Marsans duda de que López Mena pueda comprar la mayoría de Aerolíneas Argentinas

¿Cuánto vale Aerolíneas Argentinas? Ése ha sido el quid de la cuestión desde que el matrimonio Kirchner se planteó en serio la posibilidad de argentinizar la empresa. Y es que aunque su hombre de paja, el empresario uruguayo Juan López Mena, filtró que iba a adquirir el 37% de la aerolínea y su control, fuentes del sector conocedoras de las negociaciones advierten que “lo que hay que saber primero es lo que vale la compañía y Marsans no tiene claro que López Mena tenga capacidad para acceder a la gestión de la aerolínea”.

“López Mena es un empresario argentino que tiene sus negocios en Uruguay y el puerto de Buenos Aires. Su empresa factura 160 millones al año. Aerolíneas Argentinas 1.200 millones. Luego se trata de un empresario pequeño que apenas factura el 11% de lo que vale Aerolíneas. Eso no quiere decir que no pueda integrarse, pero otra cosa es tener la mayoría”, aseguran estas fuentes.

La última palabra la tienen Merril Lynch, Deloitte y PriceWaterhouseCoopers, las consultoras que están llevando a cabo las auditorías para fijar el valor de la aerolínea durante el proceso de due dilligence de 45 días -al que apenas restan diez-. ¿Y si sus estimaciones son muy discrepantes? “Hablamos de tres entidades muy reconocidas. No creo que con su seriedad vaya a haber muchas diferencias”, se argumenta.

La prensa argentina hace varios meses que insiste en remitir al acuerdo suscrito entre el Estado y Marsans, según el cual el valor de las acciones debe corresponderse con el valor que fijan los libros. En ese caso, el último balance disponible, correspondiente a 2006, reduce el valor de mercado de la empresa a apenas 394 millones de dólares. Un escenario que, por ejemplo, obligaría al Estado a desembolsar por elevar su participación apenas unos 60 millones de dólares. Aerolíneas considera que el valor de mercado de la empresa está por encima de los 1.000 millones de dólares.

Sociedad interpuesta

Lo que se da por segura es la estructura que tendrá la compañía en el futuro, con tres partes en liza que se repartirán el 95% que ahora atesora Marsans. En primer lugar, el Estado pasará a tener un 30%, porcentaje del que un 10% será para distribuir entre los empleados. El 70% restante es lo que negocian actualmente Gonzalo Pascual, presidente de la española, y López Mena. La idea es crear una sociedad interpuesta cerrada desde la que se van a tomar las decisiones. El que tenga la mayoría de esa sociedad mandará en la aerolínea, ya que el 30% del Estado no le daría derecho a intervenir en la toma de decisiones. “Sólo tendrá facultades de veto, del levantamiento de frecuencias o de aprobar las cuentas. Es decir, una cuestión política”, explican las fuentes consultadas. De momento, Marsans se resiste como gato panza arriba a ceder la mayoría accionarial de esa sociedad.

Estas fuentes desmintieron que, como publicaba recientemente la prensa argentina, el consejero delegado de Aerolíneas Argentinas, Enrique Meliá, pudiera estar viviendo sus últimos días al frente de la compañía. Las pérdidas que acumula la aerolínea y, sobre todo, los problemas con los principales sindicatos estarían detrás del cambio, según publicaba la newsletter argentina Código Aéreo.

Suponga o no la salida de Meliá, que lleva en el cargo desde noviembre de 2007 y que es también consejero delegado de Air Comet Chile, lo cierto es que el frente sindical no da tregua. Los principales problemas están concentrados en los pilotos de Austral Líneas Aéreas, propiedad cien por cien de Marsans, que amenazan con nuevos conflictos ante la falta de explicaciones sobre su situación tras la acometida del clan Kirchner para controlar Aerolíneas.

“No sabemos cuánta plata tiene López Mena, pero una aerolínea es una cosa muy cara. Austral tienen en este momento 11 aviones tirados en el piso por falta de mantenimiento y Aerolíneas otros 30, por falta de motores, por falta de todo. En los vuelos internos no hay ni Coca-Cola”, aseguraba un piloto a La Política Online.