Fonditel ficha al gestor Carlos Hernández tras el fiasco del 'hedge fund' Auriga

Fonditel, la gestora de fondos y planes de pensiones de Telefónica, ha fichado a Carlos Hernández, gestor especializado en estrategias cuantitativas que protagonizó la misteriosa muerte del hedge fund Sleipnir de la gestora Auriga el mes pasado, el primero que echa el cierre en España.

La gestora de Telefónica pretende completar su equipo gestor con un especialista en gestión cuantitativa. Fonditel vivió el año pasado la tormentosa salida de su director de inversiones, Cristóbal Thomas de Carranza, que montó el hedge Valorica junto al ex Invercaixa Iván Yáñez. Carranza fue sustituido por Íñigo Colomo y, después de esta experiencia, el consejero delegado de Fonditel, Luis Peña, prefiere apostar por los equipos en vez de por los gestores estrella.

La gestión de los fondos y planes de Fonditel se basa en una estructura llamada core-satellite. El core es el núcleo principal de las inversiones, que es la asignación de activos entre deuda y bolsa, así como las decisiones de ponderación y duración (en el caso de los bonos). El satellite consiste en aplicar técnicas de gestión alternativa para ampliar la rentabilidad del núcleo básico, y ahí es donde entra Hernández.

Los inversores se cargaron Auriga

El cierre de Sleipnir fue achacado por algunos medios a la pobre rentabilidad obtenida por Hernández y fue utilizada para cuestionar la incipiente industria de la gestión alternativa española. Sin embargo, el fondo sólo había perdido un 4,6% en ocho meses, entre el verano y abril, cuando su objetivo de volatilidad era el 10%. Y lo más importante, cuando los mercados mundiales se habían hundido y cuando otros fondos que seguían estrategias similares, como el Global Alpha de Goldman Sachs, habían tenido unas pérdidas tan gigantescas que tuvieron que ser recapitalizados.

La verdadera razón de esta crisis estuvo en los fuertes reembolsos realizados por los tres inversores principales de Auriga, acuciados por las necesidades de liquidez de sus negocios, en especial los inmobiliarios. Se trata de la familia Resusta, ligada a nombres como Kilo Americano o Mercapital, Enrique Martinavarro, dedicado a los cítricos, y Jorge García González, empresario inmobiliario. Ante esta pérdida de confianza y con el fondo vacío de patrimonio, Hernández optó por dimitir.

La gestora Auriga, que dirige el ex Safei Pedro Urbina, no ha cerrado y piensa utilizar la carcasa de Sleipnir para montar otro fondo alternativo, aunque necesita encontrar otro gestor y, sobre todo, inversores más comprometidos con el proyecto. Urbina había conseguido que Próxima Alfa -la joint venture de BBVA y Vega- apareciera como gestora ante la CNMV, ya que Auriga no está registrada como tal.