Argentina encuentra un empresario amigo para el asalto a Aerolíneas: Juan Carlos López Mena

El Gobierno argentino ha encontrado por fin un empresario amigo para su asalto a Aerolíneas Argentinas, controlada por el Grupo Marsans. Se trata del empresario uruguayo Juan Carlos López Mena, que comenzará a negociar esta semana con el grupo español su incorporación al capital de la aerolínea, donde el Estado argentino posee el 5% y donde quiere colocar otro 15% en manos amigas.

Según la web argentina Código Aéreo, el nombre de Juan Carlos López Mena habría sido acordado con las autoridades argentinas y con el ministro de Asuntos Exteriores español Miguel Ángel Moratinos en su reciente viaje a ese país y no habría recibido el veto de los accionistas mayoritarios del Grupo Marsans.

Juan Carlos López Mena, pese a no ser un empresario ‘pata negra’, tiene excelentes relaciones con el matrimonio Kirchner y con Julio de Vido, el ministro de Infraestructuras, que se han concretado en numerosas concesiones en Argentina e innumerables intercambios de favores con el poder político. De esta forma, los Kirshner intentarían repetir en Aerolíneas la jugada de asalto a YPF, con López Mena en el papel de Eskenazi.

López Mena es dueño de la naviera uruguaya Buquebus, empresa que cuenta con 8 barcos y facturaría más de 100 millones de dólares anuales, además de transportar cerca de 12.000 personas diarias entre Buenos Aires y Montevideo. En 2001 comenzó a desarrollar el negocio de operador turístico y, en la actualidad, es uno de los tres mayores agentes de viajes hacia España.

En el seno del Grupo Marsans prefieren ser conservadores sobre las posibilidades de las conversaciones, sobre todo porque existen serias dudas sobre cuál será la valoración de Aerolíneas Argentina para poner el precio de venta de las acciones que reclamaría el empresario uruguayo.

El secretario de Transporte argentino, Ricardo Jaime, ha sostenido que en el Ministerio de Economía, durante la gestión de Miguel Peirano y Martín Lousteau en Marsans, fijó un valor para la compañía, pero se cree que es muy lejano del que tienen en mente Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, que ronda los 1.000 millones de dólares.

Sin embargo, más allá del precio, los españoles tiene en claro que será una venta al estilo YPF, es decir, se pagará una pequeña suma inicial y sucesivas cuotas que se saldarían con las ganancias que obtenga la propia empresa.

Pero la gran diferencia que existe entre YPF y Aerolíneas Argentinas es el resultado operativo de la compañía: mientras que la petrolera gana miles de millones de dólares anuales, con tendencia de precios del petróleo al alza, la líneas de bandera argentina arrastra un concurso preventivo, cinco años de pérdidas acumuladas, serios retrasos en sus pagos a los proveedores y una pérdida en cuatro meses que rondaría los 150 millones de dólares.

Una trayectoria próxima al poder político

Como ejemplo de la connivencia de este empresario con el Ejecutivo argentino, Buquebus fue una pieza clave para lograr la elección de Tabaré Vasquez, una jugada internacional que realizó la Casa Rosada en donde hubo apoyo político, logístico, monetario, de publicidad y de propaganda, pese a que pocos años antes se lo consideraba cercano al ex Presidente José María Sanguinetti.

Con el Ministro de Infraestructura ha logrado una relación tan cercana que hace unos 10 meses, Juan Carlos López Mena logró una impresionante aplicación del contrato de concesión (que vencía en 2013) hasta el 2027 del servicio que presta hacia Uruguay.

Los lazos con España también son fluidos. Además de operar un servicio de ferry entre Ceuta y Algeciras y ser un gran operador turístico desde la Argentina, el último barco incorporado a la flota porteña (Luciano Federico L) fue construido en los Astilleros Bazán, con una inversión de 38 millones de dólares.

El desembarco de Buquebus en España se produjo en 2006, pero un año más tarde, la empresa fue vendida por una cifra cercana a 40 millones de dólares a la empresa naviera hispana Balearia, que cubría la misma ruta.