El negocio de la moda
La moda les ha proporcionado riqueza. Gracias a ella, sus cuentas corrientes rebosan de ceros y sus nombres ocupan un lugar destacado entre los personajes más
La moda les ha proporcionado riqueza. Gracias a ella, sus cuentas corrientes rebosan de ceros y sus nombres ocupan un lugar destacado entre los personajes más ricos del mundo. Son los ‘señores de la moda’. Giorgio Armani, Francois Pinault, Bernard Arnault, Amancio Ortega o los hermanos Benetton. Todos ellos gozan de prestigio internacional. Unos han creado su imperio gracias a la alta costura mientras que otros se han ganado la fama gracias a diseños al alcance de todos los bolsillos. Pero todos ellos han conseguido el mismo objetivo, crear un imperio gracias a la moda, aunque opr caminos muy diversos.
Para gustos, los colores. Por tomar el ejemplo más cercano, el empresario gallego Amancio Ortega es la persona más rica de España y uno de los 30 personajes más adinerados de todo el mundo, según la revista Forbes. Su fortuna, estimada en 20.200 millones de dólares, proviene su imperio textil: Inditex. Un gigante de la moda con más de 3.800 almacenes distribuidos en 68 países dueño de Zara, Maximo Dutti o Pull & Bear, entre otras marcas.
Su fortuna y su popularidad, sin embargo, contrastan con su discreción. En una industria donde el rumor está por todas partes, Ortega ha conseguido pasar desapercibido. Hijo de un ferroviario, poco amigo de los medios de comunicación, comenzó a diseñar batas y lencería en su habitación hace ya 45 años, con la ayuda de su mujer. Hoy, ese negocio se llama Inditex, que en la actualidad no atraviesa por su mejor momento bursártil, como consecuencia de la fuerte caída del consumo no sólo en España, sino en todo el mundo.
Una situación que también está sufriendo en sus propias carnes otro de los reyes de la moda urbana. Se trata del sueco Stefan Persson, dueño de Hennes & Mauritz (H&M), fundada por su padre. Su fortuna está estimada en 17.700 millones de dólares, según Forbes y su éxito radica, en gran medida, en que ha contratado diseñadores de renombre como Karl Lagerfeld o Stella McCartney y ha logrado mantener los precios bajos. El resultado son cerca de 1.500 tiendas repartidas en 28 países.
Tampoco tuvieron el camino fácil los hermanos Carlo, Gilberto, Giuliana y Luciano Benetton, quienes fundaron el grupo que lleva su apellido en 1965. Su fortuna, que asciende a 2.900 millones, es fruto del sudor de su frente. Cuando pusieron en marcha la compañía, Giuliana tejía personalmente los suéters que Luciano iba vendiendo en bicicleta a las tiendas locales. Ahora, Benetton se ha convertido en una marca de prestigio internacional, gracias en gran parte a las atrevidas y provocadoras campañas de publicidad de Oliviero Toscani. Benetton cuenta ahora con 5.000 almacenes en 120 países.
Los reyes de la alta costura
A estos apellidos se suman además los de aquellos que han conseguido que sus diseños y sus marcas se hayan convertido en auténticos artículos de lujos sólo al alcance de algunos privilegiados. Posiblemente el mayor exponente de todos ellos sean los hermanos Alan y Gerard Wertheimer, dueños de la firma parisina, Chanel, fundada por su abuelo y Coco Chanel en 1919. La firma, que revolucionó el mundo de la alta costura, se mantiene como una de las más codiciadas en todo el mundo bajo la atenta mirada de su director artístico, Karl Lagerfeld. El punto de mira de la firma está puesto en China, donde es la cadena de moda de lujo preferida por los adinerados orientales.
El también francés Bernard Arnault, No se queda a la zaga de los hermanos Wertheimer. Es el más rico de Francia con 25.500 millones de dólares y es mundialmente conocido por las marcas de su grupo LVMH, que incluye las firmas Christian Dior, Louis Vuitton, Loewe o Givenchy, entre otras. En la actualidad sus miras van más allá de la moda, ya que ha aumentando su participación en Carrefour, la segunda cadena minorista del mundo, por detrás de Wal-Mart.
Arnault, como muchos otros empresarios de la moda, no comenzó su carrera en la industria. Estudió ingeniería y no aterrizó en este mundo hasta 1985, cuando utilizó el capital de la compañía de construcción familiar para adquirir Christian Dior. En esta lista de empresarios millonarios tampoco pueden faltar los nombres de Francois Pinault, Giorgio Armani o Ralph Lauren. El primero de ellos ha amasado una gran fortuna de 16.900 millones de dólares gracias a la firma de lujo PPR, que incluye marcas como Gucci, Balenciaga o Stella McCartney.
Una cifra que se encuentra muy por encima de los 5.000 millones del rey de Italia. Armani abandonó la carrera de medicina en 1957 para trabajar como empleado en el departamento de compra de un almacén. Aprendió con rapidez y desarrolló un talento especial para la moda. Después de varios trabajos como diseñador en varias compañías, lanzó sus propias líneas en 1970. Hoy, la etiqueta de Armani es signo de distinción, hasta tal punto de que incluso Samsung firmó recientemente un acuerdo con la firma para usar su nombre para algunos de sus aparatos electrónicos.
La moda les ha proporcionado riqueza. Gracias a ella, sus cuentas corrientes rebosan de ceros y sus nombres ocupan un lugar destacado entre los personajes más ricos del mundo. Son los ‘señores de la moda’. Giorgio Armani, Francois Pinault, Bernard Arnault, Amancio Ortega o los hermanos Benetton. Todos ellos gozan de prestigio internacional. Unos han creado su imperio gracias a la alta costura mientras que otros se han ganado la fama gracias a diseños al alcance de todos los bolsillos. Pero todos ellos han conseguido el mismo objetivo, crear un imperio gracias a la moda, aunque opr caminos muy diversos.