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El matrimonio Cebrián/Ortega repite fiasco: después de Habitat, ahora Martinsa-Fadesa
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200 MILLONES INVERTIDOS EN EL LADRILLO

El matrimonio Cebrián/Ortega repite fiasco: después de Habitat, ahora Martinsa-Fadesa

El ladrillo ha sido para muchos el dorado del dinero fácil durante los últimos cinco años. Cualquier otro tipo de inversión parecía ridícula. Que se lo

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El matrimonio Cebrián/Ortega repite fiasco: después de Habitat, ahora Martinsa-Fadesa

El ladrillo ha sido para muchos el dorado del dinero fácil durante los últimos cinco años. Cualquier otro tipo de inversión parecía ridícula. Que se lo digan, si no, al matrimonio formado por Juan Carlos Rodríguez Cebrián, consejero de Martinsa-Fadesa, y Dolores Ortega, sobrina carnal de Amancio Ortega. Después casi dos décadas de trabajo en el gigante textil, decidieron colocar los réditos obtenidos en Inditex en inmobiliarias.

Todo comenzó después de que Juan Carlos Rodríguez Cebrián abandonara Inditex, donde fue director general plenipotenciario hasta la restructuración de la compañía realizada por el patrón en 2004. A partir de entonces, junto al dinero obtenido tras la salida a bolsa, el matrimonio tuvo la fortuna de poder dedicarse a administrar su fortuna. Para ello, constituyeron sus respectivas sicavs para articular las inversiones de turno.

Al margen de posiciones financieras en bolsa, los verdaderos envites efectuados con su patrimonio se realizaron en el ladrillo. El primero de ellos fue llevado a cabo por Dolores Ortega, que participó en el desarrollo del Distrito 38 promovido por la inmobiliaria Habitat. Entonces, la inversora gallega tomó un 8,1% de la promoción y entró en contacto con el mercado catalán, donde compartió intereses con otras familias locales.

Era julio de 2006. A pesar de los primeros síntomas de la burbuja, los nuevos tycoons del ladrillo -Bañuelos, Portillo…- acaparaban entonces todo el protagonismo. A menor escala, el matrimonio no perdía tampoco comba. Sólo dos meses más tarde, se cerraba la compra de la inmobiliaria gallega Fadesa por parte de Fernando Martín por 4.000 millones. El promotor vallisoletano llamó a la puerta de Rodríguez Cebrián para que le acompañara en la aventura.

Martín consiguió para su causa a un gallego ilustre, que a su vez se convertía en accionista, con una participación del 8,7% y pieza fundamental del núcleo duro de accionistas sobre los que se apoyaría la nueva Martinsa-Fadesa. A cambio de esta inversión, por un importe superior a los 150 millones, Rodríguez Cebrián ocuparía un puesto en el consejo de administración de la inmobiliaria, solo con un porcentaje inferior a Antonio Martín Criado (15%).

Llegan los disgustos

En diciembre de 2006 se cerró la última de las grandes operaciones en el sector inmobiliario. Habitat compró la brazo inmobiliario de Ferrovial por 2.200 millones. La promotora familiar catalana invitó a participar en la operación a algunos inversores vip, la élite de la burguesía catalana (Rodés, Cuatrecasas, Godia…), pero también a su reciente socio en el distrito 38, la gallega Ortega, que asumió un 9% de la tarta por 54 millones.

De esta manera, con más de 200 millones de euros comprometidos, el matrimonio tenía cubierta su cuota de ladrillismo. Ya era sólo cuestión de tiempo que el dinero empezara a multiplicarse si todo seguí el curso natural de los últimos años. Aunque no ha sido así. Sólo doce meses después, a finales de 2007, Habitat encendió las luces de alarma ante la dificultad de refinanciar su deuda. Proel camino ya habían quedado algunas grandes, como Astroc y Llanera. Más tarde llegaría Colonial.

Al final, los ladrillos se han derrumbado sin dar sus frutos. En Habitat, la inversora Ortega ha hecho frente común con el también gallego José Antonio Castro (Hesperia) para llevar a los tribunales a las familias Figueras y Suñol. En Martinsa-Fadesa, el consejero Rodríguez Cebrián ha preferido optar por el concurso de acreedores antes que comprometer más dinero propio. Bastante se ha perdido ya en bolsa. Aunque todavía millonarios gracias a Inditex, el ladrillo les ha hecho un poco menos ricos.

El ladrillo ha sido para muchos el dorado del dinero fácil durante los últimos cinco años. Cualquier otro tipo de inversión parecía ridícula. Que se lo digan, si no, al matrimonio formado por Juan Carlos Rodríguez Cebrián, consejero de Martinsa-Fadesa, y Dolores Ortega, sobrina carnal de Amancio Ortega. Después casi dos décadas de trabajo en el gigante textil, decidieron colocar los réditos obtenidos en Inditex en inmobiliarias.

Juan Luis Cebrián José Ortega Cano