CEOE denuncia una "campaña de la vieja guardia" contra Díaz Ferrán

Ya ni se oculta. La guerra está abierta en canal. El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Bárcenas, criticó ayer en público al presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, después de haberlo hecho por activa y por pasiva en círculos más o menos privados. La respuesta desde la institución no se ha hecho esperar. Por primera vez, fuentes de la patronal salieron al paso e identificaron las palabras de Bárcenas como una “campaña de la vieja guardia”, empeñada en una “tarea de desgaste” de Díaz Ferrán.

Bárcenas, que participaba en Pamplona en la clausura de la Junta Directiva Anual de la Confederación de Empresarios de Navarra, no se mordió la lengua. Afirmó que no es oportuno “cambiar la filosofía y el funcionamiento de CEOE sin consenso, sin propuestas y sin acuerdo”. Además, defendió una patronal “que sirva a los empresarios y no de la que se sirvan algunos empresarios”, en clara referencia a los intereses particulares de Díaz Ferrán, presidente del grupo Marsans. En el fondo, Bárcenas expresó la opinión del sector crítico de la patronal, encabezado por su secretario general, Juan Jiménez Aguilar, si acaso principal representante de esa “vieja guardia” a la que aluden fuentes oficiales de CEOE. Un frente en el que también estaría Santiago Herrero, presidente de los empresarios andaluces.

“Es sorprendente. El presidente no ha pretendido cambiar ninguna filosofía ni ningún modelo. No hay ningún documento de CEOE que así lo atestigüe”, aseguraron estas fuentes. Además, “si tan preocupado está Bárcenas no se entiende por que se marcha a Pamplona a formular esas críticas cuando aquí hubo Junta Directiva el pasado día 18 y no dijo nada. Es más, se aprobó un informe económico por unanimidad en el que se incluyeron todas las propuestas que planteó referentes a pymes”, aseguraron.

Tomar posiciones

¿Por qué una “tarea de desgaste”? Las declaraciones de Bárcenas deben verse en un contexto más amplio. Como ha venido publicando este periódico, las dos formas de ver la organización tienen una fecha marcada en rojo en el calendario: la de las elecciones de 2010, para las que ya velan armas y toman posiciones. “Lo normal es que la crisis se encone y se agudice. En cuanto pase el verano tendremos 2009 encima y, según se vaya acercando el día de los comicios, cada parte irá fijando su estrategia y posicionándose; es decir, las tensiones se irán acentuando”, explicaban fuentes que conocen la casa. Lo que falta por saber es si el delicado equilibrio, sostenido con alfileres, podrá mantenerse.

El presidente de Cepyme –vicepresidente de CEOE por derecho propio debido a su cargo al frente de las pymes, según recoge la última reforma estatutaria- dijo esperar que la situación se corrija, ya que, “si no, el tiempo dirá las soluciones que se deben tomar”. Para la patronal, “lo más grave es que este tipo de declaraciones lo que hacen es dividir la organización. Díaz Ferrán no ha contestado ningún ataque y no lo ha hecho precisamente por respeto a la institución. Actitudes como la de Bárcenas exigen a la gente que tome partido y, en efecto, cada uno será responsable de sus actos”.

Bárcenas no quiso dejarse nada en el tintero y se refirió a cómo está afrontando esta situación el ex presidente de CEOE José María Cuevas, que tras 23 años en el cargo nombró como su sustituto a Díaz Ferrán. “Lo está pasando muy mal –dijo el presidente de Cepyme. Se siente defraudado. Apostó por otra cosa, no queríamos dar estos saltos en el trapecio sin red”. Entre las diferencias que separan a Díaz Ferrán y ese sector crítico destaca la percepción de éste de que el presidente quiere convertir CEOE en un lobby sectorial; desde el entorno del presidente se explica que la intención de Díaz Ferrán es, simplemente, reforzar la financiación privada de la organización.