Codere ve la luz al final del túnel tras caer un 50% desde la OPV

Rugen motores. ‘Victoria’ se encuentra en la línea de salida a la espera de que el semáforo en verde permita el comienzo de la carrera hacia un nuevo concepto en el mundo de las apuestas en España. Todo está ya preparado y en cuanto la Dirección General del Juego de la Comunidad de Madrid y el Gobierno Vasco otorguen los permisos definitivos, las casas de juego abrirán sus puertas.

‘Victoria’ ha sido el nombre elegido por Codere para sus nuevos locales de apuestas y casi parece una premonición. La compañía que preside José Antonio Martínez Sampedro no pasa por sus mejores momentos. Desde su debut en bolsa el pasado 19 de octubre, sus títulos han caído cerca de un 50%, hasta los 10,70 a cierre del miércoles. Por no hablar de los malos resultados registrados en 2007 con pérdidas superiores a los 9 millones de euros, como consecuencia de las provisiones de 42,2 millones de euros llevadas a cabo para asumir las cargas relacionadas con operaciones en Italia y Colombia.

Sin embargo, el que ríe el último ríe mejor y la nueva apuesta -nunca mejor dicho- de Codere pretende convertirse en la nueva gallina de los huevos de oro: deporte, cañas y juego en un mismo local. En cuanto la Comunidad de Madrid otorgue las licencias definitivas para poder operar, lo que según fuentes del Gobierno de Esperanza Aguirre podría producirse “en las próximas semanas”, Madrid tendrá su primera casa de apuestas en un espacio cedido por el Bingo Canoe, justo enfrente de un lugar “tan emblemático como el Santiago Bernabéu”, ha declarado a Cotizalia.com Emma Mateos, directora de marketing de ‘Victoria’.

Una tradición británica de corte puramente español

El proyecto ‘Victoria’ ha sido posible gracias al compañero de batalla que buscó Codere cuando se vislumbró la posibilidad de que las casas de apuestas pudieran llegar a España y cuajar igual que lo han hecho en Reino Unido. Cuando el Gobierno Vasco aprobó el primer borrador de la nueva regulación del juego y de alguna forma allanó el camino al resto de comunidades, la empresa de Martínez Sampedro se puso manos a la obra y buscó un socio de solvencia, la británica William Hill, con años de experiencia en el sector. En 2007, finalmente se ‘parió’ Victoria, gracias a una inversión de 20 millones de euros.

Sin embargo, España no es Reino Unido y ha hecho falta adaptar el concepto de las casas de apuestas a la mentalidad patria. Así, estos nuevos locales se han planteado como un lugar de ocio y de encuentro, en el que se pueden ver vía satélite eventos deportivos mientras se consume bebida y comida como en cualquier bar, con la peculiaridad que a la vez se puede ir apostando y cobrar in situ en el caso de acierto.

Es por ello que, pese a contar con la experiencia de William Hill, Mateos asegura que se mueven en un terreno “completamente virgen” y en este sentido son verdaderos “conejillos de indias”.

Además, a esto hay que sumar otro reto, el de enseñar a los clientes el funcionamiento. Para ello se ha traído personal desde Londres especializado. Y es que uno de los grandes riesgos con los que se puede topar ‘Victoria’ es la falta de comprensión por parte de los clientes. En este sentido todo está pensado al milímetro para que no haya un fallo, aunque, en cualquier caso, lo más importante es que los “apostantes sepan que el resguardo es su seguro”.

Y un francés de director general

Un español, un inglés y un francés… no es el comienzo de un chiste. La última pieza del rompecabezas era la de encontrar a alguien capaz de llevar a cabo una ambiciosa expansión, no sólo por la CAM o por País Vaso, sino por el resto de España ya que en Codere están convencidos que tras la puesta de marcha del proyecto en sendas comunidades el efecto dominó por el resto de España será imparable.

Frederic Lacroix ha sido la persona elegida para capitanear el barco de la ‘Victoria’. Un nombramiento muy calculado que responde a la trayectoria profesional de Lacroix. Sus comienzos pasa por el departamento de Finanzas de Midas Francia, donde ocupó diversos puestos de responsabilidad, hasta que el 2002 se sentó en el sillón de director general de la compañía para España y Portugal, desde donde dirigió con éxito la rápida expansión de las franquicias Midas por toda la península.

Su conocimiento del mercado español y su amplia visión de negocio han sido más que suficientes para que el tándem Codere-William Hill haya visto en la persona de Lacroix la clave que remate su proyecto.