración de la compañía.

En su escrito de denuncia a la CNMV, Carlos Castellanos argumenta que el bloque de accionistas mayoritarios, formado por la familias Ybarra, Luca de Tena y Urrutia, que cómodamente controlan más del 50% del capital social del grupo, vienen desde hace meses actuando de forma concertada en detrimento de los intereses de los minoritarios, que han sido excluido de todas las decisiones que, en casos como el nombramiento de ejecutivos, venta de participaciones y otros, en los últimos tiempos se han tomado.

Exigen un precio de 13,71 euros

Como consecuencia de esa concertación, los Castellanos piden a la autoridad reguladora del mercado que obligue, de acuerdo con la Ley de Opas en vigor, a formular una oferta pública para que el resto de los accionistas puedan adoptar la decisión más conveniente a sus intereses, vendiendo sus participaciones o quedándose en el grupo. El precio que reclaman para esa OPA sería el de 13,71 euros, que fue la cifra que se pagó el pasado mes de abril por el 2,97% del capital en poder de Multitel (Eugenio Galdón). Los hermanos Castellanos controlan el 4,4% de Vocento a través de la sociedad Casgo.

Aquel 2,97% fue adquirido a pachas por la familia Luca de Tena y por Victor Urrutia, que de esta forma reforzaron su posición accionarial en el grupo hasta el 10% y el 10,11%, respectivamente. Aquel día, 16 de abril, los títulos de Vocento cerraron a 12,03 euros (máximo de 14,65 en marzo). Desde entonces, la acción no ha dejado de caer, en consonancia con el comportamiento general del mercado, y hoy mismo cotiza a 6,80 euros, prácticamente la mitad de aquella cifra.

Jaime Castellanos, aliado de los Bergareche y Alejandro Echevarría, no ha dejado de dar guerra en los últimos tiempos en un Grupo Vocento que, a cuenta de la dispersión accionarial y antes de que la crisis financiera se hiciera presente, se presentaba como el campo de juego ideal para repetir la operación Recoletos, con la variante de que esta vez el grupo vasco hubiera sido desguazado y vendido por piezas. Con estos antecedentes y el órdago planteado ahora ante la CNMV, la Junta General de esta tarde no puede presentarse más movida.