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Los afectados de Martinsa-Fadesa sólo tienen un mes para comunicar lo que han pagado si no quieren perder su dinero
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PASOS A SEGUIR, SEGÚN IURE ABOGADOS

Los afectados de Martinsa-Fadesa sólo tienen un mes para comunicar lo que han pagado si no quieren perder su dinero

Una vez se supo que Martinsa-Fadesa había presentado el concurso de acreedores voluntario, sus clientes –y así lo han manifestado algunos a este diario- temen tanto

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Los afectados de Martinsa-Fadesa sólo tienen un mes para comunicar lo que han pagado si no quieren perder su dinero

Una vez se supo que Martinsa-Fadesa había presentado el concurso de acreedores voluntario, sus clientes –y así lo han manifestado algunos a este diario- temen tanto por su casa, como por el dinero que han adelantado. “Los compradores de casa a Martinsa-Fadesa tienen un mes improrrogable desde que se publica en el BOE y en el /los diarios que ordene el juez el Auto de declaración de concurso para comunicar a la administración concursal lo que han pagado. Si no lo hacen, podrían quedar excluidos del proceso”, advierte Iure Abogados, firma con sobrada experiencia en procesos concursales. Por sus manos han pasado acreedores de Fórum Filatélico y Afinsa, Arte y Naturaleza y Delphi, pero también de empresas del ladrillo tales como Llanera, Seop, Urazca y PromoDico. Iure ha reconocido a El Confidencial que, hasta la fecha, ya les han contactado 60 clientes de Martinsa-Fadesa de toda España. La mayoría de ellos, compradores de segunda residencia en la costa mediterránea, Galicia y Madrid, que han desembolsado en torno a unos 40.000 euros.

A esta primera fase de comunicar los pagos, fundamental si se quiere recuperar el dinero aportado, se le denomina “comunicación de créditos contingentes”. A partir de ahí, los administradores tienen dos meses para elaborar un informe de la administración concursal. Posteriormente, llega el momento de las impugnaciones. El acreedor que no ve reconocido su crédito, impugna la lista de acreedores. A este tipo de incidentes se les denomina “incidentes concursales” y, mientras se resuelven, se paraliza todo el proceso. “En ocasiones, los parones pueden durar un año. Si se hace bien, se agiliza bastante”, asegura Iure.

Una cuestión importante es que los compradores no son acreedores de dinero, sino titulares de un derecho. Esto significa que los compradores deben seguir pagando. En el momento en el que la compañía incumple el contrato, el comprador pasa a ser acreedor de dinero y pasaría a formar parte de la masa de acreedores, generalmente ordinarios, aunque en algunos casos sonados, el juez puede decidir que los compradores son acreedores privilegiados. “Los jueces mercantiles suelen mirar mucho por el consumidor y las cantidades que Martinsa-Fadesa adeuda a sus clientes tampoco son demasiado elevadas”, informa la firma de abogados.

Si el comprador quiere rescindir ya, puede hacerlo de dos maneras: o por incumplimiento de contrato o de manera unilateral. Por incumplimiento de contrato, hay una cláusula por la que les devuelven lo aportado más un 20% de penalización. Si la rescisión es unilateral por parte del cliente, la penalización es a la inversa. Pero ojo, los profesionales de Iure han comenzado a detectar que algunos contratos no permiten rescindir: “Estamos analizando esos casos porque estamos viendo que pueden incluir cláusulas abusivas”.

“El problema es que no nos han dado el aval”

Este diario se ha puesto en contacto con uno de los foros que aúna a compradores de piso de Martinsa-Fadesa de toda España. Uno de sus portavoces, José Antonio, cifra en 40 las personas que lo integran, correspondientes a promociones de Alcalá, Móstoles, Asturias, Valencia, Torrejón de Ardoz, Villanueva de la Cañada y Colmenar Viejo. Él forma parte de la promoción de 172 viviendas de protección pública limitada (VPPL) en Alcalá de Henares, a un precio de entre 180.000 (75 m2) y 215.000 euros (89 m2) con trasteros y dos garajes.

