Ferrán y Pascual (Marsans) en un brete: los Kirchner les quieren birlar Aerolíneas

Tras el éxito de la operación YPF, donde Repsol terminó por dar entrada en el capital a un amigo de la Casa Rosada con la esperanza de aliviar su situación en Argentina, los Kirchner se han fijado en Aerolíneas Argentinas (AA), mayoritariamente controlada por Marsans. Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, dueños del grupo, sospechan que los Kirchner se la quieren quedar a precio de saldo, con la ayuda de empresarios locales amigos. El próximo domingo, Miguel Ángel Moratinos llegará a Buenos Aires para presentar una queja formal ante la presidenta Cristina Fernández por el acoso a Marsans para que venda Aerolíneas.

En la Argentina de los Kirchner, cualquier pésima experiencia empresarial previa sufrida por un inversor extranjero puede ser superada por la siguiente. Después de Repsol, llega el turno de Marsans, y en la agenda de los Kirchner aguarda un tercer nombre español: Telefónica. Moratinos llegará a la Argentina acompañado por la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, como parte de un viaje inicialmente planeado a Puerto Príncipe, Lima y Brasilia, y en el que de forma precipitada se ha incluido una escala de 24 horas en Buenos Aires, después de que este fin de semana Díaz Ferrán acudiera al Palacio de la Moncloa a pedir auxilio.

Los problemas de Marsans en Argentina no son, en el fondo, muy distintos a los de Repsol YPF y otras empresas de servicios: tarifas aéreas congeladas por decreto y no competitivas, en un negocio donde los costes se han disparado por culpa del precio del combustible y de la dificultad de sustituir las viejas aeronaves por otras nuevas. En esta situación, que dura ya años, los dueños de Marsans han llegado a pensar, como pensó Antonio Brufau con YPF, que tal vez la entrada de uno o varios socios locales amigos de los Kirchner, manteniendo la mayoría, pudiera facilitar la solución al problema de las tarifas. Pero cuando Ferrán o Pascual piden nombres, ninguno aparece.

El ariete de la operación de asedio a Marsans parece ser el Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, un hombre de Néstor Kirchner. En la Argentina de hoy nadie sabe bien si quien gobierna es Cristina Fernández o su esposo, aunque todo el mundo lo sospecha. El Estado argentino mantiene una participación del 5% en AA, con una opción para llegar al 20% que nunca se ha ejecutado. Aislada internacionalmente y con un viaje oficial a Madrid previsto para el mes de mayo, Cristina Kirchner se mostró amable en extremo cuando, hace escasas fechas, recibió en su despacho a Gonzalo Pascual.

‘Estatizar’ Aerolíneas

Pero el ex presidente se mantiene en sus trece: quiere socios argentinos en Aerolíneas, a pesar de que ninguno de los empresarios locales cuyos nombres se han barajado ha dicho esta boca es mía. En realidad, “es el Gobierno argentino el que busca empresarios locales”, como dijo el domingo el editorialista de La Nación, Joaquín Morales Solá. Según la newsletter argentina Código Aéreo, el malestar del gobierno español quedó patente el pasado viernes, cuando el embajador de España en la Argentina, Rafael Estrella, acudió a la Casa Rosada para transmitir las quejas de Madrid por lo que se interpreta como “un movimiento de desestabilización de la empresa, que es muy representativa del empresariado español”.

El diplomático habría preguntado sobre los supuestos planes del Gobierno de Cristina Fernández para “estatizar” Aerolíneas, a lo que la aludida habría respondido, según el citado Morales Solá, “que no, que no hay interés alguno en reestatizar, ni tampoco un aval del Gobierno a ningún grupo empresario para comprar la empresa”. Pero la realidad es muy distinta, como se ha encargado de poner en evidencia un antiguo director de AA, el sindicalista y diputado nacional Ariel Besteiro, quien ha reconocido el interés del los Kirchner por “accionar sobre los dueños del grupo Marsans para proceder a una argentinización de Aerolíneas, donde pasaría algo parecido a lo que pasó con YPF”.

Según el diario La Nación, el ex Presidente Kirchner habría lanzado el pasado miércoles una nueva ofensiva para que Marsans acepte como socios en AA a un grupo de empresarios amigos, citando los nombres de los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, Eduardo Eurnekian, Carlos Ávila y Juan Carlos López Mena. Todos los citados han descartado cualquier interés en el negocio. Pero al día siguiente, Gonzalo Pascual se vio en la tesitura de anunciar su disposición a “argentinizar al máximo” la compañía, mediante “la posible colaboración futura de grupos y personas que tengan una reconocida capacidad profesional y empresarial”. Con una condición que, según la web argentina Urgente24, sería que “las negociaciones se realicen en España, porque los españoles sospechan que hay funcionarios argentinos intentando arrebatarles la empresa sin poner un centavo”.