“Hemos pagado entre 1.000 euros –los que firmaron en el último SIMA- y 3.000 euros por los contratos de preventa”, asegura José Antonio. Según él, el documento de preventa no incluye garantía. El 50% de su promoción ha aportado aproximadamente 15.000 euros y un 20% ya ha firmado pagarés de 28 mensualidades de 850 euros cada uno que comienzan a finales de julio. Las viviendas aún no se han comenzado a construir y la entrega está prevista para el primer trimestre de 2011.

“El problema es que no nos han dado el aval. Por ley, tienen que avalar desde la preventa las cantidades que estás entregando. Según la cláusula 7 del contrato de compraventa, todas las cantidades depositadas están avaladas. Pero no nos han dado el aval, con lo que están incumpliendo el contrato”, afirma José Antonio. De momento, ya han enviado un burofax en el que consta la petición en 48 horas del aval bancario. Pero no es tan fácil: “el concurso lo bloquea todo y si denunciamos por incumplimiento de contrato, nos podríamos organizar como un acreedor más, y no en los primeros puestos de la cola, precisamente. Pero nosotros no podemos dejar de pagar”.

José Antonio ha transmitido a este diario que entre los miembros del foro de afectados hay dos sensibilidades distintas: la de los que no quieren arriesgar y desean que les devuelvan ya su dinero, y la de los que prefieren que la promoción siga adelante, aunque se hagan cargo de ella otras empresas.

Para estos temores, Iure también tiene respuesta. Según la firma de abogados, después de la fase de los incidentes concursales, se pasa a una segunda fase en la que la compañía tiene dos opciones: o bien la compañía continúa su actividad –normalmente muy adelgazada- y comienza a pagar en convenio de acreedores –por ejemplo: paga en dos años el 80% de lo que adeuda-; o bien la empresa no es viable, con lo que se procede a su cierre y liquidación, vende todo y reparte de forma prorrateada. Si Martinsa-Fadesa continúa su actividad, lo más probable es que continúe con algunas promociones y que revenda a terceros otras. Pero la firma consultada también advierte sus temores: “con el tamaño que tiene esta inmobiliaria, surge la duda de si otras empresas podrán absorber sus promociones”.

Comunicado de Martinsa-Fadesa

En la tarde de ayer, Martinsa-Fadesa envió un comunicado a los medios de comunicación dirigido a sus clientes, en el que aseguraba que “la compañía está contactando con todos sus clientes para tratar las posibles fórmulas de solución en cada una de las promociones”.

La compañía reiteraba que “la compañía continúa actualmente desarrollando su actividad con normalidad y es su intención mantener los compromisos adquiridos con sus clientes y respetar los contratos firmados” y que “posibilitará, bajo la supervisión de la administración concursal, las fórmulas más adecuadas para acabar las promociones y obras en curso y entregar todas viviendas comprometidas”.

Además, Martinsa-Fadesa, en su nota, informaba de que ha habilitado el siguiente número gratuito de atención al cliente: 900 380 900, operativo desde el viernes 18 de julio a las 9:00 horas, como línea de información además de los canales habituales. Finalmente, lamentaba profundamente “la incertidumbre que esta situación pueda causar a sus clientes” y reiteraba su “compromiso de trabajar intensamente para superar esta situación transitoria a la mayor brevedad”.

Una vez se supo que Martinsa-Fadesa había presentado el concurso de acreedores voluntario, sus clientes –y así lo han manifestado algunos a este diario- temen tanto por su casa, como por el dinero que han adelantado. “Los compradores de casa a Martinsa-Fadesa tienen un mes improrrogable desde que se publica en el BOE y en el /los diarios que ordene el juez el Auto de declaración de concurso para comunicar a la administración concursal lo que han pagado. Si no lo hacen, podrían quedar excluidos del proceso”, advierte Iure Abogados, firma con sobrada experiencia en procesos concursales. Por sus manos han pasado acreedores de Fórum Filatélico y Afinsa, Arte y Naturaleza y Delphi, pero también de empresas del ladrillo tales como Llanera, Seop, Urazca y PromoDico. Iure ha reconocido a El Confidencial que, hasta la fecha, ya les han contactado 60 clientes de Martinsa-Fadesa de toda España. La mayoría de ellos, compradores de segunda residencia en la costa mediterránea, Galicia y Madrid, que han desembolsado en torno a unos 40.000 euros.

Fernando Martín Mercado inmobiliario